Un iceberg con el tamaño de Londres se desprendió de la Antártida y un grupo de científicos reveló las primeras imágenes
Un impactante vídeo muestra al iceberg A-81, que tiene unos 1550 kilómetros cuadrados, mientras se desprende de la plataforma Brunt en enero de este año.
Un grupo de científicos del British Antartic Survey (BAS) revelaron el primer registro visual del iceberg A-81, que tiene el mismo tamaño que la ciudad de Londres y se acaba de desprender de la Antártida el pasado 22 de enero.
“Las imágenes muestran la naturaleza dinámica del iceberg, que se encuentra rodeado de otros pedazos de hielo más pequeños y que también se desprendieron”, escribieron los investigadores en un comunicado.
Actualmente, el iceberg A-81 -de unos 1550 kilómetros cuadrados- se dirige hacia el sur debido a la fuerte corriente marina, girando sobre sí mismo, mientras flota a unos 150 kilómetros de su origen, la plataforma de hielo Brunt, una zona afectada por el cambio climático.
“Sabíamos que iba a producirse una ruptura. El BAS lleva una década vigilando la plataforma de hielo Brunt y las simas que se forman en ella”, explicó el glaciólogo Oliver Marsh.
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Se trata de las primeras imágenes aéreas (desde aviones) de este gran iceberg, que fueron tomadas en las últimas semanas en diversos puntos de su contorno.
“Las imágenes muestran la naturaleza dinámica del iceberg, rodeado de icebergs más pequeños que también se desprendieron”, advirtió la institución científica en su blog en Internet.
“El monitoreo realizado por los glaciólogos del BAS muestra que el área de la estación de investigación actualmente no se ve afectada de forma significativa por el desprendimiento del A-81”, aclararon. Esta fragmentación, “es un proceso natural a lo largo de la costa antártica, y el A-81 es el segundo gran iceberg de la región en dos años”.
Oliver Marsh, glaciólogo del BAS, aseguró que expertos de esta institución científica han estado monitoreando la plataforma de hielo Brunt y los abismos formados a través de ella durante más de una década.
“Desde que los glaciólogos observaron por primera vez la ampliación de Chasm-1 en 2012, los equipos de ciencia y operaciones de BAS han estado anticipando el evento de desprendimiento”, remarcó.
Según el experto, “se utilizaron instrumentos GPS de alta precisión, así como datos satelitales, para monitorear la ampliación del abismo y, en 2016, BAS tomó la precaución de trasladar la Estación de Investigación Halley tierra adentro para protegerla”.
Por último, los científicos creen que esta enorme masa de hielo podría afectar considerablemente las rutas de alimentación de la fauna local y alterar las corrientes oceánicas.