Movilidad sustentable: las ciudades que más innovan y se preparan para el gran cambio

Que la humanidad debe hacer algo por cuidar la “salud” del planeta es una idea que va penetrando cada vez más todas las esferas. Y, aún cuando la realidad está lejos del ideal y los cambios parecen ser más lentos de lo que todos quisiéramos, tal vez la movilidad sea una de las actividades donde más se esté evolucionando.

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Aunque el camino hacia una movilidad sustentable sea bastante desparejo si comparamos regiones, naciones y ciudades, algunas urbes se han convertido en punta de lanza y muestran convicción y creatividad a la hora de pensar en acciones concretas que contribuyan a reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Veamos algunos ejemplos.

Promover una nueva forma de movilidad en una ciudad de más de 12 millones como París no es nada sencillo. Sin embargo, la capital francesa es una de las más avanzadas en la materia gracias a lo ha dado en llamarse la “ciudad de 15 minutos”. ¿Qué significa esto? Que cada barrio disponga de todos los comercios y servicios necesarios, como centros de salud, para que la gente pueda llegar a pie o en bicicleta.

La capital noruega Oslo, por ejemplo, se destaca en el Viejo Continente por cómo promueve la movilidad eléctrica: el 84% de los vehículos nuevos que se venden tienen esa forma de propulsión. Para que ello sea posible, obviamente, las autoridades han desarrollado una gran infraestructura de carga en toda la ciudad.

Ámsterdam, por su parte, es mundialmente conocida por la gran cantidad de bicicletas que circulan por la ciudad. Con 824 km de ciclovías es líder del continente en este rubro. Y otro dato ayuda a comprender la dimensión de esta infraestructura: el 26% de sus calles tienen carriles especiales para este tipo de movilidad.

Viena, en Austria, es otro gran ejemplo de “creatividad” al servicio de una movilidad menos contaminante. Y es que con solo 1 euro es posible utilizar todo el transporte público de la ciudad durante las 24 horas. Esta iniciativa, sumada a la reducción de los lugares para estacionar en el centro, ha disminuido el uso de los autos particulares.

Pero la búsqueda de modelos de movilidad sustentable no solo es patrimonio de las grandes ciudades europeas. En América latina también tenemos algunos ejemplos dignos de ser considerados. La ciudad colombiana de Medellín es una de las más avanzadas gracias a su mirada “integral”. Desde hace algunos años cuenta con lo que se conoce como el Sistema de Transporte Masivo, conformado por una serie de modos de transporte eléctricos con cero emisiones: líneas de metro, tranvía, cables aéreos y rutas de metroplús con buses eléctricos.

También en Colombia, Bogotá se destaca por ser punta de lanza en la materia con su Sistema de Transporte. 1485 buses eléctricos recorren hoy la ciudad, lo que significa una reducción de 94.300 toneladas de CO2 al año, según anunció hace poco la alcaldesa de la metrópoli, Claudia López, en Twitter.

Buenos Aires también

Mientras algunas ciudades europeas parecen haber tomado la delantera en lo que a movilidad sustentable se refiere y Colombia lidera en Latinoamérica, la Argentina tampoco es ajena a estas transformaciones. Desde hace años que Buenos Aires viene apostando a la extensión de su red de ciclovías y a fomentar otras formas menos contaminantes de trasladarnos.

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Las iniciativas oficiales también vienen siendo acompañadas desde el sector privado. Una empresa como Newsan, por ejemplo, está trabajando muy fuertemente con la movilidad sustentable, con el lanzamiento este año de la Siam N4, una moto eléctrica que seduce cada vez a un público más amplio. Más accesible que años atrás, la moto eléctrica tiene un menor costo de mantenimiento, contamina menos y es súper silenciosa. La Siam N4 es una de las grandes novedades del año en lo que a movilidad sustentable se refiere.