La “hoja de ruta” sustentable de la cerealera de la familia Perez Companc
La compañía, surgida de la escisión con Molinos Río de la Plata, planteó una serie de objetivos y metas a cumplir hasta el 2024 para sostener sus finanzas pero incrementar su participación en el cuidado del medio ambiente.
La importancia del rol que juega la agroindustria lleva a las empresas de este sector a replantear y reconfigurar las condiciones en las que desarrollan sus actividades comerciales y productivas.
Prueba de ello, es la gestión transversal de la sustentabilidad en el negocio, sabiendo que los ciclos de los productos agrícolas se ven directamente afectados a nivel local e internacional por el paulatino aumento de la variabilidad climática debido al calentamiento global.
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Entienden las compañías que las fallas de producción o las cosechas récord desbalancean el equilibrio comercial mundial, generando riesgos y oportunidades físicas, comerciales y regulatorias.
En consecuencia, las medidas comerciales de corto plazo, así como las estratégicas de mediano y largo plazo de la actividad primaria contemplan los efectos de estos cambios climáticos y situaciones que requieren que se manejen y gestionen adecuadamente los riegos climáticos.
En el caso de Molinos Agro, viene aplicando una metodología económica-sustentable para cuidar el valor de sus operaciones pero manteniendo un equilibrio con la sustentabilidad que le permita generar ingresos para sus accionistas y, a la vez, no ir en contra del cuidado del medio ambiente. Se trata de una de las más grandes empresas del complejo agroexportador argentino, propiedad del Grupo Perez Companc y surgida de la escisión del negocio a granel de Molinos Río de la Plata en el 2016.
En la actualidad, es parte del Top 10 de exportadores de granos, con el puerto de San Lorenzo, desde donde opera, ocupando el segundo lugar con mayor capacidad de molienda de soja del mundo Molinos Agro es también uno de los principales proveedores de productos para la industria de alimentación animal.
En cifras, el año pasado, exportó 1,7 millones de toneladas de granos; tuvo a cargo 4,8 millones de toneladas de molienda de soja; generó ventas por $756 millones y dos millones de toneladas de participación en el mercado de exportación de cereales, además de 4,8 millones de toneladas de molienda, además de ocupar el 13% de participación de mercado en el negocio de la molienda de soja.
De manera paralela, también mostró su desempeño ambiental creciente con 31.990 toneladas de emisiones de CO2 ahorradas por autogeneración de energía; reducción del 58% de sus residuos con respecto al 2021; genera el 75% de su electricidad y del mismo modo redujo en un 20% el consumo total de energía eléctrica.
Y con el objetivo de mantener sus niveles de negocios pero apostando más fuerte al cuidado del medio ambiente, el año pasado creó el Comité de Sustentabilidad, un equipo formado por personas de distintas áreas que tiene como objetivo:
- 1) Fomentar la cultura de sustentabilidad, trabajando en la comunicación y capacitación para todas las personas de la compañía.
- 2) Identificar las temáticas estratégicas para el desarrollo sostenible del negocio y definir la hoja de ruta del negocio, monitoreando y coordinado el progreso de cada tema material.
- 3) Trabajar en la identificación de KPIS y objetivos de sustentabilidad al año 2030.
La estrategia de la compañía de la familia Perez Companc se basa en el uso racional de los recursos naturales y materiales, y la optimización de los procesos para preservar el ambiente y la biodiversidad.
También en la gestión eficiente de los residuos generados, evitando y reduciendo su generación y promoviendo la reutilización y el reciclado, previniendo así la contaminación que puedan generar.
Del mismo modo, realiza esfuerzos por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, incrementando el uso de energías alternativas, promoviendo el consumo de combustibles más limpios y priorizando un transporte eficiente.
Otro componente del plan es la promoción de la mejora continua a partir del establecimiento de objetivos y metas, y de la revisión periódica de resultados y mecanismos de gestión implementados.
En el caso de sus matrices de impacto ambiental contemplan el consumo responsable de agua, optimizando su uso en sus plantas industriales, trabajando siempre que sea posible con circuitos cerrados.
