Cómo puede cambiar la calidad de vida en una ciudad sin emisiones contaminantes
"Cero autos, cero autopistas, cero emisiones de CO2”, el lema con el que se presentó la ciudad ecológica The Line, en Arabia Saudita. ¿Será posible?
En la actualidad, la contaminación del medioambiente es una amenaza directa a la calidad de vida y a la relación amigable de los seres humanos con el planeta Tierra.
En un hipotético mundo sin contaminación los efectos no se observarían en los primeros días, ni meses, pero sí sería inmediato el silencio y la calma. Algo así, planteó The Line en su presentación, la ciudad futurista que se está llevando a cabo en Arabia Saudita.
“Cero autos, cero autopistas, cero emisiones de CO2”, el lema con el que se presentó la ciudad ecológica The Line, cuya energía será suministrada por equipos con bajo impacto de carbono y alimentados 100% con renovables.
Si bien en los últimos años hay una mayor conciencia y cambios a nivel mundial acerca de la contaminación, aún no se ven los efectos y estos podrían verse recién en 200 años, lo que significa la pérdida de varias generaciones. Sin embargo, The Line apuesta a este futuro ecológico que paradójicamente es el primer exportador mundial de petróleo.
La construcción de The Line comenzó el primer trimestre de este año y será financiada por el Fondo Saudita de Inversión Pública, que se propone diversificar la economía del país, con el fin de evitar sus ganancias solo con la exportación de combustibles contaminantes.
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En el proyecto está embarcado el príncipe heredero Mohammed bin Salmán, quien habló de “transformar las ciudades en ciudades del futuro”. Dispondrá de escuelas y centros de salud, y conservará el 95% de los espacios naturales.
La novedosa urbe tendrá 170 kilómetros de longitud y estará situada en el noroeste del reino, uniendo la costa del Mar Rojo con las montañas y los valles altos del noroeste. Más del 40% de la población mundial podrá llegar a la zona en menos de cuatro horas de vuelo.
Según relataron sus diseñadores, contará con “una capa de infraestructura física y digital perfectamente integrada bajo su superficie, donde se encuentran los servicios públicos y el transporte” y donde todos los sitios esenciales para el día a día estarán a solo cinco minutos a pie.
Esa columna vertebral de infraestructuras proporcionará acceso a transporte público de alta velocidad a las comunidades que viven a lo largo de The Line, que vivirán “en armonía con espacios abiertos, parques, jardines, entornos naturales y la producción sostenible de alimentos”.
Además, todas las empresas y comunidades estarán hiperconectadas a través de un universo digital que incorpora inteligencia artificial y robótica y un sistema de datos para crear un sistema predictivo.
Se estima que en la ciudad peatonal podrán residir hasta un millón de habitantes. El proyecto permitirá crear 380 mil nuevos empleos y aportará unos USD 50 mil millones para 2030.
Beneficios en la población
En la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se ponen de relieve los vínculos fundamentales entre el desarrollo, el medioambiente, el bienestar humano y el pleno disfrute de una amplia gama de derechos humanos, que incluyen el derecho a la vida, la salud, la alimentación, el agua y el saneamiento.
La contaminación atmosférica es el mayor riesgo ambiental para la salud en el mundo: unos siete millones de personas mueren cada año en todo el mundo como resultado de la exposición diaria a la calidad insuficiente del aire
En algunos países, simplemente preparar los alimentos constituye un riesgo importante para la salud debido a la contaminación atmosférica en interiores: se registran 4,3 millones de muertes atribuidas a la contaminación atmosférica en los hogares, como consecuencia de cocinar con combustibles sólidos. El grado de exposición entre las mujeres y los niños pequeños que pasan la mayor parte del tiempo en el hogar, es sumamente elevado.
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Desde que se celebró el primer período de sesiones de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en 1995, se han perdido 606.000 vidas y 4.100 millones de personas han resultado lesionadas, se han quedado sin hogar o han tenido que acudir a los servicios de urgencia debido a desastres causados por fenómenos climáticos.
Se reconoce que el cambio climático es uno de los principales multiplicadores de los riesgos para la salud, con efectos visibles que previsiblemente afectarán cada vez más la salud humana, incluso por la vía de los cambios negativos en la tierra, los océanos, la diversidad biológica, el acceso al agua dulce y a la frecuencia cada vez mayor y el impacto más intenso de los desastres naturales.
Por todo esto, el aire y el agua limpia, el saneamiento y los espacios verdes, así como los entornos laborales seguros, pueden mejorar la calidad de vida de las personas: menos mortalidad y morbilidad, estilos de vida más sanos, aumento de la productividad de los trabajadores y sus familias, mejor vida para las mujeres, los niños y los ancianos, y otras poblaciones vulnerables.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que, con inversiones en programas de prevención de la salud en el entorno laboral de entre 18 y 60 dólares por trabajador, e inversiones en abastecimiento de agua y saneamiento representan políticas ecológicas inclusivas que redundan importantes beneficios en todos los aspectos: ambiental, económico y social.