El cambio climático, la mayor preocupación de los empresarios para los próximos años
En medio de la incertidumbre global, la mayoría de los grupos empresarios aumentarán sus inversiones en sustentabilidad durante los próximos tres años. El informe completo.
Las preocupaciones ambientales están cada vez más frecuentes entre los hombres de negocios debido a los cada vez más evidentes efectos del cambio climático en las economías y en la vida diaria de las personas, con la consecuente dificultad para medir el impacto ambiental y el costo de los esfuerzos de sostenibilidad como barreras clave para la acción climática.
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Los datos surgen de analizar el Informe de Sostenibilidad de los CxO 2023, que anualmente difunde Deloitte y que este año se conoció bajo el título de “Acelerando la transición verde”.
La encuesta se realizó KS&R Inc. a 2.016 ejecutivos de las mayores compañías del mundo, incluyendo las que operan en la Argentina, durante septiembre y octubre de 2022 en 24 países de Europa; Medio Oriente; Sudáfrica; América y Asia.
Según el reporte “durante el último año, los ejecutivos globales se han enfrentado a una serie de desafíos, incluida la incertidumbre económica, los conflictos geopolíticos, las interrupciones en la cadena de suministro y la escasez de talento, entre otros”.
Pero, a pesar de estos problemas, la preocupación por el cambio climático sigue siendo una prioridad y la mayoría de los ejecutivos mantiene el optimismo sobre que se tomarán las medidas necesarias para evitar los peores impactos del cambio climático.
Cuando se les solicitó que clasificaran los problemas más urgentes para sus organizaciones, el cambio climático surge como uno de los “tres problemas principales”, por delante de otros siete, incluida la innovación; la competencia por el talento y los desafíos de la cadena de suministro.
De hecho, solo las perspectivas económicas clasificaron ligeramente más arriba, en tanto que el 61% de los consultados aseguró que el cambio climático tendrá un impacto alto y muy alto en la estrategia y las operaciones de su organización durante los próximos tres años.
Es más, un 75% de los ejecutivos reconoció que sus organizaciones aumentaron las inversiones en sustentabilidad durante el 2022 y aseguraron que la mayor parte de esas acciones se centran en el uso de materiales más sostenibles; aumento de la eficiencia energética; capacitación del personal y desarrollo de nuevos productos amigables con el clima.
Para Joe Ucuzoglu, CEO de Deloitte Global, “en un año de continua incertidumbre, interrupción y desafíos comerciales competitivos, los líderes empresariales clasificaron el cambio climático como un tema principal”.
El ejecutivo de una de las principales Big Four del mundo, entiende también que el camino hacia un futuro más sostenible llevará tiempo, requerirá inversión empresarial y estará impulsado por tecnologías nuevas e innovadoras, así como enfoques creativos.
“Es prometedor ver que los líderes C-suite están haciendo de la sostenibilidad una prioridad y aumentando sus inversiones para ayudar a liderar el camino”, precisó.
Optimismo que perdura
A pesar de la mayor preocupación por el impacto del medioambiente en sus negocios, casi todos los empresarios encuestados afirmaron que, durante el último año, sus compañías sintieron los impactos del cambio climático.
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Según el reporte de Deloitte, la escasez de recursos y sus costos son los principales problemas que ya afectan a sus organizaciones (46%), mientras que un 45% destacó los cambios en los patrones de consumo o las preferencias relacionadas con el cambio climático y otro y 43% hizo mención a la regulación de las emisiones.
De manera adicional, el 37% de los ejecutivos dijo que el cambio climático está afectando negativamente la salud física y mental de sus colaboradores; un 82% se vio afectado personalmente por los eventos climáticos, siendo el calor extremo el problema más frecuencia, y otro 62% aseguró sentirse preocupado por el cambio climático la mayor parte del tiempo.
Sin embargo, un 78% de los líderes consultados por Deloitte se mostraron “algo” o “extremadamente” optimistas de que el mundo tomará las medidas necesarias para evitar los peores efectos del cambio climático, mientras que un 84% estuvo de acuerdo en que se puede lograr el crecimiento económico mundial al mismo tiempo que se alcanzan los objetivos relacionados con el cambio climático.
Demandas insatisfechas
De la encuesta de Deloitte surge que las organizaciones sienten una gran presión para actuar sobre el cambio climático por parte de sus grupos de interés.
Esto se debe a que un 68% de los ejecutivos dijo sentir un grado de presión de grande a moderado de parte de los miembros de la junta y gerencia de sus empresas; de los entes reguladores; del propio gobierno y de los consumidores y clientes.
