Proponen eliminar la producción de tabaco para mejorar el medioambiente
Se trata del Proyecto Wanda, que ya se aplica en Misiones la alternativa de reemplazar las tierras destinadas al cultivo de tabaco. En qué se utilizan.
De manera casi casual, la industria tabacalera argentina se convirtió en una de las protagonistas de la Ley Bases que el Gobierno envió al Congreso para modificar una gran cantidad de normas y medidas que rigen la economía local.
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El sector fue puesto bajo la lupa por la gran cantidad de impuestos que tributa un paquete de cigarrillos y, en especial, por la fuerte disputa que envuelve a una empresa local con las subsidiarias de las dos principales multinacionales de este sector como son British American Tobbaco (BAT) y Philips Morris.
En este caso, se trata de Tabacalera Sarandí, propiedad del conflictivo empresario Pablo Otero, y Massalin Particulares y la ex Nobleza Piccardo que se quejan de competencia desleal por parte de la firma local que no paga uno de los principales impuestos al tabaco.
En este sentido y luego de varias idas y vueltas, la Ley Bases sería aprobada con los cambios que la administración libertaria propuso para emparejar la competencia y mejorar la recaudación fiscal proveniente de la industria del tabaco en Argentina.
En este sentido, un informe de la consultora abeceb.com señala que, de ser aprobada en su totalidad, esta normativa permitiría al Estado incrementar sus ingresos en más de u$s600 millones anuales y corregiría distorsiones fiscales que han afectado al sector durante casi una década.
De acuerdo al trabajo, en términos acumulados, la recaudación entre 2024 y 2026 podría incrementarse en más de u$s2.700 millones de los cuales u$s2.200 millones provendrían del Impuesto Interno, que actualmente elude pagar Tabacalera Sarandí, y que es coparticipable.
Del resto, otros u$s207 millones se destinarían al Fondo Especial del Tabaco (FET) para las siete provincias productoras tabacaleras (Jujuy, Salta, Misiones, Tucumán, Corrientes, Chaco y Catamarca), y u$s200 millones de dólares irían a la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).
Recaudación en baja
Es que la Ley Bases propone un aumento de la tasa del Impuesto Interno sobre los cigarrillos del 70% al 73% y la eliminación del Impuesto Interno Mínimo, el que le vino permitiendo a Pablo Otero vender sus productos a precios más bajos gracias a medidas cautelares obtenidas en la Justicia Federal que lo llevaron a controlar actualmente el 40% del mercado.
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En este sentido, abeceb.com estima que el Estado Nacional ha perdido más de u$s5.800 millones en los últimos ocho años debido a la evasión fiscal de esta empresa.
El impacto de la Ley Bases no se limitaría al aumento de la recaudación nacional ya que las provincias productoras incrementarían sus ingresos, lo cual es crucial para economías que dependen en gran medida de la producción de tabaco que podrían financiar proyectos locales y programas sociales, mejorando la calidad de vida en estas regiones y reduciendo la dependencia de subsidios federales.
Una “alternativa” saludable
Si bien, en cada una de esas provincias la producción tabacalera es considerada fundamental para sus economías tanto por la mano de obra que genera como por la recaudación que reciben, existen sectores que están promocionando sustituir este cultivo y sumarse a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU para el 2050.
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Lo hacen, sabiendo que la comercialización de cigarrillos en la Argentina es un punto fuerte de recaudación para esas economías regionales pero con la premisa de no sólo beneficiar la salud, sino también asegurar la sustentabilidad de los productores y el cuidado ambiental.
Uno de eso proyectos se bautiza como Wanda, y está siendo desarrollado en Misiones bajo consignas como que el tabaquismo representa un problema de salud para las personas que fuman y su entorno y también para los cultivadores del tabaco y el medio ambiente.
En este marco, y junto con la Agencia de Desarrollo del Norte Misionero y la Cooperativa de Trabajo Integral Wanda Ltda. Misiones han desarrollado la iniciativa que, según explican sus creadores, brindará a los productores tabacaleros sustentabilidad, de manera de poder abandonar el cultivo, alineado con los ODS de la ONU.
Del tabaco a la diversificación
En concreto, el trabajo que se viene realizando en Wanda responde al ODS 3, Salud y Bienestar tanto para los productores afectados por agrotóxicos en sus cultivos, como para la población en general como forma de prevención del tabaquismo.
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También para estar en línea con el ODS 8, de “Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos”, para lo cual el proyecto se centró en la capacitación de los productores para que se iniciaran en la producción y distribución de pollos y la diversificación de cultivos, de manera de brindar sostenibilidad en el tiempo.
“De esta forma, los productores fueron capacitados también en tareas administrativas y comerciales y, junto a sus familias se trabajó con un técnico para acompañar el crecimiento de la producción y se dispuso de un furgón para el transporte de la mercadería y en pocos meses fue cubriendo el consumo de la mayor parte de la provincia”, destaca el informe del proyecto Wanda.
En cuanto a la producción, asegura que se diversificó para lograr mayores ingresos y que parte de las tierras destinadas al cultivo de tabaco comenzaron a ser utilizadas para la siembra de frutas, verduras y hortalizas, que son las de más rápida comercialización.
Además, se construyeron galpones de cría de pollos y una planta de faena, actividad que debió suspenderse por decisiones gubernamentales a raíz de la Gripe Aviar.
En este caso y pese al tiempo transcurrido y que esta enfermedad ya no significa un riesgo mundial para la población, la Cooperativa está aún a la espera que el gobierno provincial le otorgue todos los permisos definitivos para poder relanzar su producción y así continuar el proyecto.
Cuidar la salud
En la actual etapa, se sumó la producción de bambú, cuya utilización va desde la construcción hasta la industria textil con una curva creciente de demanda en el mundo entero.
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Todas estas etapas del proyecto se alinean con el ODS 12, “Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles”, señalan desde la cooperativa dado que no se utilizan agroquímicos, cuidando el medio ambiente, y se asientan en la economía circular en donde el reciclado es parte de la cadena productiva.
“La producción tabacalera se realiza en pequeñas plantaciones, que pueden ser de dos o tres hectáreas, para lo cual se utilizan agroquímicos que son nocivos para la salud de los cultivadores”, señala el documento que además advierte que dicha situación se debe a que el tabaco tiene una gran incidencia en cuanto a la presencia de insectos.
Por este motivo explica que es intenso el fumigar y que, al cubrir una superficie pequeña de cultivo, esta actividad se realiza en forma manual, a diferencia de otros cultivos en donde se trabaja con maquinaria.
Esto permite alinear el proyecto al ODS 12, “Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles” evitando el contacto con productos tóxicos para las personas y el ambiente hasta tanto se alcance la sustitución del cultivo.
“Estas acciones fueron posibles gracias al aporte de donantes individuales que confiaron en el trabajo que lleva adelante, desde hace 47 años, la Fundación SALES en investigación científica y prevención del cáncer”, agrega el paper.