Las fragancias de lujo apuestan por el refill: ¿Se puede ahorrar hasta un 50%?
Además de disminuir el uso de vidrio, agua y plástico, quienes optan por las recargas de sus fragancias favoritas pueden ahorrar significativamente. Los detalles.
Si bien recargar el frasco de una fragancia es un acto que existe desde los inicios de la perfumería, esta costumbre con el tiempo cayó en desuso y hoy son pocos los consumidores que conocen esta posibilidad más ecofriendly con el medioambiente y el bolsillo.
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Sobre todo en el segmento de lujo, no hace tanto parecía impensado que alguien optara por comprar una recarga o “refill” para su perfume original en lugar de simplemente adquirir uno nuevo.
Alrededor de una década atrás, esa mentalidad comenzó dar pequeños pasos hacia una modalidad de consumo más sustentable, y según confirmaron desde algunas de las principales empresas del sector, hoy los clientes esperan que las marcas lideren ese cambio.
Así es que muchas de las fragancias importadas más conocidas que llegan a la Argentina, e incluso marcas locales de nicho, emprendieron el arduo trabajo de rediseñar sus frascos históricos para ofrecer refills a los consumidores, o montar estaciones de recarga para sus premiados productos.
El ahorro para el consumidor que opta por la recarga en lugar del producto nuevo, es de entre 30% y 50%, de acuerdo a los precios relevados por Economía Sustentable.
Cambio de época y más ahorro
Desde siempre las empresas de lujo se posicionaron como una opción más sustentable que la tristemente célebre “moda rápida”, ya que su apuesta por la calidad y la atemporalidad hacen que la durabilidad de sus productos vaya en contra la “cultura de lo descartable”.
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A la vez, las grandes perfumeras vienen tratando de trasparentar y sanear sus cadenas de producción. En principio, se volcaron a formas más sustentables de obtener, procesar y transportar sus esencias e ingredientes. El ahorro de recursos como el agua, la energía, el vidrio, la reducción de su propia huella de carbono, también fue un paso en el que continúan profundizando. En la actualidad, estamos en era de la refundación de los envases y de impulsar a un consumo más sano y consciente.
Por caso, Estée Lauder – dueña de marcas como Bobbi Brown, Clinique, MAC o Tom Ford- tiene un compromiso de utilizar hasta 50% de material reciclado en sus envases, y para 2025 espera que entre 75% y 100% de sus packagings a nivel mundial sean reciclables, recargables, reutilizables o recuperables.
También L’Oréal Group está invirtiendo fuertemente en generar este cambio para sus principales marcas. “Armani fue la primera marca en Argentina en lanzar una propuesta refill, con su fragancia femenina My Way, para luego seguir mostrando su fuerte compromiso sustentable con la fragancia masculina clásica de la marca Acqua Di Gio”, dijeron a este medio fuentes de L’Oréal Groupe.
Al día de hoy, si se toman en conjunto los tres productos de Armani, se redujeron un 31% las emisiones de carbono, un 43% el uso de cristal, un 67% el de metal y un 22% el de papel. Y My Way logró ser la primera fragancia con neutralidad de carbono punta a punta en su producción.
La última novedad de L’Oréal al respecto fue el rediseño de los frascos de todas las variedades de Polo Ralph Lauren para que sean recargables. Así achicaron la utilización de vidrio virgen un 22%, un 67% el uso de metal y un 32% menos de cartón.
También con el refill de la histórica fragancia La Vie Est Belle, de Lancôme, redujo 50% el uso de vidrio (ahorrando 223 toneladas al año), 46% el de plástico y cartón y un 39% la huella hídrica. A eso se suman con opciones de recarga los productos de cosmética de Lancôme y los de YSL Beauty.
Otra marca pionera en este espacio es Kenzo, que según confirmó a este medio, lanzó su primera fragancia recargable en 2010 y 12 años después encontró en su perfume Flowers la oportunidad para volver sobre esa innovación, que se transformó en pilar de la compañía. La consideran una opción “eco responsable” que está en el centro de su ADN, “en respuesta a los consumidores que están esperando que las marcas lideren este cambio”.
De acuerdo a documentos de la marca a los que accedió Economía Sustentable, la tecnología de relleno de Kenzo tiene varias ventajas, como que el recargado frena automáticamente cuando el frasco está completo, y el refill viene en una botella hecha de aluminio 100% reciclado y reciclable que, además, preserva intacta la fragancia. Por su parte, las botellas del perfume original tienen un 20% de vidrio reciclado, y en el caso de las tapas del frasco de 100ml, se ahorran 5 toneladas de plástico en su fabricación por año.
Por su parte, Blind Fragrances es una perfumera local con fragancias de autor y de nicho, creada por la emprendedora Adriana Lopardo, pionera en instalar la primera estación de refill en su local de la Ciudad de Buenos Aires. Con fragancias como Rumba y Punto, esta marca fue destacada en más de una oportunidad en los premios Pure Beauty Global Award que se entregan en Londres.
