Los 25 cambios “revolucionarios” que pone en marcha el mayor grupo agroalimentario de Argentina
La empresa de la familia Blaquier definió una agenda de 25 puntos que combinan planes de expansión con la preservación del ambiente.
Ledesma, una de las mayores empresas agropecuarias de la Argentina y propiedad de la familia Blaquier, está cumpliendo 116 años de operaciones manteniéndose como líder en la producción de azúcar, papel y cuadernos, y al mismo tiempo participando en los mercados de frutas, jugos y aceites cítricos, alcohol y bioetanol, carne y granos.
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Si bien la caña de azúcar es el corazón de la actividad de este grupo, teniendo en cuenta que de su cultivo y procesamiento derivan los ejes de su estrategia de negocios, también posee participación del 50% en Franquicias Azucareras, dueña de la marca Dominó; y otro porcentaje similar en Productores de Alcoholes de Melaza, cuyo objetivo es el servicio de almacenamiento, depósito, transporte automotor de cargas y servicios complementarios para el transporte marítimo de líquidos y sólidos.
Además, mantiene una participación del 4% en la UTE Aguaragüe, que explora y extrae petróleo y gas en el área que lleva el mismo nombre en la provincia de Salta.
En este contexto, el ejercicio económico de su último año calendario arrojó una ganancia neta de $39.160 millones, menor a los $51.027 millones del ejercicio 2023, producto de la combinación neta de un aumento del 17% en la ganancia bruta y un incremento de impuesto a las Ganancias.
El holding viene llevando a cabo desde hace ya varios años una estrategia de negocios que combina agresivos planes de expansión, ejerciendo un liderazgo proactivo en búsqueda del crecimiento económico, el progreso social pero también la preservación del ambiente.
Se trata de una mirada hacia el futuro que se basa en la Política de Sostenibilidad que Ledesma lanzó en el 2019 y que se encuentra estructurada en cinco pilares de acción y dos ejes transversales.
Los 25 cambios revolucionarios que pone en marcha el mayor grupo agroalimenticio de Argentina
Este proceso fue aprobado por el Comité de Sostenibilidad de la compañía, conformado por el Gerente General y los directores que le reportan, y que tiene la supervisión del Directorio de Ledesma.
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Dado que el compromiso con el medioambiente es transversal a todos los negocios y áreas, dicho Comité está integrado por un equipo técnico de Ledesma donde hay un miembro titular y un suplente por cada gerencia: Medio ambiente, Legales, Institucionales, Papel, Azúcar, Campo, Frutas, Energía, Salud y Seguridad Ocupacional; así como un asesor legal ambiental.
En el caso del plan que este grupo lleva adelante, se apoya en 25 iniciativas con indicadores, que son impulsadas por las distintas gerencias y negocios de la compañía y que en la actualidad se encuentran renovando, mediante un trabajo transversal a toda la empresa que sumará nuevas iniciativas o reforzará las vigentes.
Algunas de esas iniciativas persiguen la preservación del ambiente; desarrollo de la cadena de valor; progreso de las comunidades locales; competitividad económica; bienestar y seguridad de las personas.
A esto le suma la automatización en la logística; desarrollo del modo ferroviario; programa de mejora de tránsito de camiones; aumentar la productividad de los despachos; mejora de la calidad educativa; programa de expansión en negocios actuales y de nuevos negocios.
Por lo menos así surge de analizar el último Reporte Integrado de Ledesma, que ya hace cuatro años fusiona en un solo documento el antiguo informe de sostenibilidad con la Memoria y Balance del grupo y en el cual se informan las inversiones en proyectos e iniciativas que le permiten ser más sostenible desde todo punto de vista.
De hecho, en los últimos meses Ledesma encaró millonarios desembolsos, por ejemplo, en el cultivo y la cosecha de la caña de azúcar, su principal materia prima, un sector al cual destinó u$s 12 millones en tecnificación de riego, renovación de cañaverales y equipamiento.
