Identificaron el significado del gruñido de los cerdos con Inteligencia Artificial: qué determina en su estado de salud

Un grupo de científicos de la Universidad de Copenhague usaron la Inteligencia Artificial para lograr identificar qué les ocurre a los cerdos cuando gruñen y poder ayudar a los granjeros en la crianza de los animales.

Los científicos creen que el traductor de cerdos de IA, que convierte los oinks, gruñidos y chillidos en emociones, podría utilizarse para monitorear automáticamente el bienestar de los animales y allanar el camino para un mejor tratamiento del ganado en las granjas.

“Hemos entrenado el algoritmo para decodificar gruñidos de cerdo”, reveló la doctora Elodie Briefer, experta en comunicación animal, que codirigió el trabajo en la Universidad de Copenhague.

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“Ahora necesitamos a alguien que quiera convertir el algoritmo en una aplicación que los granjeros puedan usar para mejorar el bienestar de sus animales”, aclaró.

Para esto, Briefer entrenó junto a un equipo internacional de colegas para determinar si los cerdos experimentan emociones positivas o negativas, utilizando una serie de grabaciones de audios y datos de comportamiento de los cerdos en distintas situaciones.

El estudio fue publicado por la revista Scientific Reports, donde los investigadores describen cómo usaron la IA para analizar las firmas acústicas de 7.414 llamadas de cerdos grabadas en más de 400 animales.

Las grabaciones procedieron de granjas y otros entornos comerciales, como así también de recintos acondicionados para experimentos donde a los cerdos se les daban juguetes, comidas y objetos desconocidos para olfatear y explorar. Y acá sumaron el algoritmo, para comprender las llamadas vinculadas a las emociones.

Conclusión del estudio

Finalmente, los investigadores determinaron que los diferentes ruidos representaban emociones tanto negativas como positivas. Los ruidos podían ser para acurrucarse con otros cerdos, amamantar a sus madres, correr y reunirse en familia, como también cuando se sienten presionados a la espera en un matadero o en una pelea.

Los investigadores encontraron que había más chillidos agudos en situaciones negativas. Mientras tanto, se escucharon gruñidos y ladridos de tono bajo en todos los ámbitos, independientemente de su situación. Sin embargo, los gruñidos breves eran generalmente una buena señal de satisfacción porcina.

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“Hay claras diferencias en las llamadas de cerdo cuando observamos situaciones positivas y negativas”, remarcó Briefer. “En las situaciones positivas, las llamadas son mucho más cortas, con fluctuaciones menores en la amplitud. Los gruñidos, más específicamente, comienzan altos y gradualmente bajan en frecuencia”, comentó.

Según los investigadores, el algoritmo clasificó correctamente el 92% de las llamadas como emociones positivas o negativas. Con más grabaciones, el traductor de cerdos puede aprender a distinguir un repertorio más amplio de emociones y arrojar luz sobre el bienestar mental de otros animales.