Scania Argentina busca liderar la descarbonización del transporte
La empresa tiene ambiciosos objetivos a nivel global y local para lograr un transporte sustentable.
El transporte es uno de los principales emisores de gases de efectos invernadero (GEI). La combustión de diésel, gasolina y otros combustibles fósiles utilizados por automóviles, camiones y transporte de pasajeros generan elevadas emisiones de dióxido de carbono (CO2), uno de los principales gases causantes del cambio climático.
Para cumplir el objetivo del Acuerdo de París y también para llegar a una descarbonización de la economía para 2050, esta industria tiene uno lo desafíos más importantes, siendo que varias empresas del sector ya han fijado metas de reducción y están innovando en combustibles alternativos para disminuir las emisiones.
En esta carrera se encuentra Scania, que está desarrollando fuertemente el tema a nivel local, razón por la que desde Economía Sustentable dialogamos con Alejandro Pazos, Chief Marketing Officer (CMO) de Scania Argentina.
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“En 2015, Scania refundó su propósito de marca con el nuevo objetivo de liderar el cambio hacia un sistema de transporte sostenible”, empieza explicando Pazos. En este nuevo camino la compañía estableció ambiciosos objetivos a alcanzar en tres estadios:
En primer lugar, para 2020, apuntaron a lograr que el 100% de sus plantas industriales funcionen con energía limpia. Objetivo que se cumplió en abril del año pasado. “En el caso de Argentina, la planta de Tucumán funciona con un parque eólico ubicado al oeste de la provincia de Córdoba”. De este acuerdo, con Central Puerto, se incluye la planta industria, oficinas y la red de concesionarios. “El 100% de las instalaciones, fábricas y concesionarios de Scania funcionan con energía limpia.”, afirma Pazos.
El segundo objetivo es para 2025. Para ese año se estableció que todas las operaciones comerciales emitan un 50% menos de emisiones de dióxido de carbono equivalente (tomando como año base el 2015). Este meta también se superó en el país, a través del acuerdo con Central Puerto.
En paralelo, este objetivo se conjuga con otro: que todos los vehículos que se entreguen en el año 2025 consuman o emitan un 20% menos de dióxido de carbono por kilómetro recorrido, respecto a los entregados en 2015.
“Además de bajar las emisiones de dióxido de carbono internas, estamos trabajando con los vehículos cuando están en manos de nuestros clientes.”, aclara el CMO.
El último objetivo es para 2050. “Para ese año todos nuestros productos deberían ser capaces de funcionar con un combustible de origen no fósil”. Pero, recientemente esta meta se adelantó 10 años. “Asumimos otro compromiso global internacional: The Climate Pledge que establece para el 2040 que el 100% de nuestros vehículos debería ser capaces de funcionar con energía 100% renovable”.
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Estrategia de descarbonización
Para lograr esta última meta están trabajando para bajar las emisiones de los productos. Esto se realiza a través de tres grandes pilares:
El primero es la eficiencia energética, es decir, ofrecer la tecnología que consuma menos combustible por kilómetro recorrido. “En 20 años, un camión pasó de consumir 40 litros para hacer 100 km a 28 litros.”, ejemplifica Pazos.
En el segundo pilar se encuentran los combustibles alternativos y renovables, en vías a la electrificación. ¿Por qué en vías? “El futuro es eléctrico, el tema es cómo generar esa molécula de electricidad para hacer funcionar el vehículo.”, responde Pazos. En este sentido, Scania ofrece el rango más amplio de vehículos que pueden funcionar con distintos tipos de combustibles alternativos.
“Estamos desarrollando todos (eléctricos, híbridos, hidrógeno, etc), porque el combustible que vamos a elegir dependerá de la matriz energética del país donde funcionará.”, informa el responsable.
En el caso de Latinoamérica la energía eléctrica no se genera de manera limpia. Como respuesta a esto, trabajan con la línea de productos “Green Efficiency”, que funcionan con combustibles alternativos al diésel, para hacer una descarbonización del transporte. Entre las alternativas se encuentra el gas que, aunque es de origen fósil, disminuye las emisiones de dióxido de carbono hasta un 20% y no produce material particulado, causante del smog y de enfermedades respiratorias.
En esta línea, se ofrecen vehículos que pueden utilizar gas tanto en estado líquido (GNL) como en o gaseoso (GNC). “Este es un paso previo para poder utilizar biogás en el futuro.”, destaca Pazos. El biogás puede ser generado de la basura, desechos cloacales y de restos de procesos industriales. Además, explica que ya están trabajando con socios estratégicos en el desarrollo de plantas de biogás.
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Con respecto a los productos de la línea “Green Efficiency”, se incluyen camiones de distribución, de higiene urbana, de recolección de residuos, transporte de pasajeros y ómnibus urbanos. Recientemente entregaron un camión demo para las principales empresas de higiene urbana de la Ciudad de Buenos Aires y próximamente lo harán con otras compañías.
Con respecto a la aceptación de los productos, observan buena recepción. “En algunos casos hay transportistas que por convicción se vuelcan a esta tecnología, pero otros que no están embebidos en el tema trabajan para empresas grandes, siendo ellas las que exigen estos estándares.”, señala Alejando Pazos.
Otro punto clave en este camino es el trabajo en alianza. A nivel nacional trabajan con Ministerio de Transporte; Ambiente y Desarrollo Sostenible; Trabajo, Empleo y Seguridad Social; Desarrollo Productivo; y también con el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, ya que muchas de las pruebas de estos vehículos las realizan conductoras mujeres.
“Hay una brecha de género muy grande en el transporte. Estamos trabajando para achicarla y tener un sistema de transporte más diversos e inclusivo.”, afirma Pazos. En este sentido, además de hacer los motores eficientes, buscan capacitar a los conductores y conductoras, ya que esto permite bajar los consumos. “Está demostrado que las mujeres tienden a mantener menores consumo de combustible porque son más prolijas al momento de ejecutar una acción”.
Desafíos y próximos pasos
En este punto, Alejando Pazos precisa que: “El desafío es entender la sostenibilidad en su ciclo completo de vida”. Por ello, se debe entender el ciclo completo de los productos, desde su concepción hasta comprender cómo es el proceso de constitución de los combustibles y su disposición final.
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Asimismo, agrega que es necesario “comprender la sustentabilidad como parte estratégica del negocio y como única alternativa, entendiendo la sustentabilidad como un todo”. En sus palabras, indica que para ser sustentable el proyecto tiene que ser ambientalmente correcto, brindar un beneficio a la sociedad y ser económicamente viable.
Por último, sobre los próximos pasos, detalla que es transitar la descarbonización. “Primero con los biocombustibles utilizando biodiesel, biogás, gas, -que el primer paso antes que el biogás- y después acompañar el desarrollo de la matriz energética del país, para incorporar nuevos productos en función de su evolución.”, finaliza el CMO.