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Impacto ambiental

Una cuarta parte de la contaminación plástica proviene de cinco grandes empresas

Según un estudio conjunto entre 12 universidades en 84 países, cinco empresas de alimentos y bebidas son, en proporción, las principales productoras de residuos plásticos.

Cada año se producen más de 400 millones de toneladas de plástico, la mayoría de los cuales se utilizan de manera fugaz o de un solo uso, terminando inevitablemente liberados en el medioambiente y contaminando la tierra, el aire y el agua.

Para abordar este problema, se están explorando diversas estrategias. Una de ellas se centra en identificar el origen de los desechos plásticos, con la esperanza de que los fabricantes tomen medidas necesarias.

Recientemente, un estudio examinó el origen de estos desechos en 84 países a lo largo de 5 años. Durante 1576 “eventos de auditoría” llevados a cabo en playas, ríos y parques, se recolectaron y analizaron muestras de residuos para rastrear sus marcas de fabricación.

Este análisis reveló datos sumamente interesantes. La mitad de las muestras examinadas carecían de cualquier identificación de origen. Factores como la erosión causada por el agua y el sol, el tiempo de exposición al medio ambiente y la calidad de las tintas, entre otros, influyen en la permanencia de las marcas en el plástico, dificultando su identificación.

De las muestras que llevaban alguna marca, se descubrió que 56 empresas representaban el 50 % del total de plásticos identificados; y de estas, el 24 % provenía de solo cinco grandes corporaciones:

  • The Coca-Cola Company (11 %)
  • PepsiCo (5 %)
  • Nestlé (3 %)
  • Danone (3 %)
  • Altria/Philip Morris (2 %)

El estudio señala: “Las cinco principales empresas fueron responsables del 24 % del plástico identificado; mientras que 56 empresas contribuyeron con más del 50 % del plástico identificado; y un total de 19,586 empresas estaban implicadas en la producción del plástico identificado”.

Además, los investigadores encontraron una correlación lineal entre “la producción anual de plástico de las empresas y la contaminación del plástico de su marca, siendo las empresas de alimentos y bebidas los mayores contaminadores desproporcionadamente”.

“Los productos de alimentos y bebidas también tienen una mayor probabilidad de consumirse sobre la marcha, mientras que los productos domésticos y minoristas tienen una mayor probabilidad de consumirse dentro de los edificios y, por lo tanto, es menos probable que escapen de la infraestructura de gestión de materiales y se filtren al medio ambiente”, afirmaron los investigadores.

Forenses ambientales

El estudio fue liderado por científicos de una docena de universidades distribuidas en cuatro continentes y contó con la colaboración de más de 200 mil voluntarios que desempeñaron roles de forenses ambientales a lo largo de cinco años.

Estos voluntarios llevaron a cabo entre 237 y 361 auditorías anuales, evaluando un total de 1.87 millones de desechos plásticos. Aunque el análisis abarcó todos los continentes, se encontraron lagunas de datos en regiones de América del Sur, Asia Central, Medio Oriente y África Central.

La Organización Break Free From Plastic, que colaboró en el estudio, describe las auditorías de marca como iniciativas de ciencia ciudadana en las que los voluntarios realizan limpiezas de desechos y documentan las marcas encontradas en la contaminación recolectada.

Los autores del estudio sugieren que si las principales multinacionales tomaran medidas positivas, podrían lograr un cambio significativo. “La reducción progresiva de los productos plásticos de un solo uso y de corta duración por parte de los mayores contaminadores podría tener un impacto considerable en la reducción de la contaminación plástica a nivel global”, señalan en su trabajo.

“Estudios anteriores han clasificado a países como Filipinas, Indonesia, Sri Lanka, Bangladesh, Nigeria, etc. entre las principales fuentes de desechos plásticos en el océano”, dijo el Jorge Emmanuel, coautor del estudio, del Instituto de Ciencias Marinas y Ambientales de la Universidad Silliman.

“Esto ha llevado a una narrativa que culpa a los países pobres por la contaminación plástica global, ignorando el hecho de que alrededor de la década de 1960 las empresas globales inundaron los países en desarrollo con plásticos baratos y de un solo uso, desplazando los materiales biodegradables tradicionales y los sistemas sostenibles de reutilización y recarga que, en el caso de Filipinas, se remonta al siglo XVI”, agregó.

El trabajo se publicó en abril de 2024 en la revista Science Advance, y fue financiado por Break Free From Plastic, el Laboratorio Nacional de Energía Renovable, The Possibility Lab y McPike Zima Charitable Foundation.

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Fecha de publicación: 08/05, 6:55 am