Según se destaca en el reporte “esas inversiones mejoran la productividad, pero también cuidan la tierra y permiten seguir reduciendo nuestra emisión de carbono con el riego presurizado por energía gravitacional”.
Pero la inversión que más se destaca en el trabajo son los u$s6 millones destinados a la nueva producción de vajilla descartable de caña de azúcar que está a punto de lanzar al mercado, tanto para la venta doméstica como para exportación.
Analizar normativas
“Una producción pionera que creará puestos de trabajo y constituirá otro aporte de la caña de azúcar al paradigma de sostenibilidad que todos buscamos”, se agrega en el documento en el cual también se admite que “la mirada de la sociedad se posa cada vez más sobre las empresas, que estamos llamadas a liderar proactivamente la agenda de sostenibilidad”.
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De hecho, la ONU ha destacado el papel fundamental que tiene el sector privado en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para el año 2030 teniendo en cuenta que, en el caso de Ledesma, trabaja sobre 11 de los 17 ODS.
A esto le suma la incorporación casi inmediata de las normativas que van surgiendo en Estados Unidos y la Unión Europea sobre obligaciones de las compañías en temas como gobernanza, riesgos climáticos, relación con las comunidades locales y emisiones de gases de efecto invernadero, que generarán exigencias que también llegan a las empresas argentinas por ser parte de su cadena de valor como proveedores.
Al aggionarse a este contexto, desde Ledesma se busca anticiparse a esas tendencias con hechos concretos, incorporando prácticas internacionales cada vez más exigentes.
En el reporte se reflejan varias de estas acciones y se ofrece una visión sobre el modelo de negocio de la compañía y su impacto en el desarrollo sostenible, de sus estrategias y de los riesgos y oportunidades a las que se enfrenta, y exhibe su desempeño en sus dimensiones económica, social y ambiental desde la perspectiva de una gobernanza transparente.
Al respecto, Carlos Herminio Blaquier, presidente de Ledesma, asegura desde el informe que, con el objetivo de aumentar la productividad de los campos de caña que fueron seleccionados con criterios de sustentabilidad, la empresa incorporó el riego presurizado con energía gravitacional.
“Este sistema se alimenta con agua que corre por canales que están a 80 metros de altura de los campos a regar, por lo que no necesitan bomba para tener agua a suficiente presión para operar. Esta innovación en riego permite un mayor aprovechamiento del agua, lo que se traduce en más toneladas de caña por hectárea, y al no necesitar una bomba para operar, no genera consumo de energía y, por ende, tiene cero emisiones de CO2”, agrega.
Biplásticos en marcha
Con respecto a los llamados biobifurcadores, la empresa sigue trabajando para encontrar alternativas biológicas a productos de múltiples usos originados en síntesis química.
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Lo mismo ocurre con la tecnología para el agro ya que tanto en sus campos de caña como en aquellos en los que produce frutas y granos, se encuentra en permanente búsqueda de nuevas tecnologías que le permitan lograr mayor productividad, un uso más eficiente del agua y de los agroquímicos y modelos predictivos del comportamiento de los cultivos. Muchas de estas tecnologías novedosas son desarrolladas por startups tecnológicas.
Otro de los sectores en los cuales se encuentra innovando es en el de los bioplásticos en donde Ledesma forma parte de INMET, una empresa que tiene como objetivo el desarrollo del PHB (bioplástico biodegradable) como un aporte a la sostenibilidad al permitir la sustitución de plásticos de origen fósiles.
“Nuestra actividad productiva se desenvuelve principalmente en las yungas del noroeste argentino, selvas subtropicales de montaña, una de las ecorregiones más diversas de la Argentina. Conscientes del gran valor que representa este ecosistema para el ambiente, tomamos el compromiso de desempeñar nuestros negocios de forma sostenible”, se informa en otro capítulo del reporte.
Se agrega que, bajo la política ambiental, Ledesma cuida “que todos nuestros colaboradores, proveedores y clientes operen y actúen conforme al marco legislativo ambiental vigente y aplicable y los pilares que definimos como fundamentales”.
