El plan de la mayor generadora de energía del país para reducir las emisiones de carbono

Actualmente, el consumo energético local a partir del uso de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) es sin duda el que mayor demanda tiene por parte de la mayoría de las empresas generadoras de electricidad.

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Esto significa que cualquier medida mitigatoria radical exige la transición del uso de fuentes de energía convencionales hacia el uso de energías renovables.
En este sentido, en la Argentina ha existido un incremento en la generación de energía proveniente de fuentes alternativas que pasó de los 7.779 GWh del 2019 a los actuales 19.340 GWh.

A su vez, si bien la generación renovable sufrió un incremento, la generación térmica también lo hizo, basándose en un contexto de ingreso al mercado de generación termoeléctrica más eficiente y la disponibilidad de combustibles fósiles provenientes de la importación.

En este contexto, el consumo especifico medio (CEM) del parque termoeléctrico sufrió un incremento de eficiencia pasando de 1.885 Kcal/KWh para 2019 a 1.850 Kcal/KWh para 2020 respecto a la generación de energía eléctrica indicada para cada uno de estos años.

Ese valor se ha mantenido en el 2021, pasando a 1,900 para el 2022, aumento que tuvo su base en la incorporación a la matriz de tecnología con mayor eficiencia como ser ciclos combinados o unidades de cogeneración.

Es más, de la base de datos anuales publicada por CAMMESA, puede observarse un incremento del 25% en la generación hidroeléctrica y una disminución del orden del 9% en la generación termoeléctrica para el 2022.

Este crecimiento de las energías renovables hizo aumentar su participación en el cubrimiento de la demanda, pasando de 6% en el 2019 a 13 % promedio sobre la demanda del 2021, y logrando un 13,9% en el 2022.

A partir de este escenario y luego de haber evitado entrar en default, gracias a la renegociación de parte de su deuda con varios de sus acreedores por u$s180 millones y de cerrar la compra de la ex Central Costanera, Central Puerto, ahora planifica nuevas inversiones en el sector durante este año que contempla un plan de reducción de sus emisiones de carbono y uso sustentable de la energía que tiene como base los dos parques eólicos que controla.

La empresa es propiedad del grupo energético Sadesa, que tiene entre sus principales accionistas a Carlos Miguens Bemberg, (33,9%); Guillermo Reca, (22,5%); la familia Escasany, (13,6%) y los hermanos Ruete Aguirre, (7%), entre otros.

Y encarará este año un proceso de reducción de gases de carbono y de profundización de su estrategia de uso de energías renovables mediante los parques CP Manque y CP Los Olivos.

Contratos sustentables

Los dos establecimientos dedican a la generación de energías renovables y poseen un total de 79.8 MW de capacidad instalada a través de 21 turbinas con una potencia de 3,80 MW cada una, fabricadas por Vestas Argentina S.A.

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Ambos están ubicados al este de la provincia de Córdoba, en las cercanías de la localidad de Achiras, un sitio elegido en base a su excelente recurso eólico y en el cual se invirtieron hasta ahora u$s100 millones.

En el caso del parque eólico Manque obtuvo la habilitación comercial en diciembre de 2019 con la inauguración de 38 MW y el proyecto fue completado con sucesivos ingresos al sistema de 15,2 MW en enero de 2020 y 3,8 MW en marzo de 2020, totalizando 57 MW operativos.

Los Olivos inició su operación comercial en febrero de 2020, por la totalidad de la potencia del proyecto de 22,80 MW.

Los dos cuentan con contratos de abastecimiento de energía, PPA (Power Purchase Agreement), celebrados bajo el marco regulatorio establecido en el Mercado a Término de Energía Eléctrica de Fuente Renovable (MATER) con una duración definida y denominados en dólares.

Manque cuenta con un PPA firmado por la totalidad de la capacidad de generación del parque cuya duración es de 20 años, mientras que Los Olivos suscribió varios PPA donde la duración promedio ponderada alcanza los 10 años.

Para llevar a cabo las obras de construcción de ambos parques, las sociedades emitieron en el 2020 una oferta pública de Obligaciones Negociables (ON) por hasta u$s80 millones, en el marco del cual en septiembre del mismo año se lanzaron títulos Clase I por u$s35 millones a una tasa de interés fija de 0% con vencimiento el 2 de septiembre de 2023, otras ON Clase II por $ 1.109 millones a una tasa de interés variable equivalente a la tasa BADLAR más un margen aplicable de 0,97% con vencimiento el 2 de septiembre de 2021, la cual fue repagada totalmente en su fecha de caducidad.

