La mayor alimenticia del país crea un “board” para gestionar su plan ambiental

Además de ser una de las empresas alimenticias más grande de la Argentina; de tener una relación un tanto crítica con Alberto Fernández por los cepos a las subas de precios que impone el actual gobierno y de verse obligada a modificar su política comercial y financiera debido a esos planes oficiales, Molinos Río de la Plata también comenzó un proceso para perfeccionar sus estrategias medioambientales con sus planes económicos.

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Lo hace a partir de cuatro preceptos establecidos por el board de la empresa de la familia Perez Companc como son economía circular; mejora continua; optimización ambiental del transporte e impactos ambientales del empaque a lo largo del ciclo de vida de los productos y mejora de la huella ambiental con la producción de alimentos más sanos en plantas con menor uso de instrumentos contaminantes.

Los cuatro pilares de sustentabilidad de la compañía son transversales a todas las áreas y buscan generar valor económico, ambiental y social para su negocio.
Dentro de cada pilar, Molinos identifica los temas estratégicos o materiales en el mediano plazo, que marcan la hoja de ruta que ordena y orienta el rumbo de la gestión para impulsar su agenda sostenible.

Nueva área ejecutiva

En su último reporte de sustentabilidad, Molinos anuncia una nueva herramienta para sumar al cumplimiento de esos objetivos. Se trata de la creación de un Comité de Sustentabilidad que, si bien ya había sido anunciado, todavía no había comenzado a operar en el marco de la estructura dirigencial de la alimenticia.

Esta área ejecutiva está formada por ejecutivos de distintas áreas que tienen como objetivo:

• 1) Fomentar la cultura de sustentabilidad, trabajando en la comunicación y capacitación en sustentabilidad para todos los empleados.
• 2) Identificar las temáticas estratégicas para el desarrollo sostenible del negocio y definir la hoja de ruta, monitoreando y coordinando el progreso de cada tema material.
• 3) Trabajar en la identificación de KPIS y objetivos de sustentabilidad al año 2030.

Matriz de materialidad

Como primera medida, el nuevo comité comenzó con el análisis de revisión de los temas materiales para identificar los riesgos y oportunidades, actuales y potenciales, ambientales, sociales y económicos para el negocio en el mediano plazo.

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Durante este año, el Comité de Sustentabilidad analizará analizando el contexto internacional y local, las tendencias clave del sector, las recomendaciones de lineamientos internacionales de sustentabilidad para la industria alimenticia, como el suplemento sectorial de la Global Reporting Iniciative (GRI) y las recomendaciones del Sustainability Accounting Standards Board (SASB), y la agenda estratégica del negocio.

Su objetivo es definir cuáles son las temáticas estratégicas para el desarrollo sostenible del negocio a mediano plazo a través de un listado que será revisado y aprobado por el Comité Ejecutivo y elevado al Directorio.

Una vez identificadas las temáticas, la empresa invitará a sus grupos de interés a priorizarlas teniendo en cuenta el rol que deberían tener en la agenda de negocio.
“Analizaremos las respuestas de la etapa anterior para elaborar nuestra primera Matriz de Materialidad que priorizará los temas y definirá el rumbo de la agenda transversal de gestión y los contenidos del próximo reporte”, explica en su informe de sustentabilidad la compañía.

Agenda y financiamiento

El nuevo formato se basa en el trabajo que Molinos viene llevado a cabo alineada a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos por Naciones Unidas.
Por eso entiende que, “nuestra contribución a la agenda global parte desde lo que mejor hacemos: alimentar al mundo, cuidar a nuestra gente y al ambiente, fomentar prácticas responsables a lo largo de nuestra cadena de valor y promover el desarrollo de las comunidades”.

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La fórmula es trabajar en la mejora continua del desempeño económico, manteniendo el equilibrio financiero entre las aspiraciones de corto y largo plazo, y buscando la creación de valor para los grupos de interés.

Como parte del plan se incluye el acuerdo firmado con el banco Rabobank, entidad bancaria con sede en Países Bajos y presencia multinacional, para calificar su actual línea financiera de préstamos de mediano plazo como el primer financiamiento sustentable de la compañía y uno de los primeros de este tipo en Latinoamérica.

Se trata de un crédito por u$s50 millones y a seis años de plazo, que en Molinos entienden que “confirma la solidez financiera de la compañía”, y que también le permitirá “acceder a incentivos atados al cumplimiento de metas y objetivos para los próximos años vinculados a sustentabilidad, como continuar la mejora del perfil nutricional de sus productos, la gestión de sistemas de certificación de seguridad alimentaria de nivel internacional, la continua mejora hacia más packs sustentables, la gestión de residuos y un menor desperdicio de alimentos. Estos indicadores se alinean y contribuyen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas”.

Portfolio adecuado

Del mismo modo, desde hace más de 13 años, Molinos cuenta con un programa de mejora continua del perfil nutricional de sus productos basado en las recomendaciones establecidas por la Organización Mundial de la Salud.

En 2022, sumó el desafío de adecuar el portfolio al perfil definido por la nueva Ley N° 27.642 de Promoción de la Alimentación Saludable para garantizar el derecho a la salud y a la alimentación adecuada y que establece el uso obligatorio de un etiquetado de advertencias cuando el alimento excede los criterios definidos por el perfil de la Organización Panamericana de Salud.

