El “decálogo” para el desarrollo del país a partir de la bioeconomía

Entre las múltiples heterogeneidades de la Argentina se destaca un acceso desigual a servicios públicos esenciales como la salud, a fuentes de trabajo formal en sus diversas calificaciones y al acceso a dietas saludables, problemas que constituyen un fuerte escollo al asentamiento y descentralización de la población.

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Para promover cambios positivos en estos aspectos existe un sector de la comunidad que promociona a la bioeconomía, que es agregar valor a la biomasa, como un dato fundamental para generar condiciones que permitan impulsar dichas mejoras.

En este sentido, desde la organización PlanPaís, se propone el acceso universal a una educación de calidad, que garantice la incorporación rápida y efectiva a los trabajos con mayor demanda y a aquellos de mayor complejidad tecnológica.

Se trata de una red ciudadana de inteligencia colaborativa que busca la construcción colectiva de un plan para Argentina desde la sociedad civil.

“En la era del conocimiento quien no acceda a una educación de calidad estará marginado de los trabajos del futuro. Nuestro sistema educativo no está diseñado para esos objetivos, especialmente el nivel medio y de esta su rama técnica. Es un proceso prioritario de largo plazo que requiere los mayores esfuerzos”, detalla el informe de la ONG. Sin embargo, advierte que en caso de que la economía despierte de una década de estancamiento “habrá muchos puestos calificados sin personal preparado, para cubrir el bache se requiere un diseño específico y acotado temporalmente apto para esos fines”.

En este sentido, reclama acuerdos públicos-privados según requerimientos puntuales como un formato posible.

También se pide una disminución drástica de la pobreza en todos los ámbitos con la generación de trabajo genuino. “La pobreza creciente, es producto del fracaso general de la macroeconomía y la falta de políticas de desarrollo, ambas son necesarias y complementarias, se requieren las dos. La falta de incentivos para invertir y las leyes del trabajo son centrales en la falta de generación de trabajo privado durante muchos años. Reformular ambas tradiciones es imprescindible para generar centenares de miles de puestos de trabajo nuevo y para que cerca de la mitad de los trabajadores hoy irregulares se normalicen”, asegura el documento.

Deterioro ambiental

Como cuarto punto del decálogo para el impulso de la bioeconomía local se hace referencia a que la misma y la economía circular son políticas de Estado.
El informe señala que “la humanidad está generando un deterioro ambiental que atenta con la vida tal como evolucionó en los últimos millones de años. Esto hace que los sistemas lineales de producción, el uso de hidrocarburos como fuente de energía o como insumo para las industrias químicas hayan llegado a valores insostenibles”.

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En ese marco, se entiende que la bioeconomía es una amplia economía circular proveedora no solo de alimentos y fibras sino también fuente de bioenergía, bioinsumos, bioplásticos, medicamentos y muchos otros productos sostenibles.

Tanto las naciones con los Objetivos del Desarrollo Sostenible y los Acuerdos de París, como los consumidores globales han tomado conciencia de la necesidad de estos cambios.

De hecho, el documento anticipa que los compromisos ambientales de la Argentina pueden cumplirse a partir de los sistemas bioeconómicos actuales perfeccionados con mediciones logradas a partir de las TICs asociadas.

Es más, detalla que el modelo productivo local asociado es una marca País vinculada con productos saludables para el consumidor y producidos de manera sustentable y amigable con el ambiente.

Según el informe, “la Argentina a partir de sus sistemas bioeconómicos está mostrando bajas huellas ambientales ya sean en el carbono como en el agua. Si se lo propone, con políticas de estado, puede ofrecer múltiples productos amigables con el ambiente, así como para sus sucesivos agregados de valor. Identificar como Marca País a lo obtenido por la bioeconomía con cuidado del ambiente no solo es posible, sino que muy necesario para crecer y marcar presencia en los mercados más relevantes”.

Pilares del plan

Para los autores del documento, la competitividad es central en las políticas fiscales y la base para la promoción efectiva de las exportaciones de los productos y servicios con balance positivo de divisas.

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En este cuadro, se destacan solo dos sectores que tienen un balance positivo de divisas, el bioeconómico y las industrias del conocimiento. El primero además explica el 70% de las exportaciones y su competitividad es a pesar de la falta de incentivos, como ocurre con el sector agropecuario que, junto a los otros pilares de Plan País (energía, industria conocimiento, minería y turismo de alto valor) serán generadores de divisas a partir de su competitividad y balance positivo de las mismas.

Del mismo modo se recuerda que el país lidera en la incorporación y/o generación en el conocimiento biotecnológico e informático a sus cadenas bioeconómicas.
“Parte de la competitividad bioeconómica argentina se asienta en su rápida incorporación de tecnologías de frontera. Es importante que parte de ella sea de desarrollo local y en el caso de las importadas que haya un capital social que las incorpore rápidamente”, agrega el paper que recuerda las condiciones que tiene la Argentina “para ser una plataforma de incorporación de tecnologías de frontera a partir de la estructura de sus tomadores de decisión”.

De manera paralela, se hace mención a la inversión en infraestructura y logística que debe estar acorde a los aportes impositivos y de tasas que paga la bioeconomía en cada localidad.

En este segmento, se critican los derechos de exportación como políticas de Estado “pésimas” ya que “sustraen fondos de los territorios productivos y se destinan a otros como subsidios que no generan cambios estructurales”.
Si parte de esos fondos se hubieran invertido en infraestructura donde se generan, muchos de los problemas estarían resueltos, agrega la ONG.

