Diseñaron una taza con borra de café, ganaron un premio internacional y buscan revolucionar el mercado gastronómico
Tres emprendedoras pusieron en marcha Etimo Biomateriales. Buscan generar materiales biodegradables con los residuos del sector gastronómico. De qué se trata y qué proyección tiene el proyecto.
Cuando el proyecto Etimo Biomateriales nació no tenía nombre. Solo la curiosidad de Camila Castro y la exigencia de entregar la tesis para recibirse de Diseñadora de Indumentaria en FADU, hicieron que se empezara a meter en el mundo de los materiales sustentables.
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“Siempre me interesó mucho todo la sostenibilidad, separaba la basura y veía que también había muchísimos residuos orgánicos, como la yerba mate, que son biodegradables, que surge de comer, y no se hacía nada. Ahí vi que la solución estaba en la misma basura”, explica Castro.
Primero vino la experimentación con los residuos de yerba, cáscaras de naranjas y huevos Luego el pedido de un desarrollo específico: una goma espuma biodegradable hecha a base de café para packagings. Ahora, la puesta en marcha de la primera taza argentina de biomaterial realizada a base de café que está en varias cafeterías de la ciudad de Buenos Aires y ya recibió un premio internacional.
El equipo fijo en la actualidad está conformado por tres emprendedoras -contando a Camila- que, junto a diseñadores industriales, asesores e ingenieros que van rotando, diseñan soluciones eco friendly y buscan potenciar la experiencia en la gastronomía del país desde su taller en el Centro Metropolitano de Diseño.
Más que una taza de café
“Cuando tomamos café, solo un 1% llega a la taza. El 99% de lo que se usa para hacer una taza de café se convierte en residuo”, dice Castro y agrega: “El café es en sí un residuo que se genera en muchísimas cantidades”.
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Con ese disparador y con las ganas de fomentar la economía circular, hace dos años desarrollaron una taza realizada a base de café, 100% compostable, que, si bien está en proceso de testeo, ya se pueden encontrar en varios cafecitos porteños.
¿Por qué apostar por la borra de café? “Encontramos en este material la posibilidad de estandarizar y de crecer más a escala. La recolección de este residuo es más fácil que, por ejemplo, el de la yerba que es de consumo más hogareño. Está en las cafeterías, son como puntos de recolección, tienen la ventaja de colocar todo en un tacho específico y además por cuestiones técnicas, la borra de café es mucho homogénea”, precisa la emprendedora.
Y suma: “Después fue una cuestión totalmente personal, que es el placer del olor a café, de su color y textura que bueno, viniendo también del lado del Diseño esas cosas que hayamos nos atrapan. Todos los productos que hacemos huelen a café y eso también habla de algo que para nosotros es muy importante: no solamente que los productos que se diseñan son a nivel técnico más sostenibles sino que también estas nuevas alternativas propongan un futuro más enriquecido”.
Castro confiesa que el proyecto de desarrollar la taza compostable “era complejo” pero tenía muy en claro por dónde querían ir. “En 2022 adquirimos un subsidio del Ministerio de Desarrollo Productivo con el que empezamos todo el desarrollo del producto: hacer todas las pruebas de inyección para trabajar en otras escalas, adquirir maquinaria y elaborar testeos en laboratorios. Ahí se dio un poco el puntapié para poder concretar esto”.
Sobre cómo es la articulación con las diferentes cafeterías de especialidad, Castro explica que no pagan por llevarse la borra de café y que a estos tipos de lugares les interesa darle una revalorización a su materia prima que hasta hace poco solo descartaban.
“Nuestra propuesta es totalmente circular. Las mismas cafeterías pueden ser los puntos de ventas de estas tazas; en lo que es take away, se utilizan menos descartables y ayudamos al sector también con lo que es la gestión de estos residuos”, comenta.
“Hoy en día estamos en esta etapa de testeo para ver qué pasa con el uso intensivo: las damos par que las pongan en un lavavajilla, que utilicen diferentes detergentes para lavarlas. Queremos ver qué pasa bien con el uso”, suma.
Reconocimiento internacional
Con el desarrollo de la taza como puntapié del proyecto, el equipo Etemio ganó en mayo de este año el primer puesto del certamen Santander X Global Award, en la categoría “Lauch” que se llevó a cabo en la ciudad de Valencia, España.
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“Primero salimos terceros en el certamen que se hizo a nivel nacional y todos los que competían en los premios locales de los 9 países donde Santander tiene el concurso, pasábamos a competir en la global y así, entre los 48 proyectos de las dos categorías de ‘Lauch’ y ‘Accelerate’, ganamos en la primera”, cuenta emocionada la emprendedora argentina.
“La verdad fue muy lindo, una muy buena y enriquecedora experiencia ya que pudimos generar contactos y conocer otros proyectos. Tenemos como objetivo que este año salga la taza al mercado, y después, a futuro, ampliar la familia de las tazas así como también seguir investigando con otros residuos para otras industrias. A nivel tecnológico, tenemos capacidad”, afirma convencida Castro.