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Informe de la UBA

Las 5 “tendencias” sustentables que deberán adoptar las empresas en el 2023

A solo 8 años de alcanzar las metas de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, las empresas deben encarar cada vez más acciones, alertan en el documento.

El consumo responsable; la diversidad, equidad e inclusión; el reporting en materia de ambiente, sociedad y gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés); el home office y la agenda climática en un marco de crisis global, son los temas que más abordan las compañías locales e internacionales.

Por lo menos así surge de un informe elaborado por el Centro Nacional de Responsabilidad Social Empresaria y Capital Social de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (CENARSECS), para marcar cuáles serán las tendencias en materia de responsabilidad social y desarrollo sostenible para este 2023.

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Las tendencias en materia de responsabilidad social y desarrollo sostenible para este 2023.

De acuerdo al trabajo, el Covid-19 afectó negativa mente la agenda social y ambiental de las empresas, las naciones y los organismos internacionales. “La pandemia fue una gran generadora de pobreza y desigualdad en la población mundial y provocó una gran recesión en 2020 que desembocó en el regreso de la inflación a nivel global en 2021 y 2022, y un incremento en los indicadores de pobreza extrema y de hambre, como no se había visto en el mundo en los últimos 20 años”, agrega el documento que lleva la firma de Julián D’Angelo, investigador de Facultad de Ciencias Económicas de la UBA) y actual director del CENARSECS.

En el actual contexto, donde gran parte del mundo ha logrado volver a una situación de cierta normalidad, el informe advierte que las luces de alerta de la pandemia se enfocan en la nueva variante Omicron XBB 1.5 y en China, donde, debido a un cambio en las políticas públicas y sus protocolos, escaló el número de casos, golpeando fuerte al sistema de salud e impactando también en la infraestructura productiva y las cadenas de valor global, producto del incremento en el ausentismo laboral.

A pesar de este contexto, el autor de la investigación señala que “la opción por el desarrollo sostenible ya no se muestra solo como algo deseable, sino claramente inevitable”.

Recuerda que una reciente encuesta de KPMG reveló que el 70% de los directores ejecutivos de las mayores multinacionales manifestó que implementar la llamada Responsabilidad Social Empresaria (RSE), mejora el rendimiento financiero.

KPMG reveló que el 70% de los directores ejecutivos de las mayores multinacionales manifestó que implementar la llamada Responsabilidad Social Empresaria (RSE).

También menciona otra investigación de la Consultora Qualtrics que concluyó que los trabajadores que vieron los valores de su empleador alineados con los suyos tenían un 70% más de probabilidades de recomendarlo como un excelente lugar para trabajar. A esto se suma que otro 84% dijo que solo trabajaría con empresas y marcas impulsadas por un propósito en el futuro.

“Afortunadamente, muchas empresas están presionando el acelerador para cumplir con las metas de sustentabilidad que se tendrán que cumplir no más allá del 2030”, agregó D’Angelo.

Las 5 tendencias para 2023

En esa dirección, la investigación de la UBA identifica cinco tendencias para las empresas en Argentina para este 2023:

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1) Consumo responsable y sustentable

Muestra una mayor exigencia de los consumidores interpelando a las compañías para que modifiquen los insumos y materiales que utilizan, el tipo de energía que consumen y la huella de carbono que generan.

Un consumo más responsable y eco-friendly.

“Impulsa a repensar los procesos de producción en todas las fases del ciclo: diseño, producción, logística, consumo y gestión de residuos”, destaca el paper.
Además, recuerda que hace 10 años, la consultora Nielsen International señalaba que un 46% de los consumidores estaba dispuestos a pagar extra por ese tipo de productos, consciencia social y ambiental que es más notoria en los jóvenes.

Por otro lado, en 2020 el estudio Zeno Strength of Purpose, que encuestó a unas 8.000 personas en ocho países, señaló que cuando se percibe que una marca tiene un propósito fuerte, los consumidores muestran cuatro veces más posibilidades de comprar, y seis veces más probabilidades de defender esa marca en un momento desafiante.

2) Diversidad, equidad e inclusión

Cada vez más compañías cuentan con estrategias, objetivos y programas con esos objetivos orientados a su personal, al punto de incluir un capítulo especial en sus reportes de sostenibilidad sobre estos temas.

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“Cuando hablamos de diversidad nos referimos a la presencia de la diferencia dentro de la empresa tales como género, raza, generación u orientación sexual.
La inclusión tiene que ver con el nivel de empoderamiento y participación que se otorga a los colaboradores en la compañía.

Diversidad e inclusión: un partido por nivelar
Diversidad e inclusión, claves para abordar dentro de una compañía.

Y la equidad está relacionada al acceso equitativo, oportunidad, recursos y poder para prosperar, con el que cuentan los trabajadores. “Abordar estas temáticas conlleva varias ventajas para las compañías como mejorar la performance y los resultados económicos y la convivencia y el clima en la organización, entre otras.

También estimula la creatividad, la innovación e incorpora habilidades diferentes; fortalece la imagen y la reputación de la compañía; aumenta la disponibilidad de talento; mejora el vínculo y la comunicación con clientes y proveedores y genera mayor confianza en la comunidad.