Como parte de ese proceso también se respetan la legislación nacional y las normas provinciales en los territorios donde opera referidas al medio ambiente y la sustentabilidad. Particularmente en Jujuy, donde cumple con la Ley Provincial N° 5.063, llamada Ley General del Ambiente, sus decretos y normas complementarias.
La norma regula la evaluación de impacto ambiental; protección de la atmósfera, las aguas y el suelo; y hasta el tratamiento y disposición de residuos. Para poder certificar la ley presenta un detalle de las actividades, inputs, procesos y outputs derivados de las operaciones de la compañía.
Monitoreo ambiental en Ledesma
Otro cuidado que en Ledesma consideran fundamental se refiere a la protección de los ecosistemas y la biodiversidad. En el reporte se recuerda que en1979, la compañía donó 76.000 hectáreas para la creación del Parque Nacional Calilegua. Luego, en el 2002, esta región en Jujuy fue declarada por la UNESCO como “reserva de biósfera”, mientras Ledesma siguió adelante con su plan de gestión de biodiversidad con el objetivo de asegurar la conservación de las áreas silvestres incluidas en el territorio de Ledesma en las provincias de Jujuy, Entre Ríos y Buenos Aires, manteniendo su biodiversidad y los servicios ambientales que brindan.
En ese marco, la empresa acaba de sumar un programa de monitoreo ambiental que brinda información técnica sólida para la toma de decisiones en la gestión ambiental de la empresa.
A esto lo complementa con el manejo sostenible de los recursos naturales vivos mediante la adopción de prácticas que integren las necesidades de la conservación con las prioridades del desarrollo para lograr una integración coherente entre los sistemas naturales y productivos.
Otro pilar en su proceso es el cuidado del agua, un recurso esencial para sus operaciones y para el equilibrio de las yungas, por lo que busca continuamente formas más eficientes para utilizar este recurso, realizando cambios en la metodología y buscando equipos que permitan disminuir el consumo de agua.
“Para abastecernos, aprovechamos los cursos de agua que bajan de las cuencas montañosas al oeste de los cultivos y los distribuimos a través de una extensa red de canales”, se destaca en el documento.
Otra acción para mejorar la eficiencia en el uso del agua es el monitoreo satelital, tecnología que le permite conocer el nivel de hidratación del cultivo a partir de la observación de imágenes satelitales cada cinco días, y así identificar qué sectores necesitan ser regados y cuáles no, lo que mejora la asignación del recurso.
Además de estos hechos y mediante una importante reconversión tecnológica, en el 2023 inició el desarrollo de un nuevo sistema de riego para mejorar la eficiencia en el uso del agua en la Finca Florencia, una de las fincas centrales de Ledesma.
Para ello se basa en un recambio del sistema de riego, pasando de un sistema tradicional “surco por surco” a uno de aspersión con equipos presurizados por energía gravitacional. Es decir que la energía es generada por la diferencia de altura entre el punto de captación de agua en los canales y las áreas a
regar aguas abajo.
Preservación del ambiente
El proyecto abarca un área total de 600 hectáreas y el sistema en desarrollo no utiliza energía convencional ni derivados del petróleo, y minimiza el impacto ambiental al no usar motores a explosión ni motores eléctricos, gracias a que la presión necesaria se genera por la gravedad y debido a la diferencia de altura.
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El reporte agrega que se trata de una tecnología de riego presurizado sin emisiones de gases de efecto invernadero y asegura que este cambio de sistema de riego “nos está permitiendo aumentar la eficiencia de los recursos en dos ejes.
Uno es el incremento en un 100% del aprovechamiento del uso del agua, pasando de un 35% de eficiencia en el riego por gravedad a un 70% de eficiencia en el riego por aspersión.
El otro es la eficiencia del uso de la tierra aumentando la superficie neta de cultivo que utiliza solamente el 5% como superficie de servicio. “Por ello, logramos aproximadamente un 7% de aprovechamiento de la superficie existente” agrega el trabajo.
