En Argentina, hay más de 500 especies en peligro de extinción
Al menos 576 especies de vertebrados se encuentran amenazadas de extinción en Argentina pero “hay oportunidades para salvarlas”. Así lo afirman desde Fundación Temaikèn, que explicó cómo se puede trabajar para que esto no siga sucediendo.
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En este sentido, precisaron que el movimiento global Revertir el Rojo “llegó a Argentina para potenciar esfuerzos de conservación”. “Los primeros indicios positivos ya pueden evidenciarse y hoy estas soluciones benefician también a grupos como plantas y moluscos”, sumaron en un comunicado de prensa.
“Salvar especies es posible”, afirmaron desde Fundación Temaikèn, resaltando el trabajo que se está llevando adelante para revertir el peligro de extinción de animales y plantas. Casos locales e internacionales dan una luz de esperanza para disminuir las “listas rojas” de especies amenazadas tanto en Argentina como en la región.
La extinción de las especies de vertebrados es real, ¿hay esperanza?
El último Informe Planeta Vivo de WWF mostró una disminución media mundial del 69% en las poblaciones de animales silvestres entre 1970 y 2018, con niveles alarmantes como un promedio de -94% en América Latina y el Caribe. “Sin embargo, en las últimas tres décadas, acciones de conservación han salvado al menos 47 especies de mamíferos y aves de la extinción inminente”, remarcaron.
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Desde Fundación Temaikén explicaron que ya “hay en el mundo evidencias de que los programas de conservación que, incorporando estrategias de trabajo con animales y plantas bajo cuidado humano, están teniendo buenos resultados. Algunos ejemplos son el guacamayo de Lear, el caballo de Przewalski, la rana morada y el cocodrilo filipino, entre otros”.
“Las cifras del estado de la biodiversidad son alarmantes, pero a través de esfuerzos coordinados, mucho compromiso y dedicación, podemos marcar la diferencia. Revertir el Rojo está centrado en mejorar el estado de conservación de nuestra vida silvestre, llevándolo del rojo (señal de alerta) al verde (poblaciones sanas y sustentables)”, subrayó Paula Gonzalez Ciccia, directora de Conservación, Educación, Ciencia y Salud de Fundación Temaikèn.
En este sentido, detallaron que de perderse la biodiversidad, “la extinción de especies puede afectar la seguridad alimentaria, la salud, el cambio climático, el bienestar y la estabilidad social, cultural y económica de las comunidades humanas. Si dejan de existir polinizadores, limpiadores de ambientes, controladores de plagas, estabilizadores de ecosistemas y mucho más, pueden generarse consecuencias de impacto negativo en escalas que van desde lo micro hasta lo más macro”.
Qué pasa en Argentina
En la Argentina, hay al menos 576 especies de vertebrados amenazadas de extinción, lo que equivale al 18% del total. Entre ellos se encuentran aves como el cardenal amarillo y el loro maracaná, reptiles y anfibios como la tortuga de tierra y la rana patagónica, y mamíferos como el huemul. Otros grupos, como moluscos y plantas, también se ven afectados.
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Revertir el Rojo es un movimiento que unifica experiencia y esfuerzos de conservación integrados, reuniendo a cientos de organizaciones de conservación, bioparques, jardines botánicos, zoológicos y acuarios. Es liderado globalmente por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y la Asociación Mundial de Zoológicos y Acuarios (WAZA).
Una de las líneas de trabajo está centrada en resguardar y reproducir animales y plantas bajo cuidado humano profesional. En muchos casos, se trata de los últimos sobrevivientes de estas especies.
“En el mundo, hay al menos 84 especies catalogadas como extintas en vida silvestre, es decir que solo quedan poblaciones en instituciones zoológicas, acuarios o similares. Por ejemplo, en Argentina esa es la situación del caracol de Apipé (Aylacostoma chloroticum) y Senecio leucopeplus, una planta endémica de la provincia de Buenos Aires; en Brasil, gracias a este tipo de iniciativas se ha avanzado en la conservación del guacamayo de Spix y el paují Mitu”, indicó Jon Paul Rodríguez, Presidente de la Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN.
“La ubicación de Argentina hace que albergue las poblaciones más australes de especies icónicas, entre las que se incluyen plantas. Si dejan de existir en Argentina, se contrae su capacidad total de recuperar territorio natural”, agrega González Ciccia, resaltando la importancia de sostener una mirada optimista para salir adelante. La organización también se suma al movimiento mediante el rescate y rehabilitación de animales heridos o amenazados en la naturaleza; combatiendo los delitos contra la vida silvestre; conservando y restaurando ecosistemas y generando información clave para la conservación.
En Argentina, el movimiento Revertir el Rojo cuenta con un referente local como Fundación Temaiken, que lleva adelante proyectos y programas de conservación, por ejemplo cardenal amarillo, entre otras especies.