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El Gobierno desembolsa u$s 200 millones para desarrollar nuevas fuentes de energía: estas son sus ventajas

Para abastecer de electricidad a poblaciones que viven en hogares rurales y que se encuentran fuera del alcance de los centros de distribución de energía.

Varios estudios de organismos internacionales especializados aseguran que la solar fotovoltaica y la eólica terrestre son las fuentes más baratas de generación eléctrica.

Por caso, un análisis realizado por Bloomberg New Energy Finance (BNEF) muestra que el costo promedio total de construir y operar una central eólica terrestre y una fotovoltaica y dividirlo entre la energía total a ser generada durante su vida útil ha caído un 9% y un 4% respectivamente.

En el caso de la energía eólica, la reducción del valor se debe principalmente a un aumento en el tamaño de los aerogeneradores, que ahora tienen de promedio 4,1 MW y un precio de unos u$s700.000 por megavatio para proyectos financiados, por ejemplo, en Brasil, China, Australia, Chile o Estados Unidos, donde la energía solar desafiará el negocio de las plantas ya existente de combustibles fósiles.

El análisis de BNEF se basa en información sobre construcción actual de plantas y en información de precios de proveedores con una base de datos que cubre casi 7.000 proyectos con 25 tecnologías ubicados en 47 países de todo el mundo

En Argentina, el Gobierno viene impulsando el desarrollo de plantas de generación fotovoltaica y eólica  con acumulación a partir de un crédito firmado en con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) por u$s200 millones destinado a financiar el llamado Proyecto de Energías Renovables en Mercados Rurales (PERMER).

Se trata de una iniciativa que tiene como objetivo principal el abastecimiento de electricidad a un significativo número de personas que viven en hogares rurales, que se encuentran fuera del alcance de los centros de distribución de energía.

Coordinado por la Secretaría de Energía de la Nación, que depende del Ministerio de Economía, el PERMER permite la compra e instalación de sistemas de generación en viviendas o establecimientos de servicios públicos, e incluye las instalaciones internas y provisión de luminarias por única vez.

Cada sistema de generación (solar o eólica) queda en propiedad de la provincia y el habitante de la vivienda, como beneficiario del servicio, hace uso del mismo en la modalidad de comodato hasta que sea alcanzado por el sistema de suministro de servicio eléctrico a través de la red eléctrica.

A su vez, el beneficiario debe pagar en forma periódica (mensual, bimestral o según corresponda en cada provincia) una tarifa en concepto del servicio que recibe, de manera similar a la que opera en la ciudades que está destinada a cubrir los costos de operación y mantenimiento de los sistemas y es fijada por la provincia así como los niveles de subsidios requeridos para hacer factible la provisión de este servicio de forma sostenible.

Licitaciones

Hasta ahora, la Secretaría de Energía viene convocando a licitaciones para contar el diseño, la construcción y operación de varias plantas de este tipo e integradas a una mini red.

El último proceso se acaba de adjudicar a  través de la Resolución 349/2021 publicada en el Boletín Oficial de este lunes 26 de abril en el Boletín Oficial, precisamente en el marco del PREMER.

La normativa adjudicó a la firma Proyección Electroluz con la empresa Bramaq en Unión Transitoria (UT) el Lote 1 por u$s1.708.410; el Lote 2 por u$s1.568.130; y el Lote 3 por u$s1.034.370.

En tanto se adjudicó el Lote 5 a favor de la firma Obras Andinas con Syr Energía en Asociación Transitoria (AT), por u$s2.075.000.

 Y se rechazó la oferta de Work System por no cumplir con los requisitos de integridad de la oferta; y se desestimaron las presentadas por las firmas Coradir, Electro Misiones y Aldar. Además, la licitación del Lote 4, en la localidad catamarqueña de El Peñón, se dejó sin efecto, según se indicó la resolución.

Las plantas a construir se ubicarán en las localidades jujeñas de Catua; El Toro y San Juan de Quillaques; y en la rionegrina de Naupa Huen.

Además, el PERMER evalúa otras licitaciones que ya fueron lanzada, en especial en el 2019 y el 2020. Por ejemplo, la Licitación Pública Nacional Nº 4/2019, que fue lanzada en agosto del año pasado y en la cual compiten 10 empresas para desarrollar cinco plantas de generación fotovoltaica y eólica con acumulación.

También se mantiene la Licitación Pública Nacional Nº 5/2019, donde se convocó a las empresas a proveer e instalar equipos fotovoltaicos en 260 escuelas rurales de la provincia de Salta que se encuentra estructurada en cuatro lotes y de la que compiten ocho empresas.

Finalmente, se lanzó la Licitación Pública Nacional Nº 6/2019, cuyo objetivo está puesto en la provisión e instalación de equipos fotovoltaicos en 140 escuelas rurales de Santiago del Estero y La Pampa y en la que se presentaron 11 empresas.

En todos estos procesos, el PERMER trabaja en la adjudicación de cada una de estas obras y las estimaciones indican que dentro del primer semestre de este año deberían quedar definidas las adjudicaciones, aunque el agravamiento de las condiciones sanitarias del país provocadas por el Covid-19 podrían provocar demoras y hasta cancelaciones de estas iniciativas.

Origen y ventajas

Según los expertos, la energía solar fotovoltaica es una fuente de energía que produce electricidad de origen renovable​ obtenida directamente a partir de la radiación solar mediante un dispositivo semiconductor denominado célula fotovoltaica,​ o bien mediante una deposición de metales sobre un sustrato denominada célula solar de película fina.

Se sostiene que no emite ningún tipo de polución durante su funcionamiento, contribuyendo a evitar la emisión de gases de efecto invernadero y que su principal desventaja consiste en que su producción depende de la radiación solar, por lo que si la célula no se encuentra alineada perpendicularmente al sol se pierde entre un 10% a 25 % de la energía. 

La producción se ve afectada asimismo por las condiciones meteorológicas adversas, como la falta de sol, nubes o la suciedad que se deposita sobre los paneles, lo cual implica que para garantizar el suministro eléctrico es necesario complementar esta energía con otras fuentes como las centrales basadas en la quema de combustibles fósiles, la energía hidroeléctrica o la energía nuclear.

Este tipo de energía se usa principalmente para producir electricidad a gran escala a través de redes de distribución, aunque también permite alimentar aplicaciones y aparatos autónomos, así como abastecer refugios de montaña o viviendas aisladas de la red eléctrica. 

Debido a la creciente demanda de energías renovables, la fabricación de células solares e instalaciones fotovoltaicas ha avanzado considerablemente en los últimos años y ​comenzaron a producirse en masa a partir del año 2000, cuando medioambientalistas alemanes y la organización Eurosolar obtuvo financiación para la creación de 10 millones de tejados solares.

Varios países como la Argentina lanzan programas de incentivos económicos y sistemas de autoconsumo fotovoltaico para favorecer la instalación de la energía fotovoltaica gracias a lo cual este mecanismo se ha convertido en la tercera fuente de energía renovable más importante en términos de capacidad instalada a nivel global, después de las energías hidroeléctrica y eólica

De hecho, datos del sector aseguran que a finales del 2018 la potencia total instalada en el mundo alcanzó los 500 GW de potencia fotovoltaica, y solo en 2018 se instalaron 100 GW.9​10​

Para los analistas del sector, gracias a los avances tecnológicos, la sofisticación y la economía de escala, el costo de la energía solar fotovoltaica se ha reducido de forma constante, aumentando a su vez la eficiencia y logrando que su valor medio de generación eléctrica sea ya competitivo con las fuentes de energía convencionales en varias regiones.

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Fecha de publicación: 28/04, 7:43 am