Leo Montero: “El veganismo va a salvar al mundo porque es la manera de cuidar el medioambiente”

Leo Montero es de esos conductores que no se pondrían al frente de un programa si no lo siente como propio. Al hacerse cargo de un ciclo se “pone la camiseta”, como suele decirse. Sucedió con “100% Lucha”, donde transmitió su pasión por los deportes. También con “AM”, que le permitió agregarle a las noticias la cuota de humor que tanto lo caracteriza (y alcanzar la popularidad a nivel nacional). “Mejor de Noche” fue otro de los casos donde pudo ser él mismo e imponer su impronta. Ahora, con “Pocas Pulgas”, encontró su lugar en el mundo, la manera de generar conciencia sobre los animales.

“Los cambios se verían en el corto plazo”

Lo que surgió como una sección en “Mejor de Noche”, levantó vuelo propio. Todos los domingos a las 12, por América, Leo se pone al frente de “Pocas Pulgas”, en el que las personas pueden dar aviso sobre animales en adopción o impulsar campañas de concientización acerca de maneras de no agredir y ayudar a diferentes especies. Para el conductor, el cuidado de los animales y un cambio drástico en la alimentación son los pilares fundamentales para el desarrollo sustentable y el cuidado del medioambiente.

“Soy vegano, proteccionista animal, tengo cuatro perros rescatados y genero concientización sobre estos temas en los medios y las redes sociales”, responde sin dudar ante la consulta de Economía Sustentable, sobre la importancia que le da en su vida cotidiana al cuidado del medioambiente.

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Según su testimonio, si las personas dejaran de consumir carne, los cambios en el planeta se verían en el corto plazo. “Por supuesto que cuido el agua para lavar cosas y cepillarme los dientes y tiro la basura donde corresponde. Como vegano que soy, no uso cueros ni consumo nada animal, no se trata solo de lo que comés. Cuando dicen que el veganismo va a salvar el mundo es verdad, porque justamente es lo que permitiría de una manera rápida cuidar el medioambiente”, afirma.

“La producción y la matanza de animales para el consumo humano hacen que nuestra tierra, nuestra agua, el cielo, la capa de ozono y los recursos naturales estén lastimados y castigados. Con esto quiero decir que se talan los bosques para sembrar soja y se usa una gran cantidad de agua con el objetivo de alimentar a los animales, que después se los van a comer las personas. Si esto no sucediera, el mundo sería mucho más sustentable y saludable para la salud de los humanos y para nuestra casa, que es el planeta”, explica.

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Decisión individual y política pública

El cordobés de 50 años está casado desde 2009 con Malu Tedesco, vegetariana y también defensora de los animales. En sus redes sociales se intercalan algunas fotos con ella, otras de su trabajo como conductor y la mayoría, por supuesto, de perros propios y ajenos.

“Todo el círculo de la protección de los animales para preservar el medioambiente es muy fácil de entender, pero difícil de aplicar porque el ser humano está encaprichado en destruir su propio hogar“, asegura.

“No queremos entender que eso es lo que de verdad salvaría al mundo, y lo haría muy rápido: habría más y mejor comida. En última instancia, también es tener piedad para con los animales, aunque para mí eso está en primer lugar porque somos todos iguales y tenemos el mismo derecho a vivir. No es solo un sueño mío, sino de mucha gente”, agrega Leo, que en enero participó de Veganuary 2022, con el objetivo de invitar a otras personas a probar el veganismo.

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Leo señala que los individuos deberían tomar decisiones rápidas y contundentes para generar un cambio en el medio ambiente, sin embargo, la responsabilidad de un cambio también recae sobre las autoridades: “Cada uno aporta lo suyo desde lo que tiene, pero la resolución práctica y rápida a nivel mundial sería que las potencias no miren para otro lado, sino que ejecuten acciones e interesarse por preservar el mundo”.

En ese sentido, finaliza: “Con cambios serios, el planeta se va a reponer rapidito, en cinco, diez años. A los hechos me remito: fijate lo que pasó al principio de la pandemia. Cuando el hombre paró la maquinaria, el cielo y las aguas se limpiaron y los animales volvieron al lugar que los humanos les habían sacado. Salieron al pavimento, que antes no existía, porque ahí estaba su hábitat”.