A partir de la implementación de esa ley, la alimenticia creó un Comité de Etiquetado Frontal, liderado por un equipo de nutricionistas y con representantes de distintas áreas, para realizar el seguimiento de la adecuación de los productos del portfolio, del packaging, la publicidad y la comercialización e impulsar mejoras de perfil nutricional.

Este organismo adecuó todos los rótulos en más de 180 skus y realizó mejoras en el perfil nutricional de 41 productos impactados, cumpliendo con la normativa en tiempo y forma.

“El etiquetado nutricional de los packs es una herramienta esencial de información para una alimentación saludable y consciente, que ayuda a los consumidores a tomar decisiones que se adapten a sus necesidades”, sostienen desde la empresa.

Pero además de llevar a cabo esta iniciativa, Molinos sumó otras metas más a su política de sustentabilidad como el de ampliar el portfolio de alimentos con calorías controladas; reducir las grasas totales y sodio en sus milanesas Granja del Sol; sumar nuevas categorías Sin TACC en rebozadores y premezclas; reducir un 20% el indicador de Reclamos del Consumidor Total Molinos, alcanzando un valor de 15,1 reclamos por millón de unidades vendidas.

Residuos, energía y agua

Dentro de la estrategia también existe un capítulo vinculado a la generación de grandes volúmenes de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) ya que seguir generando elementos sin utilidad posterior complejiza la crisis ambiental y social.

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Por lo tanto, Molinos considera a la generación de los residuos, tanto los provenientes de sus actividades industriales como los generados post consumo, como un aspecto clave dentro de su estrategia de sustentabilidad.

En este contexto, creó el Área de Mejora Continua que identifica y promueve proyectos que se enfocan en minimizar los residuos, entre otros proyectos.
De igual manera, lleva adelante un programa para medir y gestionar la huella ambiental de sus operaciones para evaluar el comportamiento e impacto real y minimizarlo con programas de prevención, economía circular y mejora continua.

Este plan forma parte de la necesidad de la compañía de alinear y potenciar iniciativas de distintos sectores ante inquietudes relacionadas con el impacto directo de los residuos industriales sobre el ambiente.

Anualmente, Molinos define acciones transversales tanto a nivel operativo como corporativo tendientes a:

• Seguir mejorando la clasificación, segregación, recolección y valorización de residuos dentro de cada locación.
• Definir objetivos concretos y cuantificables de reducción de residuos enviados a
relleno sanitario.
• Buscar nuevas opciones para los residuos valorizables, teniendo como eje el concepto de economía circular.
• Buscar un cambio de cultura auténtico a través de la concientización y sensibilización.
• Autoevaluar su forma de producir y, en consecuencia, de consumir materias primas, insumos y recursos, incorporando cada vez que sea posible el concepto de economía circular.
• Ejecutar con responsabilidad y compromiso cada uno de los planes de acción que la empresa haya definido apuntados a evitar/disminuir la generación de residuos, maximizar su valorización y/o encontrar destinos más sustentables a cada uno de ellos.

Papel Cero

Desde Molinos pretenden eliminar el uso del papel como soporte de información en todas las áreas en las que sea factible. Esta iniciativa comenzó en 2018 con la implementación del sistema pull print1 y el año pasado se encuentran en una etapa de diagnóstico, consolidando la información de base y cruzando los datos para detectar las áreas críticas de la compañía y diseñar un plan de acción.

Además, implementó indicadores de basura electrónica en varias plantas y donaron los aparatos electrónicos en desuso para su reciclado y reutilización o tratamiento y/o disposición final. promueve un modelo logístico sustentable utilizando pallets que se reacondicionan y luego son reutilizados por otros participantes de la industria. Los pallets CHEP cuentan con los impactos ambientales más bajos de todo el mercado. La madera con la que se ensamblan procede de bosques sostenibles, certificada 100% por FSC y PEFC.

Estos impactos se reflejan en reducciones de CO2, en el consumo de madera y en el desperdicio de recursos confinados a vertederos.

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Con respecto al agua, en la industria en general, y en la alimenticia en particular, es fundamental contar con agua potable que garantice la calidad e inocuidad de los productos y la seguridad de consumidores. “Considerando la complejidad de este recurso y a su vez su escasez, se hace crítico gestionarlo adecuada y racionalmente”, señala Molinos que el año pasado siguió con los valores de extracción y consumo de agua con la misma tendencia de incremento que la producción (+5% producción; 3% extracción de agua; 3% consumo de agua).

Por su parte, en el área de energía los proyectos de eficiencia, uso de combustibles alternativos y la medición de sus emisiones directas e indirectas de dióxido de carbono son iniciativas que lleva adelante para minimizar el impacto de sus operaciones en el ambiente.

“Generamos energía a partir de fuentes no contaminantes y revalorizamos los subproductos que son aprovechados en otras industrias porque estamos comprometidos con la eficiencia logística, trabajamos para reducir las emisiones y optimizar nuestros recursos”, agrega el documento.

De acuerdo al mismo informe, como elementos clave, Molinos evalúa anualmente los kilómetros recorridos, las emisiones de CO2, las toneladas transportadas, la capacidad de las flotas y optimiza los trayectos programando rutas directas y promoviendo el transporte colaborativo para eliminar kilómetros vacíos.
Además, gestiona de manera eficiente las capacidades de carga aprovechando su ocupación al máximo, estimando el promedio de las capacidades de todas las unidades utilizadas para cada viaje, definiendo así el promedio máximo a cargar según la flota.