3) Reporting

El 2023 está trayendo grandes novedades en materia de los reportes de información no financiera que se ocupan de los temas de ESG, teniendo en cuenta que dos décadas atrás solo unas 50 de las empresas más grandes del mundo reportaban en esta materia, mientras que, actualmente el índice alcanza el 90% de las compañías que cotizan en bolsa incluidas en el índice S&P.

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En Argentina, se calcula que más del 70% de las empresas más importantes reportan este indicador que a partir de este año entrará en vigor de manera obligatoria como formato de reporte corporativo del Pacto Global de Naciones Unidas, denominado Comunicación de Progreso, que en Argentina unas pocas compañías argentinas ya han comenzado a implementar durante el 2022, a partir de los programas de adopción temprana.

También comenzará a implementarse la actualización realizada a finales de 2021 a los estándares de Global Reporting Initiative (GRI), uno de los reportes de sostenibilidad más utilizados a nivel mundial.

En Argentina, se calcula que más del 70% de las empresas más importantes reportan este indicador.

En esta actualización los indicadores se han diseñado para que las empresas puedan responder de mejor manera a las necesidades emergentes de divulgación regulatoria, que empieza a estar presente en muchos países.

Entre otros cambios, se destaca la actualización de las definiciones de “impacto” y la metodología para determinar la materialidad de los asuntos relevantes; un mayor foco en el reporte de derechos humanos, y la presentación de estándares sectoriales específicos, por ejemplo, el primer Estándar Sectorial enfocado en la industria del petróleo y el gas.

D´Angelo entiende que una de las obsesiones detrás de estos cambios en los estándares y marcos de reportes de información no financiera es la necesidad de emprender acciones más enérgicas para combatir el greenwashing o lavado verde, haciendo más preguntas, requiriendo conjuntos de datos más específicos y estandarizando de una manera más precisa la información, con su correspondiente correlato de metas e indicadores.

“La publicación de estos reportes es fundamental para las empresas, no solo como una herramienta fundamental para garantizar la transparencia de los negocios y la rendición de cuentas a todas las partes interesadas, sino también como una manera útil de ayudar a tomar mejores decisiones, generar resiliencia y gestionar mejor los cambios hacia una economía sostenible”, argumenta el autor del informe de la UBA.

4) Home office

Esta modalidad, que hasta hace tres años parecía un privilegio reservado solo a algunas profesiones, ha logrado sostenerse y consolidarse en una proporción mucho mayor a lo esperado.

Estudios como el de la consultora CIO muestra que, en una de cada tres empresas, el trabajo en el hogar continuará en 2023 abarcando a más del 60% de la plantilla de empleados de las compañías, mientras que un 80% del mercado argentino mantendrá el formato híbrido, alternando entre presencialidad y home office.

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“Esta nueva realidad del teletrabajo exigió a las empresas inversiones, tanto en el equipamiento de sus trabajadores para el trabajo remoto, como en el rediseño de la infraestructura de sus oficinas. Pero también permitió, en muchos casos, un notorio recorte en los costos fijos a partir de mudanzas a edificios corporativos más pequeños y en zonas con un menor costo del metro cuadrado”, destaca el reporte.

El home office, tendencia que se afirma año tras año.

En este punto, el documento advierte sobre la importancia de que las definiciones corporativas en materia de la modalidad laboral sean tomadas bajo la mirada de la responsabilidad social y el empoderamiento del capital humano porque para la gran mayoría de los trabajadores, el home office ya forma parte de sus nuevos derechos adquiridos.

Según un estudio de la consultora Manpower, el 40% de los trabajadores quiere decidir sobre los días en que pueden trabajar de manera remota, y poder cambiarlos periódicamente

5) Agenda climática

El año pasado se vivieron en numerosas partes del mundo incluyendo a la Argentina, impactos muy visibles en materia de la crisis climática, desde inundaciones o sequías, hasta temperaturas récord.

Por lo tanto, creció la acción por parte de organizaciones de la sociedad civil, gobiernos y corporaciones para apoyar a las comunidades en la lucha contra la crisis ambiental.

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En este sentido, D´Angelo entiende que uno de los acontecimientos más importantes del año pasado en materia de la agenda ambiental, ha sido la celebración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP27), en Egipto, donde se resolvió la creación de un fondo para pérdidas y daños para apoyar al mundo en desarrollo a medida que esas comunidades enfrentan y tratan de reconstruirse de los efectos del cambio climático.

La sequía, un problema que ya afecta a la mitad del territorio argentino.

“En materia de dióxido de carbono (CO2), a pesar de los compromisos asumidos en esa cumbre, las emisiones continúan subiendo y el incremento del costo de la energía, producto de la invasión de Rusia a Ucrania, ha venido a complicar particularmente el cumplimiento de estas metas”, destaca el documento de la UBA.
Esta situación vuelve cada vez más lejana la posibilidad de que se vaya a producir el necesario y urgente descenso para lograr limitar el calentamiento global en 1,5 grados centígrados a final de siglo.

Por ese motivo, el experto reclama a las empresas que redoblen sus esfuerzos en materia climática, apostando a las energías renovables, a nuevas maneras de producir, a la movilidad y la logística sostenible y al uso eficiente de los recursos naturales.

Fecha de publicación: 30/01, 11:09 am