PUBLICIDAD
Hallazgo

La NASA detectó un fenómeno solar por el cual no hay una explicación precisa

La agencia observó el pasado 2 de febrero un enorme filamento de plasma que daba vueltas como un torbellino sobre el polo norte de la estrella.

La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, más conocida como NASA, descubrió que un enorme filamento de plasma se había despegado de la superficie del Sol y se encontraba dando vueltas alrededor del polo Norte.

Este descubrimiento hallado el pasado 2 de febrero se trata de un fenómeno de proporciones inéditas (aunque ya observado previamente), sin explicación y que se repite cada 11 años.

//Mirá también: La Luna podría protegernos de los efectos del cambio climático: qué encontraron los científicos

Según especialistas espaciales, ese es el período que tarda en completarse un ciclo solar, caracterizado por el flujo y reflujo en la generación de erupciones y manchas solares. 

La NASA detectó un fenómeno solar el pasado 2 de febrero que no tiene una explicación precisa

A partir de esta información, la principal hipótesis apunta en esa dirección, aunque sin conocerse muy bien su relación exacta con el fenómeno encontrado.

“Una vez en cada ciclo solar, este ‘seto de plasma’ se forma en la latitud de 55 grados y comienza a marchar hacia los polos solares. Es algo muy curioso”, comenta el físico solar Scott McIntosh, subdirector del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica en Boulder (Colorado, EE.UU.).

“Pero sobre él planea una gran pregunta. ¿Por qué solo se mueve hacia el polo una vez, desaparece y luego regresa, mágicamente, tres o cuatro años más tarde exactamente en la misma región?”, se cuestiona McIntosh.

//Mirá también: Así es el propulsor nuclear que prepara Rolls-Royce para viajar a la Luna y Marte

Hasta el momento, los expertos saben que las regiones polares del Sol son claves en la generación del campo magnético de la estrella, el cual impulsa ese ciclo de actividad cada 11 años. 

Sin embargo, nunca habían presenciado un desprendimiento de este calibre, con el subsiguiente torbellino polar que se originó el pasado 2 de febrero.

Por ello, y teniendo en cuenta que las sondas actuales no tienen capacidad para observar esa región, confían en que la misión Solar Orbiter de la ESA arroje novedades desde el interior de la órbita de Mercurio, la cual se inclinará hasta los 33º en los próximos años.

PUBLICIDAD
Fecha de publicación: 14/02, 12:01 pm