Facundo Arana: “Podemos arreglarnos con la mitad de los recursos que usamos sin modificar nuestra forma de vida”

Subió tres veces al Aconcagua e hizo cumbre en el Everest. Viajó por todos lados en avión, auto, moto, camioneta, bicicleta y a dedo. Piloteó aviones, se tiró en paracaídas, hizo surf y buceó. Facundo Arana conoce el planeta como pocos y la experiencia le sirvió para entender lo importante que es cuidarlo. “El único enemigo del equilibrio natural somos nosotros mismos”, afirma.

Lejos de catalogarse como actor, músico o escritor -acaba de lanzar su libro de cuentos “La pluma de Caly”-, Arana se define simplemente como un “lifeholic”, tal como deja asentado en su biografía en Instagram. Una palabra que podría traducirse como “persona que ama sacarle el máximo provecho a la vida”. No es palabrerío: él está enamorado de la vida y para disfrutarla es requisito cuidar el planeta. 

“Creo que la buena educación general, la formación en cuanto al medioambiente y el sentido común en lo referido al cambio climático suponen como resultante mejores usos y costumbres en cuanto al cuidado del medioambiente. Tomo prestada la frase que dijo Nicole Neumann (en la primera entrevista de esta sección de Economía Sustentable): ‘No hay planeta B para vivir’”, asegura Arana. 

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Son varios los hábitos que el reconocido actor ha modificado a lo largo de los años con el objetivo de llevar una vida más sustentable. Lo primero que destaca es optar por la iluminación LED. Sabe que no es barato, por eso aclara la importancia de hacer el cambio de a poco.

Respecto al agua, señala: “Cada uno en casa sabe cómo cuidarlo y es responsable de hacerlo con diferentes acciones, como apagar la ducha mientras te lavás la cabeza y enjabonás el cuerpo, o cerrar la canilla mientras te lavas los dientes. ¡Vamos! Todos lo sabemos. Cada uno debe hacerse responsable”.

Recomienda, además, reciclar en el hogar. Una tarea más sencilla de lo que parece: “A quienes puedan, si tienen jardín o balcón, recomiendo hacer compost. Es una tarea que se puede hacer en familia y ayuda a aprender cómo cuidar el medio ambiente de manera sencilla. En Mar del Plata, por ejemplo, hay un emprendimiento de composteras geniales. En Instagram se llama @greeners_compost y hacen envíos a todo el país. También pueden seguir a @greenpeacearg, donde se van a poder enterar de muchas cosas que hay que saber”.

– ¿Cómo repercuten estas acciones en las generaciones más jóvenes?

– Los chicos ya preguntan sobre las emisiones de gases de los autos, si los aviones “queman” oxígeno y si las plantas consumidas por el fuego vuelven a crecer… Ya sabemos que el único enemigo del equilibro natural somos nosotros mismos. Todo lo que no es gestionado como corresponde llega a los ríos y, entonces, al mar, que dejó de ser “el cuarto del fondo” donde se tira todo lo que no sirve.

-Las pequeñas acciones pueden ser miles, como no tirar colillas de cigarrillos a la calle, porque terminan llegando a los ríos y a los mares, causando gran contaminación. Lo mismo sucede con las pilas. El cambio es entre todos. Si la mayor cantidad posible de gente hace un mini esfuerzo, entre todos podemos marcar la diferencia.

– ¿Cómo se puede hacer para que la gente empiece a cambiar pequeños hábitos?

– Debemos generar pequeños cambios en los hábitos en cuanto a la gestión de los recursos como el agua y los alimentos, así como de los deshechos y los combustibles. Estos cambios nos muestran enseguida que podemos arreglarnos con mucho menos de la mitad de lo que usamos sin modificar nuestra forma de vida. La comunicación hoy es muy sencilla a través de las redes que hoy existen. Solo tenemos que impulsarlo entre todos.

– El país necesita dólares por la delicada situación económica que atraviesa y para pagarle al FMI y a distintos acreedores privados. ¿Cómo se podrían generar dólares sin descuidar el medioambiente? 

– Lo que puedo decir es que debemos generar dólares para honrar las obligaciones con el FMI y acreedores privados, pero hacerlo descuidando el medioambiente debería ser penado por la ley. Y no debería ser permitido por esos acreedores.

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– Exploración offshore, en Mar del Plata: científicos dicen que se trata de un proceso amigable con el medioambiente, pero los activistas denuncian que arruinaría la vida del fondo marino. ¿Qué opinión tenés respecto a esta actividad?

– No se puede descreer de los científicos. Si se trata de una actividad amigable con el medioambiente, está bien. Por eso sí a la minería, no a la contaminación. Más vale pobreza con salud que riqueza con cáncer.

– ¿Qué falta para que haya una verdadera conciencia colectiva en la Argentina sobre el cuidado del medioambiente?

– Todo está en la educación y el compromiso colectivo. ¡Menos recursos para las armas y más recursos para cuidar al planeta! Mientras haya un ser humano con hambre en el mundo -y hay muchos-, una sonda explorando Marte es la demostración certera de que quizás sea mejor extinguirnos. Por la salud del cosmos.