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¿Y en Argentina?

Philip Morris quiere desembarcar en más países de América Latina con productos libres de humo

La multinacional está solo en 10 mercados de América y pone énfasis en el problema de salud que genera el cigarrillo. En Argentina, Massalin Particulares frenó una inversión de u$s 300 millones. ¿Cómo funcionan estos dispositivos?

“Si no fumás, no empieces; si fumás, dejalo; si no lo dejás, cambiá”. Bajo esa premisa, Philip Morris International (PMI) busca dejar atrás el negocio de los cigarrillos y profundizar en el de los productos libres de humo, alternativa que muchos países restringieron o directamente prohibieron, como es el caso de la Argentina.

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Los productos sin humo representaron aproximadamente el 35% del total de los ingresos netos de la multinacional durante el primer trimestre de este año. Así, buscan convertirse en 2025 en una empresa “libre de humo” y “dejar de vender cigarrillos en varios países al 2030”.

Para eso, ya invirtieron más de u$s 10.500 millones para desarrollar, fundamentar científicamente y comercializar productos alternativos que están destinados a las personas que no quieren dejar de fumar.

Mario Masseroli presidente América Latina para PMI y María Paula Cardona, directora de Comunicaciones Américas para PMI.

En América, PMI ya entró en 10 países con estos productos, como es el caso de Colombia. “El principal problema que hay y que impide avanzar desde el punto de vista real de gestión en salud pública, es que esto se transformó en un tema ideológico y no en un tema de salud”, sentencia Mario Masseroli, presidente de América Latina para PMI, durante Technovation, evento que realizó la compañía en la ciudad de Cartagena para explicar su hoja de ruta.

Y suma: “Muchas organizaciones, en particular las ONG antitabaco, tienen por objetivo no solucionar el problema de salud pública, el objetivo de ellos es la bancarrota de la industria tabacalera. Si nos ponemos de acuerdo en que hay que solucionar el problema de salud pública, el avance sería muchísimo más rápido. La discusión tiene que ser basada en ciencia y no en ideología”.

En diálogo con este medio, como VP de Asuntos exteriores América Latina para PMI, Matías O’Farrell pone énfasis en que el primer desafío de la región es “que el consumidor tenga la información correcta por parte nuestra, por parte del regulador, que pueden ser distintas instituciones del Gobierno, y de los medios. Sin eso es imposible”.

“Y la segunda, sacarnos un poco de encima toda la ideología para poder, justamente, basarnos en evidencia”, agrega.

Qué pasa en Argentina con los productos libres de humo

En Argentina hay más de 7 millones de personas que fuman y cada año mueren más de 44.000 personas por enfermedades relacionadas con el tabaco, según la 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de 2019 que publica el Indec.

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En marzo de este año, el Ministerio de Salud de la Nación, a través de la Resolución 565/2023, “prohibió la importación, distribución, comercialización y publicidad en todo el país de distintos tipos de cigarrillos electrónicos, incluidos sus accesorios, por ser potencialmente dañinos para la salud”.

Para Matías O’Farrell, VP de Asuntos exteriores América Latina para PMI la prohibición “atrasa”.

En la normativa aclara que los Productos de Tabaco Calentados (PTCs) “producen aerosoles con nicotina y otras sustancias químicas como el acetaldehído, la acroleína y el formaldehido, las cuales son dañinas y potencialmente dañinas para la salud” y “son especialmente atractivos para niños, niñas y adolescentes”.

En consecuencia, Massalin Particulares, filial local de PMI en Argentina, frenó una inversión de u$s 300 millones en el país que incluía la comercialización de productos libre de humo, la producción de los “heets” (barras de tabaco que van en los dispositivos electrónicos), más puestos de trabajo en blanco, así como la ampliación de su planta en Merlo, provincia de Buenos Aires.

“La prohibición atrasa -sentencia O’Farrell-. ¿Cómo explicás que un país que es el séptimo productor mundial de tabaco, octavo exportador mundial, donde podemos decir que tenemos el know-how del tabaco, se presenta un nuevo producto que ya se vende en más de 80 países en el mundo, que fue aprobado dos veces por la FDA, y acá está prohibido? Yo no lo entiendo, o sea, realmente no me entra en la cabeza. Entonces, ahí uso la palabra ideología o intereses creados, porque no encuentro una respuesta lógica”.

Desde la empresa alegan que la no regulación o eliminación se traduce luego en productos ilícitos que circulan en los mercados, sin ningún tipo de control para que el consumidor sepa qué está fumando y por eso abogan porque se les aplique una regulación diferencial.