Los fondos provenientes de ambas ON fueron utilizados para el refinanciamiento de la deuda contraída para la construcción de ambos parques encontrándose dentro de los principios previstos por la CNV en los Lineamientos para la Emisión de Bonos SVS o “Verdes”.

Eficiencia eólica

Existe un compromiso de Central Puerto de publicar anualmente un Reporte de Uso de los Fondos y Beneficios Ambientales. Durante diciembre del 2022 la compañía publicó el reporte correspondiente al 2021, donde informó una generación anual de 227.109 MWh para Manque y de 88.417 MWh para Los Olivos, totalizando una generación anual de 315.526 MWh. Teniendo en cuenta el factor de emisión de 0,511 calculado por la empresa, durante el 2021 se redujeron 161.233 tn CO2 gracias a los parques eólicos.

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Para el período enero-noviembre 2022 la generación informada fue de 211.017 MWh y 93.614 MWh respectivamente, totalizando en 304.631 MWh.

Teniendo en cuenta el mismo factor de emisión (0,511 toneladas de CO2 por MWh), las emisiones de CO2 equivalentes ahorradas al 30 de noviembre de 2022 fueron de 155.666 tn CO2.

Según un documento interno de Central Puerto, la estrategia de las co-emisoras se centra enteramente en mantener un funcionamiento correcto y eficiente de sus parques eólicos.

“A tal efecto han celebrado contratos de operación y mantenimiento con Vestas Argentina S.A. y de administración con Central Puerto”, aclara el trabajo.
Adicionalmente, las dos sociedades, como parte del grupo perteneciente a Central Puerto, conducen sus actividades basadas en un Sistema Integrado de Gestión (“SIG”) que comprende la Calidad, Seguridad, Salud Ocupacional, el Medio Ambiente, Riesgos, IT y Compliance.

Además, gestionan sus actividades por procesos, conscientes y comprometidas con la calidad, el medio ambiente, la seguridad y la salud ocupacional, la dimensión social y el cumplimiento de la legislación y las normativas vigentes que regulan la actividad.

También disponen o han solicitado los permisos ambientales exigidos por la normativa ambiental aplicable y con los planes de gestión ambiental aprobados por la autoridad regulatoria.

“A fin de mantener altos estándares en materia ambiental, las Co-Emisoras realizan controles periódicos cuyos resultados se enmarcan dentro de los límites permitidos por la legislación vigente”, detalla el informe que además señala que ambas sociedades “han desarrollado un amplio programa de cumplimiento y gestión del medio ambiente que está sujeto a auditorías periódicas internas y externas por parte de TÜV Rheinland”.

Inluso, señala que Central Puerto y sus subsidiarias, consideran que la energía renovable adquirirá un rol cada vez más preponderante en la capacidad instalada de Argentina al punto que en el 2016, la compañía formó la subsidiaria CP Renovables, con el fin de desarrollar, construir y operar proyectos de generación de energía renovable.

A la fecha, la compañía cuenta con siete parques eólicos en funcionamiento por un total de 374 MW que son La Castellana I; Achiras; La Castellana II; La Genoveva II; Manque; Los Olivos y Genoveva I.

En el caso de Manque y Los Olivos han obtenido la aprobación de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) presentados para el inicio de sus actividades.
Cada EIA ha contemplado todo el ciclo de vida del proyecto en cuestión e incorporado el Plan de Gestión Ambiental (PGA) y su planificación.

Asimismo, cuentan con su Sistema de Gestión Ambiental y de Calidad certificados bajo las normas ISO 14.001: 2015, ISO 9001:2015 e ISO 45001:2018, expedidos por el ente certificador TÜV Rheinland Argentina.

El PGA de estos parques incluye un Plan de Gestión Adaptativa de Biodiversidad (PGAB), componente esencial del Plan de Acción de Biodiversidad (PAB o BAP) que tiene como objetivo general asegurar que los impactos ambientales sean gestionados de una manera sostenible y responsable a través de un plan que defina los niveles guía para acciones mitigativas futuras en el caso de que los impactos ambientales del proyecto estén significativamente por encima de los valores guías para las especies relevadas en la línea base.