La sustentabilidad, a mitad de camino: el crítico informe de la Cepal

En los últimos años el mundo ha sufrido el embate de una serie de crisis que en los países de América Latina, incluyendo a la Argentina, imponen retos adicionales para el desarrollo sostenible.

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Los desafíos del cambio climático; la pérdida de biodiversidad; las brechas de acceso a la salud; al empleo y a la educación; la inseguridad alimentaria; la desigualdad y la pobreza persistentes; las migraciones forzadas y el incremento del costo de vida dificultan el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la región establecidos por el Acuerdo de París al 2030.

De hecho, antes de la irrupción de la pandemia del Covid-19, ya venían exhibiendo una lenta evolución económica, un estancamiento e, incluso, un retroceso en sus indicadores de desarrollo social, de acuerdo a un estudio recientemente presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) que analiza el grado de cumplimiento de los objetivos por parte de los Estados latinoamericanos.

De acuerdo al documento, que también incluye un capítulo crítico para la Argentina, debido a la sucesión de crisis en un período relativamente corto “el endeudamiento de la región se ha elevado; el espacio fiscal se ha reducido y la volatilidad del sistema financiero ha vuelto más difícil el acceso al crédito externo”.

Para el organismo, este escenario de reducida disponibilidad de recursos y los retos que acechan a las economías de la región “se han visto reflejados en el limitado avance hacia el cumplimiento de los ODS”.

Ocurre que transcurrida la mitad del período de 15 años acordado para alcanzar los ODS, la Cepal estima que solo el 25% de las metas sobre las que se cuenta con información muestra un comportamiento que permite prever su cumplimiento en 2030.

En tanto, otro 48% de las metas sigue una tendencia correcta, pero insuficiente para alcanzarlas, mientras que el restante 27% exhibe una trayectoria de retroceso.
“Estos datos ponen de relieve la urgencia de impulsar acciones para retomar el rumbo hacia el cumplimento de los ODS y, en particular, para contrarrestar las tendencias negativas que afectan a algunas metas, fortalecer la marcha de las que van en la dirección correcta pero son insuficientes para alcanzar el objetivo, y garantizar los logros de las metas cuya trayectoria es correcta”, reclama el organismo desde su documento.

Planificar para no fracasar

Para la Cepal se hace necesario acelerar el cumplimiento de los ODS a partir de cambios que considera “audaces e innovadores” en la forma de hacer política pública; nuevos estilos de gobernanza participativa; fortalecimiento de las instituciones y las alianzas; así como la consideración de horizontes temporales más largos en el diseño y la ejecución de las políticas.

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“Esto requiere la inclusión de la planificación y la prospectiva como herramientas clave del proceso, así como de la participación inclusiva, democrática y transparente de todos los actores sociales en la construcción de escenarios y en la concertación de rutas y procesos de diálogo para alcanzar los ODS”, señala el informe.

De todos modos, se destacan algunos aspectos positivos como que ocho años después de la aprobación de la Agenda 2030, las instituciones que lideran la gobernanza de los ODS se han fortalecido y cuentan con múltiples aprendizajes que contribuyen al impulso de las metas en la región.

Esto queda claro en la vinculación que han hecho varios países de la región como la Argentina, entre sus políticas y planes de desarrollo y los ODS, y en la elaboración de exámenes nacionales voluntarios con el fin de mejorar el diseño, la ejecución y la evaluación de las políticas vinculadas con los ODS.

Priorizar la cooperación

En otro capítulo, el trabajo asegura que el análisis de la dimensión territorial de los ODS aporta información para la necesaria aplicación de políticas al nivel subnacional, dadas las disparidades territoriales existentes a lo largo de la región y en los propios países.

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“Diversos gobiernos subnacionales se han apropiado de la Agenda 2030 y están diseñando e implementando acciones locales alineadas con los ODS”, destaca la Cepal. En esta primera mitad del camino hacia 2030, la CEPAL ha priorizado intervenciones para cooperar con los países de la región en el impulso de los ODS.