Cuenta con una moderna planta de tratamiento de efluentes compuesta por un sistema de tratamiento físico, químico y biológico que garantiza el correcto tratamiento de todos los vertidos industriales.
Mejorar la gestión ambiental
También prioriza el uso de fuentes limpias de energía e impulsa la autosuficiencia energética a partir de la generación de electricidad a través de una turbina propia que abastece a la planta de San Lorenzo y al puerto San Benito en su plena capacidad.
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De igual forma, optimiza la energía calórica creando electricidad con el vapor generado en las calderas de alta presión y el vapor residual vuelve a incorporarse para abastecer al proceso productivo.
A partir de las inversiones y mejoras realizadas en las turbinas en el periodo anterior, pudo trabajar de manera continua en la autogeneración de energía, logrando que más del 75% de la energía consumida provenga de la propia autogeneración.
Para Pablo Oscar Noceda, CEO y Gerente General de Molinos Agro, “durante el transcurso del año, hemos realizado avances importantes en esta gestión, como la incorporación del criterio huella de carbono en el análisis de nuevas inversiones, nuestra activa participación en la Visión Sectorial para el Gran Chaco argentino (VISEC -la primera plataforma multisectorial que aborda el tema de la producción sustentable de soja en el país-), la generación de acuerdos con diferentes fundaciones para impulsar la salud y la educación en las comunidades con las que interactuamos, entre otros temas”.
El ejecutivo recuerda que estos preceptos van atados a la búsqueda de la mejora continua del desempeño económico garantizando el cumplimiento de los compromisos, la fortaleza financiera de largo plazo y un patrimonio neto sólido, junto a la distribución de valor económico y la reinversión de utilidades.
Sin embargo, en el plano interno, las distorsiones de tipo de cambio, los programas de incremento exportador (dólar soja) y una oferta por parte del productor, restringida por las condiciones de mercado, le originó una disminución de la facturación del 4% respecto al ejercicio anterior.
Los costos fijos en dólares del periodo se acentuaron por el atraso del tipo de cambio en relación con el índice de inflación, generando así una disminución del resultado operativo del 34% respecto al año anterior.
Sostener los planes a pesar de la crisis
Pero, a pesar de que los datos económicos y financieros no parecen haber favorecido la performance de Molinos Agro durante el 2022, la compañía mantuvo e incrementó sus planes de sustentabilidad.
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Como ejemplo, reemplazó las bombas que alimentan la caldera y la torre de enfriamiento por unidades de última generación que consumen menor cantidad de energía y ahorran emisiones de gases efecto invernadero.
Del mismo modo, en los contratos de compra de granos incluyó una cláusula referida a buenas prácticas agrícolas que las empresas proveedoras se comprometen a cumplir.
Además, les solicita el cumplimiento de las recomendaciones de las Normas GMP+B2, que incluyen requisitos de desempeño de estándares de calidad, inocuidad e higiene. Otro aspecto en el que la empresa trabaja es con los postulados del Programa Argentino de Carbono Neutro, desde el cual desarrolla metodologías de cuantificación, prácticas de medición, mejora y neutralidad de la huella de carbono.
La Mesa de Oleaginosas, de la que forma parte, concluyó el trabajo de campo para obtener una calculadora de carbono que mida la huella en todos los pasos de la cadena de valor de los principales productos como soja, harina de soja, aceite de soja y biodiesel.
“El accionar sobre su balance nos permitirá progresar en la ecuación algebraica del Carbono asociado a nuestra actividad”, dice Molinos Agro en su reporte de sustentabilidad de este año que acaba de enviar a la Comisión Nacional de Valores (CNV).
Optimización ambiental de transporte
Con relación a la logística, la estrategia de Molinos Agro se basa en promover métodos eficaces en el transporte de productos, para contribuir a la reducción de la contaminación ambiental.
