Desechos electrónicos, un desafío para la industria
Esto no debe ser una preocupación menor, ya que al no promover una cultura del reciclaje de estos desechos, se genera un desgaste mayor de materias primas.
En el mundo se generan millones de toneladas de desechos electrónicos, derivados del rápido crecimiento económico y del consumismo desacelerado. Esto no debe ser una preocupación menor, ya que al no promover una cultura del reciclaje de estos desechos, se genera una explotación exagerada de materias primas.
Además, esto es una amenaza para la sustentabilidad ambiental del planeta y, como si fuese poco, afecta la salud y las vidas de nosotros, los consumidores. Se sabe que el mal manejo de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), como también se les conoce, tiene implicaciones muy graves para la salud, por lo que en estos aparatos pueden encontrarse hasta 69 elementos químicos, incluidos materiales potencialmente tóxicos como plomo, mercurio, cromo, entre otros.
La presencia de metales pesados y otras sustancias peligrosas que se pueden encontrar en este tipo de desechos, constituyen un riesgo para la salud humana si no se gestionan adecuadamente. De hecho, un monitoreo realizado por las Naciones Unidas concluyó que, en Latinoamérica, al 97% no se les da el manejo adecuado.
Frente a este tema, la situación de Argentina es preocupante. De acuerdo con el Global E-Waste Monitor 2022, la Argentina aún no cuenta con una legislación específica sobre residuos electrónicos ni con una definición legal de los mismos. Las sustancias como los COP (Contaminantes Orgánicos Persistentes) y los componentes que se encuentran en los desechos están regulados como peligrosos. No obstante, ocho provincias cuentan con una normativa específica.
Teniendo en cuenta que las empresas son las mayores productoras y acumuladoras de residuos electrónicos, estas deben plantear nuevas estrategias con una visión a largo plazo, ya sea a la hora de adquirir o elaborar sus equipos. En muchos casos, se justifica el desecho de equipos como un efecto colateral del crecimiento empresarial, desconociendo las soluciones que ya existen para generar economía circular y ser responsables con el medioambiente.
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“Call2Recycle”
Varias son las compañías que han buscado implementar este tipo de prácticas. Zebra Technologies tiene un servicio que les facilita a sus usuarios el reciclaje de sus dispositivos usados. También tienen a su disposición un servicio de reciclaje de baterías para sus clientes. Para ello, la empresa cuenta con contenedores llamados “Call2Recycle”, en los que sus clientes pueden depositar las baterías y programar su recolección desde el sitio web, dejando en manos de expertos el adecuado procesamiento.
Ante el entorno competitivo en el que estamos, las empresas buscan cada vez más desarrollar sus operaciones, haciéndolas más eficientes para ofrecer la mejor experiencia posible a sus clientes. Esto hace que constantemente estén en la búsqueda de nueva tecnología, desechando las versiones anteriores y renovando su stock según sus necesidades. Existen factores alrededor de esta práctica que tienen un impacto en el planeta, pues la fabricación de nuevos dispositivos genera un consumo de recursos naturales y el desecho de la tecnología obsoleta, contamina el medioambiente.
Zebra Technologies, como líder en la industria de soluciones de dispositivos tecnológicos, crea esta iniciativa de economía circular para darle una segunda vida a los dispositivos y desarrollar el crecimiento de la pequeña y mediana empresa del país, a través de equipos renovados a precios competitivos, abriendo la puerta al desarrollo tecnológico de empresas argentinas y cuidando el entorno ambiental.
Con “Circular Economy”, como llaman al programa, Zebra quiere que los clientes que tienen equipos usados de su marca, puedan venderlos a la compañía nuevamente para que sean reparados, revisados bajo los mayores estándares de calidad (se realiza un test de calidad de 24 puntos) y ponerlos de nuevo en el mercado a precios competitivos para pequeñas y medianas empresas o compañías que quieren eficienciar sus operaciones sin altos niveles de inversión. Los equipos renovados de Zebra tienen un segundo ciclo de vida de 2 a 5 años.
En el contexto actual es imprescindible que las empresas comprendan el impacto que generan sus desperdicios electrónicos y tomen conciencia de las implicaciones de comprometerse a ser socialmente responsables. Una de las estrategias que pueden implementar es adquirir equipos restaurados, certificados por el fabricante. Esto garantiza que sean completamente funcionales para la optimización de las cadenas de suministro. Además, pueden beneficiar económicamente a los negocios, pues en 2019, este tipo de desechos contenían aproximadamente 1700 millones de dólares de materias primas secundarias como oro, tierras raras, hierro, cobre y aluminio.
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Estas estrategias no solo responden a las demandas del ecosistema, sino también a las exigencias actuales de los usuarios. Si bien el mundo tecnológico avanza todos los días a pasos agigantados, la marcha de la sostenibilidad tiene que ser aún más rápida.
Por: Andrés Rincón, GMSS LATAM Portfolio Manager, Zebra Technologies LATAM.