La NASA comparó imágenes y descubrió por primera vez actividad volcánica en Venus
Se puede “afirmar que Venus es volcánicamente activo, en el sentido de que se producen al menos unas pocas erupciones al año”, concluyó la investigación.
La Agencia Espacial Norteamericana (NASA) detectó actividad volcánica en Venus por primera vez en la historia, a través de un nuevo análisis de datos tomados hace tres décadas que ofrecen pruebas sólidas de la erupción de un volcán.
Un estudio de la Universidad de Alaska (EE.UU), dirigido por Robert Herrick, reveló la existencia de un respiradero en el volcán Maat Mons de unos 2,2 kilómetros cuadrados que cambió de forma y creció durante ocho meses en 1991, lo que para el equipo es actividad volcánica.
Ese tipo de cambios se asocian en la Tierra a la actividad volcánica, ya sea por una erupción en el respiradero o por el movimiento del magma bajo el mismo, lo que provoca el colapso de las paredes de la chimenea y su expansión.
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Las imágenes usadas para la investigación fueron tomadas por la sonda espacial Magallanes de la NASA, que llegó a Venus hace más de 30 años, para ser más exactos, el 10 de agosto de 1990.
Esta sonda espacial durante su misión logró casi mil imágenes, que con las nuevas tecnologías han podido ser analizadas nuevamente y resultaron sorprendentes para el equipo de investigación.
Durante su misión, Magallanes utilizó el radar para obtener imágenes de la superficie de Venus desde diferentes órbitas, observando algunos lugares dos o tres veces en el transcurso de dos años.
El equipo se centró en una región de Venus que alberga dos de los mayores volcanes del planeta: Ozza y Maat Mons, que son comparables a los más grandes de la Tierra, pero con pendientes más bajas.
Herrick comparó una imagen de mediados de febrero de 1991 con otra de mediados de octubre de ese año y observó un cambio en un respiradero del lado norte, que había pasado de ser una formación circular de unos 2,2 kilómetros cuadrados a tener una forma irregular.
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La segunda imagen también indicaba que las paredes de la chimenea se habían hecho más cortas, tal vez de solo unos cientos de metros de altura, y que la chimenea estaba casi llena hasta el borde.
Los investigadores especulan con la formación de un lago de lava en el respiradero durante los ocho meses transcurridos entre las imágenes, aunque se desconoce si el contenido era líquido o se había enfriado y solidificado.
Los cambios en las paredes del respiradero podrían responder también a un colapso no volcánico, sino provocado por un terremoto que habría causado los cambios.
Sin embargo, el equipo señala que los colapsos de esa magnitud en los volcanes de la Tierra siempre han ido acompañados de erupciones volcánicas cercanas; el magma se retira de debajo de la chimenea porque se dirige a otro lugar.
La superficie de Venus es geológicamente joven y las estimaciones sobre la frecuencia con la que podrían producirse erupciones han sido especulativas, oscilando entre varias grandes al año, cada varios o incluso cada decenas de años, señaló Herrick.
El investigador concluyó que se puede “afirmar que Venus es volcánicamente activo, en el sentido de que se producen al menos unas pocas erupciones al año”.