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El objetivo es disminuir el uso de camiones convencionales, dando lugar a bitrenes y camiones escalables, equipos de grandes dimensiones capaces de transportar entre 30 y 60% más materias primas que en un camión convencional, reduciendo el costo de combustible por tonelada transportada, el aporte de gases de efecto invernadero e incrementando la productividad.
A partir de la adaptación de tres de sus plataformas volcables, la Planta San Lorenzo y el Puerto San Benito se encuentran en condiciones de recepcionar sin restricciones este tipo de camiones.
Del mismo modo y en alianza con las empresas Siclo Rural y las Municipalidades de La Cautiva, Bandera, Gral. Pinedo y Río del Valle, recicla los silobolsas utilizados en nuestros acopios y los fondos recaudados son destinados a la comunidad a través de instituciones educativas, centros para la tercera edad, comedores comunitarios, entre otros).
Menor emisión
Otra pata del plan sustentable de Molinos Agro está atada a la necesidad de reducir la huella ambiental y contribuir a mitigar el cambio climático, trabajando para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero generadas en sus operaciones.
Los esfuerzos los centra en:
- Generar su propia electricidad proveniente de energías alternativas y evaluar de forma permanente proyectos de implementación de energías renovables.
- Optimizar el uso del transporte, fomentando el uso de camiones escalables y bitrenes que permiten una mayor carga y más eficiencia.
- Participar como dadores y receptores de carga en operativos ferroviarios.
- Optimizar continuamente sus procesos y la adquisición de nuevas tecnologías para reducir las emisiones de particulado a la atmósfera.
- Grupos interdisciplinarios trabajando de manera conjunta en la mitigación de fuentes de material particulado.
- Capacitación continua a todo el personal en el impacto que cada uno genera en cada acción.
A estos objetivos le suma la obligación de mejorar el impacto directo de los residuos generados sobre el ambiente para lo cual recircula las partículas finas de la harina de soja que son captadas por los sistemas de aspiración, transportadas hasta las líneas de producción y reincorporadas a las líneas productivas, integrándolas así en el pellet de soja.
Además, el año pasado desarrolló una planta de recupero del sector de prelimpieza de granos que permite rescatar los granos de soja que quedan en su chaucha; moler las chauchas y palos que anteriormente se disponían como residuos, para incorporarlos al pellet y transformarlos en subproducto destinado a alimentación animal.
Desafíos a corto plazo
La compañía se planteó también una serie de metas para el período 2022-2023 entre las cuales se destacan lograr un volumen de molienda más exportación de cereales de 7,5 millones de toneladas; continuar creciendo en share de exportación de cereales; seguir operando el fasón en planta de un tercero; potenciar el control y prevención referido a la seguridad de la información y ciberseguridad, además de continuar con la auditoría a distancia desarrollando indicadores de gestión y alerta sobre procesos críticos.
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En tanto para lo que resta de este año y el 2024, los desafíos pasan por operar la mayor cantidad de toneladas posible en un contexto de rentabilidad positiva, ante la peor cosecha de soja y maíz en 20 años.
También, capitalizar una aceptable cosecha de trigo (luego de perder 50% el año anterior), con una actividad superior a las 450.000 toneladas.
Buscará además importar soja de Paraguay y Brasil para intentar ocupar parte de la capacidad ociosa de la planta San Lorenzo producto de la cosecha más baja de los últimos 20 años; actualizar la matriz de riesgos críticos, con foco en los cambios tecnológicos incorporados en los controles de la compañía.
Como desafíos para la sustentabilidad de su negocio, incluye trabajar en ciberseguridad, haciendo hincapié en la prevención y capacitación continua; continuar reforzando la cultura ética mediante comunicación y capacitación interna y en su cadena de valor; mantener el estándar de cumplimiento de la normativa de la Comisión Nacional de Valores.
A esto le suma desarrollar y aplicar la huella ambiental MOA a los nuevos proyectos e inversiones para que cuenten con un impacto ambiental positivo e implementar un proyecto de reemplazo de energía proveniente de fuentes no renovables por energía solar en alguno de los seis acopios del interior del país.