“La perfumería de nicho o también llamada perfumería de autor, es un modelo originario de Francia e Italia, que lo que busca es recuperar los valores del trabajo artesanal de esta industria, el “savoir faire” que se perdió con el proceso de expansión de la perfumería de lujo tradicional asociada a grandes marcas. Estos tipos de perfumes representan exclusividad, autenticidad, artesanía, originalidad, calidad e independencia”, contaron desde la marca argentina a este medio.
Las de Blind son esencias sin género que no siguen las tendencias que dicta la moda, y por lo tanto, son atemporales. Esto las vuelve especialmente adecuadas para la modalidad de recarga a largo plazo, además del claro beneficio en ahorro de recursos naturales y dinero que tiene esa metodología.
Fragancias con refill en Argentina
¿Cuáles son las fragancias importadas con posibilidad de recarga que se consiguen en la Argentina? Además de las ya mencionadas, se agregan Phantom, Million y Fame, de Rabanne; Scandal y Divine, de Jean Paul Gaultier; Aqua Allegoría, de Guerlain; las fragancias de Moncler, las líneas Angel y Alien, de Mugler; entre otras.
Si tomamos algunos casos testigo, quienes adquieren la recarga de cualquiera de las variedades de Polo Ralph Lauren, ahorran un 35% en relación a la compra del perfume original.
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En el caso de las de Giorgio Armani, el ahorro por mililitro del refill es del 34% para My Way, y de 45% en el de Acqua Di Gio Homme. Para las de YSL, supera el 31% al adquirir la recarga de Libre, y llega al 45% en la de MYSLF, lo mismo que para la famosa fragancia La Vie Est Belle, de Lancôme. Para Flower By Kenzo La Ressource la recarga de 200ml le permite al consumidor ahorrar al cierre de este artículo 195 mil pesos (en relación al valor por ml de la fragancia de 100ml).
Vale la pena mencionar, además que, en casi todas las marcas mencionadas, la recarga se vende en formato de 200ml, por lo que en caso de tener los frascos de 80 o 100ml, se puede rellenar más de una vez.
En cambio, en el caso del rellenado de Blind Fragrances, los consumidores pagan por la recarga el 50% del valor del original, por lo que el ahorro es más que importante, pero se suele realizar en la estación de recarga del local, llevando el frasco vacío, o coordinando con la compañía por WhatsApp desde cualquier parte del país.
Consumidores más “verdes”
El ahorro probablemente no sea lo que tiene en mente quien es consumidor frecuente de fragancias de lujo. De hecho, las mismas fueron históricamente un sinónimo de status. ¿Por qué cambiar entonces por una recarga en lugar de volver a comprar el original?
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“Hoy muchos de nuestros clientes adoptaron el refill y cada día son más, sobre todo quienes tienen una fragancia elegida y quieren continuar con la misma una y otra vez”, respondieron desde Blind. Es decir, los sistemas de recargas se prestan sobre todo para aquellos usuarios recurrentes, que no cambian de perfume en cada compra.
A la vez, en Blind reconocen que el beneficio principal que los clientes tienen en cuenta a la hora de elegir la recarga es el ahorro del 50% sobre el valor de una fragancia nueva, “pero también que destacan mucho el aspecto sustentable: además de reutilizar el frasco, las fragancias recargadas se entregan en una bolsa hecha de material compostable a base de almidón de maíz, que se convierte en abono en 180 días”. “Hoy muchos de nuestros clientes adoptaron el refill y cada día son más, sobre todo quienes tienen una fragancia elegida y quieren continuar con la misma una y otra vez”, respondieron desde Blind. Es decir, los sistemas de recargas se prestan sobre todo para aquellos usuarios recurrentes, que no cambian de perfume en cada compra.
A la vez, en Blind reconocen que el beneficio principal que los clientes tienen en cuenta a la hora de elegir la recarga es el ahorro del 50% sobre el valor de una fragancia nueva, “pero también que destacan mucho el aspecto sustentable: además de reutilizar el frasco, las fragancias recargadas se entregan en una bolsa hecha de material compostable a base de almidón de maíz, que se convierte en abono en 180 días”.
Aquellos que apuntan a un estilo de vida sustentable saben que esta modalidad tiene un importante beneficio, cuando el perfume deja de convertirse en un bien de un solo uso. Asimismo, se les da un nuevo propósito a los frascos, que suelen tener diseños únicos que los usuarios valoran y quieren conservar.
“Según una encuesta con entrevistas en profundidad a 500 consumidoras de productos de belleza, el 50% vio o escuchó hablar de propuestas sustentables de fragancias mientras que el 96% comentó estar interesada en el formato recargable. Otro dato importante es que el 98% de las mujeres encuestadas usan fragancias”, sentenciaron desde L’Oréal.