300 millones de personas podrían enfrentar inseguridad alimentaria para 2030, según World Vision
El cambio climático es uno de los principales factores del incremento del hambre, y principalmente en los niños y niñas.
Más de 300 millones de personas podrían enfrentar inseguridad alimentaria para 2030 debido, entre otros factores, a las consecuencias del cambio climático, que afectan especialmente a los niños y niñas, alertó World Vision.
En un informe, la organización recordó que, durante los últimos cinco años, el número de personas que se enfrentan al hambre ha aumentado por primera vez en décadas, algo que se debe, en parte, a las consecuencias del cambio climático que limitan el acceso a alimentos saludables. Y, si esto continúa, “más de 300 millones de personas podrían enfrentar inseguridad alimentaria para 2030”.
“El cambio climático sigue siendo la mayor amenaza para el futuro del planeta, pues aumenta el riesgo de inanición, ya que los fenómenos meteorológicos extremos perturban la agricultura, destruyen los medios de subsistencia, interrumpen las cadenas de suministros alimentarios y desplazan comunidades”, explica la coordinadora de comunicación de World Vision España, Eloisa Molina.
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Desde la ONG subrayan que las consecuencias de la inseguridad alimentaria afectan sobre todo a niños y niñas, con problemas como la desnutrición y retraso en el desarrollo, lo que les marca para el resto de sus vidas.
Efectos del cambio climático
Por otro lado, aunque los países económicamente más ricos producen la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero, los efectos del cambio climático afectan de manera significativa a las comunidades más pobres del mundo.
En cuanto a los niños, la desnutrición ocasiona riesgos importantes para la salud y tiene consecuencias que durarán toda la vida, recoge el informe ‘Cambio climático, hambre y el futuro de las niñas y los niños’, entre ellas, retraso en el crecimiento.
En este sentido, “cuando el desarrollo físico y cognitivo de un niño se ve afectado, también lo hacen sus posibilidades educativas y económicas, limitando aún más su capacidad para tener oportunidades. Esto crea un círculo vicioso de pobreza y hambre que empeora con cada generación”, subrayó Molina.
Frente a esto, World Vision ha abogado por la Regeneración Natural Gestionada por Agricultores (RNGA) como una solución a largo plazo contra la escasez de alimentos, ya que se trata de “un enfoque de aplicación rápida, de bajo coste y fácil de reproducir para restaurar y mejorar las tierras agrícolas, forestales y de pastoreo”.
Esta herramienta consiste en fomentar el rebrote de los árboles existentes o de las semillas sembradas por los agricultores, para lo que la ONG enseña a las comunidades los mejores métodos de poda y mantenimiento de bosques con la intención de fomentar un crecimiento rápido y saludable, mejorando el entorno local, reduciendo los riesgos de inundación y mejorando la fertilidad del suelo.
Por último, World Vision aclaró que los países no podrán salir de la pobreza y mantener su progreso económico si no garantizan que su población esté adecuadamente alimentada, por lo que es necesario “diseñar soluciones para el cambio climático que estén centradas en niños”, ya que “es la única forma de abordar estos desafíos”.