Un rincón patagónico para vivir el turismo sostenible y conectar con la naturaleza

En el corazón de la Patagonia Azul, donde la estepa se encuentra con el océano, Isla Leones Camps emerge como un nuevo destino que conecta turismo, sostenibilidad y naturaleza.

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Este innovador emprendimiento, situado a solo 36 kilómetros de Camarones, promete convertirse en un punto destacado de la Ruta Azul, un corredor que celebra la biodiversidad y el patrimonio cultural de la región.

Un lugar único de la Patagonia

El evento inaugural de Isla Leones Camps congregó a unas 30 personas, incluyendo autoridades provinciales, agencias de turismo de Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia, y vecinos de Camarones. Entre los presentes estuvieron Diego La Pena, ministro de Turismo de Chubut, y Magalí Volpi, subsecretaria de Turismo.

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Mariana Cassini, coordinadora de Comunidades y Comunicación de Patagonia Azul, destacó la importancia de esta iniciativa: “Cada uno brindó su opinión sobre el potencial de la Ruta Azul y el desarrollo y beneficio que traerá para la provincia y la comunidad”.

El evento incluyó un recorrido por las instalaciones, seguido de un almuerzo donde se discutió el impacto turístico y económico de este proyecto, pensado para impulsar el turismo sostenible en la región.

Dónde queda Isla Leones Camps

Isla Leones Camps cuenta con seis cabañas diseñadas con materiales como madera y chapa, ofreciendo una experiencia que combina confort y respeto por el entorno natural. La electricidad se genera con paneles solares, y aunque no hay señal telefónica, el salón común está equipado con internet para quienes necesiten mantenerse conectados.

El complejo también alberga “El Golfo”, un quincho donde se puede disfrutar de platos que resaltan la gastronomía local, incluidos productos frescos del mar. El fogón se convierte en el lugar de encuentro al caer la tarde, ofreciendo vistas espectaculares del océano.

Los visitantes pueden disfrutar de actividades como trekking, snorkel, paseos en bicicleta y navegación, todas sujetas a las condiciones climáticas. Estas experiencias permiten un contacto directo con la fauna silvestre, como pingüinos, lobos marinos y aves autóctonas, y con la belleza escénica de la región.

Para acceder, se requiere reserva previa y el traslado se realiza por la ruta provincial N°1, que no exige vehículos 4×4 excepto en caso de lluvias intensas. La mejor temporada para visitar es entre noviembre y abril, cuando las temperaturas oscilan entre 10 °C y 35 °C.