Energía y emisiones
Ledesma se abastece de energía eléctrica y térmica, y aprovecha los residuos de la cosecha de la caña de azúcar como combustible renovable para generar energía.
La empresa utiliza el vapor producido en las calderas de potencia para generar energía eléctrica y aportar calor a los procesos industriales y busca aprovechar mejor el vapor con el uso de evaporadores de placa para la concentración de jugo de caña.
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En este contexto, cuenta con un programa de ahorro de energía eléctrica en todo el complejo, con foco en los sistemas de aire comprimido y la modernización de los sistemas de iluminación, entre otras actividades.
Al mismo tiempo, trabaja en el ahorro de gas en calderas bagaceras con un indicador referenciado a m3N de gas por tonelada de vapor generado. Además, realiza proyectos de eliminación de purgas y trampas de vapor.
Reducir emisiones
El 66% de las emisiones de gases de efecto invernadero de Ledesma son por la generación y consumo de energía. El transporte y maquinaria, en tanto, general otro 12%, la producción agrícola el 8%, y los procesos industriales el 7% de las emisiones totales, mientras que el 7% restante se produce en la gestión de residuos y efluentes del Complejo Agroindustrial Ledesma (CAL). Las emisiones directas han representado el 90% o más de las emisiones totales a lo largo de todos los ejercicios.
Para la empresa, la reducción de emisiones se debe fundamentalmente a las siguientes medidas:
- Disminución del consumo de gas natural en las calderas de la central termoeléctrica, la principal fuente de emisiones de todo el Ingenio, en un 8,4%.
- Menor consumo de combustibles para las actividades de cosecha y transporte de caña, que mostró una disminución del 14% en el gasoil consumido.
- Reducción del 8% en el volumen de efluentes generados, con destino a la planta de tratamiento in situ, así como una disminución de la carga orgánica de dicho efluente, determinada y monitoreada diariamente durante todo el año en el sistema de tratamiento.
- Menos emisiones indirectas derivadas del transporte de materias primas e insumos, así como de los productos finales desde el complejo hacia los principales centros de comercialización
Captura de carbono
Por otro lado, Ledesma compensa más del 70% de sus emisiones en su complejo agroindustrial gracias a la implementación del programa Paisaje Productivo Protegido donde mantiene alrededor de 100.000 hectáreas de espacios silvestres, que generan una captura de más 350.000 tCO2 por período.
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Es más, desde el 2020 cuenta con la huella de carbono de su producto NAT Office Paper Ream, que se verificó de 0,11Kg de CO2, un valor muy amigable con el ambiente. Dos años después, actualizaron el cálculo de la huella de carbono de varios productos de la familia NAT, particularmente de la Resma NAT, el Paquete de hojas NAT y la Bobina de papel NAT, en base a los requisitos del estándar GHG Protocol, “Product Life Cycle GHG Accounting and Reporting” (WRI / WBSCD).
Residuos y efluentes
En cuanto a la gestión de residuos sólidos en la empresa la consideran clave para preservar el ecosistema productor. Por ello fomenta la reducción de residuos y la separación en origen, al tiempo que promueve la innovación tecnológica y aplica una política 5R para el tratamiento de los residuos sólidos.
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En su Planta de Tratamiento de Residuos Industriales se define el destino de los residuos, si pueden ser reutilizados, reciclados o enviados a disposición final.
Hasta ahora, se transformaron, embalaron y vendieron para reutilizarse como materias primas en la producción de nuevos bienes, el 83% de los residuos sólidos industriales.
En el caso del ingreso recibido por la venta de residuos reciclables logró cubrir gran parte de los gastos de recolección, acondicionamiento y disposición final.
Además, trabaja con el Sistema Integral de Tratamiento de Efluentes (SITE) para manejar y tratar los efluentes líquidos industriales y mantener las aguas del río San Francisco dentro de los Niveles Guía de Calidad de Agua.