La compañía tabacalera más reconocida del mundo deja atrás los cigarillos y cambia su modelo de negocio

No es la primera vez que una compañía cambia su modelo de negocios. Ya lo han hecho Nintendo, que comenzó vendiendo naipes; Samsung, con pescado y verduras; y Nokia con papel higiénico. Ahora, Philip Morris se suma a esta tendencia y modifica su propósito.

Hace más de 15 años la compañía líder, Philip Morris, decidió que tenía que dar un paso al frente a la hora de abordar el daño que causan en la salud sus productos: los cigarrillos. 

De esta manera, la compañía empezó una gran transformación sin precedentes para conseguir un futuro libre del humo de los cigarrillos. Para lo cual, ha realizado una gran apuesta por la investigación científica y el desarrollo de alternativas.

Hoy en día, a pesar de las campañas para dejar de fumar y de prevención en muchos países, los datos de la incidencia del hábito de fumar en el mundo demuestran que el tabaquismo es un grave problema sin resolver.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente 1300 millones de personas en todo el mundo fuman cigarrillos u otros productos de tabaco de combustión. Por otra parte, está demostrado científicamente que fumar causa enfermedades graves: por ejemplo, hay 8 de cada 10 casos de cáncer de laringe y pulmón. 

El fin de los cigarrillos

La apuesta de Philip Morris por el I+D es total, con un amplio programa de investigación científica que incluye 251 estudios de evaluación toxicológica, 26 ensayos clínicos y 58 de percepción y evaluación de comportamiento desarrollados desde 2015. 

El objetivo de la compañía es acelerar el final de los cigarrillos ofreciendo a aquellos que no van a dejar de fumar mejores alternativas científicamente probadas. 

De hecho, desde que en 2016 anunciaran públicamente su intención de ser una compañía libre de humo, las ventas de sus productos de tabaco de combustión han caído un 27%.

Hasta el momento, Philip Morris ha invertido cerca de USD 11000 millones en investigación científica y desarrollo de productos libres de humo, y más de 1500 científicos e investigadores para buscar alternativas que, al eliminar la combustión, eviten la generación de humo. 

Cabe destacar que la inhalación del humo es la principal causa de enfermedades asociadas al hábito de fumar, debido a las sustancias químicas dañinas que se generan al quemar el tabaco. 

Sustituir progresivamente los cigarrillos convencionales por alternativas sin humo es el objetivo total de la compañía para afrontar su gran desafío de sostenibilidad. Así, reducir el impacto que tienen sus productos en la salud de sus consumidores.

Por otro lado, la transformación de Philip Morris no solo tiene que ver con mitigar los daños causados por los productos de combustión como el cigarrillo sino también con generar un impacto positivo en la sociedad. 

De hecho, el progreso hacia su objetivo se está materializando y va avanzando a pasos agigantados ya que, a día de hoy, más del 35% de los ingresos netos de la compañía proceden de los productos libres de humo.

“Gracias a la ciencia, a la innovación tecnológica, Philip Morris tiene la oportunidad de conseguir una transformación total y demostrar que nuestros esfuerzos no son solo compatibles con un desarrollo sostenible, sino que también pueden desempeñar un papel clave para enfrentarse a uno de los principales desafíos de esta sociedad: el tabaquismo”, comenta Jennifer Motles, directora de Sostenibilidad de Philip Morris International.

“Proporcionar mejores alternativas para los millones de personas que siguen fumando cigarrillos, significará una contribución de suma importancia para la sociedad y para conseguir un futuro sin humo”, agrega.

Jacek Olczak, director ejecutivo de Philip Morris International, añade: “Estamos avanzando hacia nuestra aspiración de convertirnos en una empresa mayoritariamente libre de humo y, en última instancia, eliminar gradualmente los cigarrillos”. 

“A través de un compromiso constructivo vamos a acelerar el ritmo de un cambio impactante y completaremos nuestra transformación para siempre”, concluye Olczak.