Un caso es el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, creado en 2016 por los miembros de la CEPAL, que se convirtió en un espacio para el diálogo y el intercambio de experiencias, con el fin de alentar el seguimiento y examen de la implementación de la Agenda 2030.

De hecho, a partir de las reuniones de este foro se lograron impulsar procesos como el análisis de propuestas para ampliar el número y la trascendencia de los medios de implementación en la Agenda 2030; la incorporación de los ODS en los presupuestos públicos y en los planes de desarrollo nacionales y subnacionales, y el fortalecimiento de los sistemas estadísticos nacionales para facilitar el seguimiento de indicadores de los ODS.

Iniciativas transformadoras

En su sexto informe sobre el progreso y los desafíos regionales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, titulado América Latina y el Caribe en la mitad del camino hacia 2030: avances y propuestas de aceleración, la CEPAL llama a construir, sobre las capacidades institucionales y la experiencia acumulada.

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Se trata de iniciativas transformadoras que, por sus sinergias, sus efectos multiplicadores y su visión de futuro, invitan a múltiples actores e influyen simultáneamente en varios ODS para así apresurar y alinear las tendencias hacia su cumplimiento.

Se trata de un punto de partida para corregir las trayectorias de las metas cuyo cumplimiento se aleja de los objetivos pactados y reafirmar la marcha de las que se encaminan a su logro, de acuerdo a la Cepal.

En su informe, el organismo presenta los indicadores mundiales para los ODS y metas de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible con la intención de contribuir al seguimiento y alineación de los esfuerzos para acelerar las trayectorias hacia la consecución de los objetivos para los próximos siete años.

“La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, acordada en septiembre de 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, es una referencia esencial para la cooperación que brinda la CEPAL a los países de la región, apoyándolos en sus esfuerzos para el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, aclara el paper.

El trabajo advierte que “queda mucho por hacer” ya que es claro que el proceso hacia el logro de los ODS “no avanza al ritmo deseado”, con algunos indicadores que se encuentran fuera de la trayectoria que permitiría el cumplimiento de las metas en 2030, como la irrupción de la pandemia del Covid, que requirió un gran esfuerzo de los países para atender la emergencia mediante la asignación de recursos financieros y humanos, lo que tuvo un impacto en el avance de la Agenda 2030.
De todos modos, la Cepal entiende que tanto la región como la Argentina “ya venían mostrando una lenta evolución económica y social desde mediados de la segunda década del siglo XXI con un 2023 en el que se cumplen 10 años de crecimiento promedio anual del 0,8%, menor al 2,0% de la “década perdida” de los años 80 del siglo XX”.

Cambiar las formas

La pandemia y otros choques recientes obligan a redoblar los esfuerzos para avanzar hacia el logro de los ODS en 2030 a partir de, no sólo una mayor inversión y financiamiento, sino un cambio en la forma de hacer política pública.

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“En particular, es preciso mejorar la gobernanza, fortalecer las instituciones y las alianzas, así como considerar horizontes temporales más largos en la política pública”, según el documento de la Cepal que además reclama el diseño de políticas públicas que trasciendan la inmediatez, que convoquen a todos los actores sociales a la construcción de escenarios de futuro deseables, y a procesos de diálogo y participación para alcanzarlos.

Para lograrlo, el organismo propone siete iniciativas transformadoras con capacidad de impulsar sinérgicamente el logro de diversos ODS; avanzar hacia un futuro más sostenible, productivo e inclusivo, a través de los mecanismos regionales de diálogo y participación y reitera la invitación a los gobiernos, la sociedad civil, el sector académico, el sector privado y otros actores relevantes a apropiarse de la Agenda 2030 “para que la inteligencia y gobernanza colectivas sean un vehículo que nos conduzca al futuro deseado por todos los habitantes de América Latina y el Caribe”.