En Argentina, hay más de 7 millones de personas que fuman y cada año mueren más de 44.000 personas por enfermedades relacionadas con el tabaco.

“Las leyes en Argentina, sobre todo la ley fiscal, son leyes viejas que no están hechas para este tipo de producto, tenés que actualizarlas. La pregunta es, ¿queremos que estos productos avancen? Si no queremos, bueno, entonces tapemos el sol con un dedo y dejemos que los 500 mil usuarios en el país sigan vapeando cualquier cosa”, asevera O’Farrell.

En este sentido, agrega que los productores de las siete provincias tabacaleras del país “quieren que esto se venda” porque aumentan sus ventas y “están alineados con el tema de que este producto es menos dañino”. “Pasa que la política argentina está un poquito trabada en este momento y el Congreso ni que hablar, pero sí hay proyectos dando vueltas a favor de la regulación de este tipo productos”, suma O’Farrell.

Qué son los productos libres de humo, cuánto cuestan y cómo funcionan

A nivel mundial existen diferentes tipos de productos libres de humo. ¿Cuál es la diferencia central con un cigarrillo común? Que estas alternativas no queman tabaco y no producen humo a la vez que no generan fumadores pasivos, según recalcan desde PMI.

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En este sentido, aclaran que el humo del cigarrillo contiene más de 6.000 productos químicos, de los cuales alrededor de 100 fueron clasificados por las autoridades de salud pública como “dañinos o potencialmente dañinos”.

Portafolio d productos de PMI.

La mayoría de los productos libres de humo proporcionan nicotina que, junto con el sabor y el ritual, son parte de la “experiencia” de fumar. Cabe señalar que si bien la nicotina es adictiva y no libre de riesgos, no es la causa principal de enfermedades relacionadas con el tabaquismo. “La principal causa de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo son los altos niveles de sustancias químicas dañinas que se encuentran en el humo del cigarrillo”, precisan.

Dentro del portfolio de PMI hay productos de tabaco calentado, que utiliza tabaco real y nicotina natural; cigarros electrónicos o vapeo, que contienen líquido con nicotina y no contienen tabaco; snus, que son bolsas de tabaco para uso oral que contienen nicotina natural, y los parches de nicotina, que no contienen tabaco y la nicotina es natural.

Así son los dispositivos IQOS.

¿Cuál es la alternativa “menos dañina”? “Todos estos productos, incluido el cigarrillo, los habanos, el tabaco de armar, todos existen en un continuo de riesgo. El de más riesgo es el cigarrillo y el de menos es la terapia de reemplazo con nicotina, por ejemplo, los parches, los chicles. Si tenemos que poner estos productos en un continuo de riesgo, la verdad es que todos están muy próximos a la terapia de reemplazo con nicotina, pero aquellos como los sobres de nicotina tienen incluso un perfil de riesgo menor que los productos que contienen tabaco, porque es nicotina purificada”, explica Andrea Costantini, médica y directora de relacionamiento científico Américas para PMI.

¿Qué precios manejan en los mercados en donde se venden estos productos? Desde la empresa explican que hay distintos modelos de calentadores de tabaco, que suelen tener 14600 usos, una vida útil de dos años aproximadamente y se cargan con USB-C. Los precios varían de acuerdo al modelo y sistema de calentamiento del dispositivo: la línea económica “Bons” cuesta u$s 12, mientras que los IQOS van desde u$s 30 hasta u$s 70. Los “heets” tienen un precio similar al de un atado de cigarrillos de la línea Malboro.

“Para una persona que va a continuar fumando, cualquier alternativa sin combustión es mejor”, asevera Costantini, y remarca que los productos libres de humo “no generan fumadores pasivos”.

¿Ampliación de la cartera de los productos?

Desde PMI aseguraron a este medio que están expandiendo el portfolio de productos. “Compramos tres empresas farmacéuticas que son especialistas en inhaladores y otra que está intentando aprobar en la FDA una especie de aspirina, pero que no es de todos los días, sino que se toma cuando vos empezás a sentir algo, por ejemplo, un preinfarto y actúan en menos de una hora”, cuenta O’Farrell.

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“Están incursionando en otras cosas, pero por ahora de cannabis no se está hablando”, precisa O’Farrell y asegura que la empresa está en un proceso de “transición” con los productos libres de humo, que arrancó en 2014 y “que va de manera rápida, ya que para el 2026 esperan que sea el 50% de los ingresos, y al 2030, de entre 66 y 67%”.

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Fecha de publicación: 23/10, 10:21 am