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Las presiones también se evidencian de parte de los accionistas e inversores (66%); colaboradores (64%) y de la sociedad civil (64%).
A partir de esas demandas, los ejecutivos se muestran más activos para resolver las demandas todavía insatisfechas, de acuerdo a lo que muestra la encuesta y teniendo en cuenta que más de la mitad de las organizaciones aumentó las acciones de sostenibilidad durante el último año; y un 24% señaló que el activismo de sus empleados condujo a un aumento “significativo” de la acción.
La regulación también influyó ya que el 65% de los ejecutivos reveló que el cambiante entorno de las normas llevó a sus organizaciones a aumentar la acción climática durante el último año.
De acuerdo con el informe, los consultados eligieron el reconocimiento y la reputación de la marca; la satisfacción del cliente y la moral y el bienestar de sus colaboradores como tres de los cuatro principales beneficios de los esfuerzos de sostenibilidad de sus empresas.
“Esto sugiere que muchos ejecutivos ven a las acciones climáticas como una forma de fortalecer las relaciones con las partes interesadas”, detalla el reporte de Deloitte que también enumera los beneficios con la calificación más baja que sugieren que se mantienen las dificultades para definir las oportunidades financieras a largo plazo que ofrecen las medidas de sostenibilidad.
Desafíos que se mantienen
La encuesta revela otro detalle interesante vinculado a las acciones que están tomando las empresas para mitigar los efectos del cambio climático en sus actividades.
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En este sentido, un 59% de los encuestados dijo utilizar materiales más sostenibles mientras que un porcentaje similar aseguró estar aumentando la eficiencia en el uso de la energía; un 50% está capacitando a sus empleados sobre el cambio climático y otro 49 % desarrolla nuevos productos o servicios amigables con el clima.
También un 43% está actualizando o reubicando sus instalaciones para hacerlas más resistentes al cambio climático; 40% está comprando cobertura de seguro contra riesgos climáticos extremos; y 36% ha ofrecido y ofrece asistencia financiera a los empleados que se han visto afectados por condiciones climáticas extremas.
Sin embargo, es menos probable que las empresas implementen acciones que demuestren que han integrado las consideraciones climáticas en sus culturas y que tienen la aceptación y la influencia de los líderes de cada compañía para lograr una transformación significativa.
Por ejemplo, el 21% de los consultados indicó que sus organizaciones no tienen planes para vincular la compensación de los líderes con el desempeño de la sostenibilidad ambiental, mientras que otro 30 % dijo que no tienen planes para presionar a los gobiernos a favor de iniciativas climáticas.
Además, cuando se les preguntó qué tan serios son ciertos grupos para abordar el cambio climático, solo 29% consideró que el sector privado es “muy” serio.
Por otro lado, casi una cuarta parte de los empresarios señaló como una de las principales barreras para aumentar la acción climática a la dificultad de medir el impacto ambiental de sus organizaciones, y casi una quinta parte mencionó el costo y el enfoque en los problemas a corto plazo como barreras.
Del mismo modo, muchas organizaciones admitieron estar preocupadas por una “transición justa”, que busca garantizar que los beneficios sustanciales de la transición a una economía baja en carbono sean compartidos ampliamente y generen un apoyo para a aquellos que pueden perder económicamente.
Sin embargo, la priorización de este tema varía considerablemente según la región y el país como en el caso de Asia Pacífico, especialmente enfocada en una transición justa, mientras que algunos países europeos y los Estados Unidos tienen menos probabilidades de ver este tema como una prioridad.
Acelerar la transición “verde”
La encuesta 2023 de Deloitte muestra que los consultados creen que tanto sus organizaciones como la economía global pueden seguir creciendo, mientras alcanzan los objetivos climáticos y reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. Tomando esta consideración, se les preguntó cómo pueden ayudar a cerrar la brecha entre la ambición y el impacto; romper las barreras para lograr una mayor acción y comenzar a equilibrar los costos a corto plazo que tienen las iniciativas climáticas con los beneficios a largo plazo.
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En ese aspecto, el estudio de Deloitte ofrece varias recomendaciones para comenzar este proceso, incluida la incorporación de objetivos climáticos en la estrategia y el propósito general de su negocio, generando confianza mediante la adopción de medidas climáticas creíbles; empoderando a sus directorios; alentando la acción de las partes interesadas; invirtiendo en las tecnologías actuales y futuras y colaborando para impulsar el cambio a nivel sistemático.