Diplomacia ambiental

En otra parte del documento, se asegura que la Cancillería tiene como principal objetivo ser el instrumento que abre oportunidades para el comercio de bienes y servicios argentinos al mundo.

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Pero se advierte que el país no genera los dólares necesarios para sostener la calidad de vida que su sociedad requiere mientras que en el mismo contexto histórico y con una matriz que se asemeja, “cada uruguayo exporta el doble que cada argentino”.

Por eso se reclama duplicar de mínima las actuales exportaciones como un objetivo que solo se logrará si además se cambia la matriz actual centrada en alimentos para animales (harina de soja y maíz) a alimentos para humanos más energías, minerales y derivados de sus procesamientos, industrias del conocimiento y turismo receptivo de alta gama.

“Ese cambio requiere acuerdos internacionales donde el servicio exterior debe transformarse en un negociador y facilitador de nuevos y más sofisticados mercados para este conjunto de bienes y servicios”, reclama el informe.

También se pide que el país se abra a los mercados internacionales junto a un Mercosur ampliado ya que tanto el bloque como la Argentina son consideradas como las economías más cerradas del mundo.

“Por diversas razones y con gran incidencia de Argentina desde comienzo de siglo el bloque se ha estancado sin progresos visibles. Hay una tensión entre esos pobres resultados y la necesidad de ir al mundo con la mayor masa crítica política posible. Argentina en esta visión de apertura y necesidad de abrir mercados tiene ventajas si lo hace junto a sus socios si y sólo si se logra destrabar el
aislamiento actual. A la actual conformación sería importante agregar otros países como por ejemplo Chile, Bolivia o Colombia”.

La ONG elaboró además una serie de “objetivos verificables” para que la bioeconomía pueda desarrollarse en la Argentina:

1. Lograr que el país sea Carbono Neutro en 2050.
2. En 2030 los productos exportados, según corresponda, tendrán certificaciones de triple impacto y bienestar animal.
3. Antes de 2025 se sancione una ley de Mercados de Carbono con la titularidad de quien los genera.
4. En 2024, una Ley de semillas que permita el progreso genético de todas las especies en un marco que asegure la propiedad intelectual a quien la genere.
5. Al 2025 permitir que se generen normas que aseguren una educación y capacitación eficiente basada en ciencia y tecnologías.
6. Conformar un grupo multidisciplinario que formule en 2025 las estrategias para consolidar una marca País que asocie Argentina con productos saludables para el consumidor y sustentables para el ambiente productivo.
7. Mejorar un 20% el Índice PISA en secundario y su equivalente en el nivel primario para los ámbitos rurales en 2030.
8. Que toda la población tenga acceso a una red informática 5G en 2030 y 4G en 2025.
9. Aprobar durante el 2024 leyes que promuevan un sostenido nivel de inversiones para agregar valor en territorio.
10. Regular antes de diciembre del 2025 la incorporación temprana de tecnologías modernas como biotecnológicas o informáticas aplicadas.
11. Promover un cambio profundo en las calificaciones a investigadores del sistema público que faciliten la interacción con el sistema productivo.
12. En 2030 duplicar las exportaciones per cápita (base 2021), sustentada en todas las cadenas o servicios con balance positivo de divisas.
13. Migración cero desde los territorios provinciales a las grandes ciudades nacionales buscando migración inversa a partir de la generación de oportunidades laborales e infraestructura moderna detectable en el censo 2030.
14. Fijar por ley un porcentaje de los aportes impositivos sectoriales que deben emplearse localmente en infraestructura, en logística y en innovación acorde a lo aportado sectorialmente.
15. Activar y reformular el Mercosur como plataforma de negociación vigorosa de acuerdos comerciales internacionales pasando de acuerdos con el 10 % del PBI mundial al 50% en 2030, incluyendo al postergado con la Unión Europea.
16. Reformular el sistema de salud generando ámbitos regionales que contengan las complejidades que hoy solo hay en grandes ciudades.
17. Generan estrategias multidisciplinarias que permitan llegar a dietas saludables.
18. Estimular la generación local de bioenergías y sistemas de construcción amigables ambientalmente.
19. Regular la promoción desde la investigación a la producción de bioproductos que agreguen valor a las biomasas locales.
20. Establecer una estrategia nacional de producción de proteínas, con énfasis en la carne vacuna.
21. Huella de carbono: fomentar las mediciones de la huella de carbono en los productos finales y promover la certificación de las compañías productoras, alineando las políticas públicas con las políticas públicas con las máximas exigencias internacionales.
22. Verificar que el desarrollo buscado no atente contra la biodiversidad, generando mecanismos verificables públicamente.
23. Promoción del desarrollo de tecnologías y maquinarias acordes con los cambios en la capacitación de los recursos humanos, los que deben ser entrenados en ellas.
24. Verificar el cambio en la matriz eléctrica con mayores porcentajes de energías renovables, especialmente en ambientes rurales.
25. Generar un plan logístico integral que permita aumentar la competitividad al mejorar la circulación interna y de exportación.
26. Establecer una política e instrumentos con el objetivo de la Promoción de Exportación.
27. Aumento de las PYMEs exportadoras, solas o consorciadas, a partir de una estrategia que las facilite con financiamiento, seguros de exportación y calificación de futuros clientes.
28. ̈Promover las producciones y exportación de producciones regionales, especialidades y productos orgánicos.