Gasolineras flotantes: qué ventajas le aportarán a los barcos eléctricos y quiénes están detrás del proyecto
Distintas compañías trabajan en esta tecnología para ayudar a la industria marítima a poder deshacerse del diesel sucio y transformarse en sustentables.
Distintas compañías industriales europeas trabajan en la posibilidad de construir gasolineras flotantes las cuales van a permitir a los barcos eléctricos poder cargar las baterías de sus motores, y sin la necesidad de detenerse por completo.
Una de las firmas que lleva adelante el proyecto es Maersk, la cual quiere deshacerse del diesel sucio y funcionar a partir de energía eólica. ¿Cómo lo harían? Con electricidad directa de las granas eólicas de ultramar.
Cómo funciona este sistema
La mayoría de los barcos queman combustibles diesel sucios para transportar personas y carga a través del agua. Así arrastran enormes cantidades de gases de efecto invernadero y contaminación tóxica del aire en su recorrido.
En 2021, las emisiones de dióxido de carbono de la industria naviera a nivel global aumentaron casi un 5 % en comparación con 2020, causado también por el aumento del comercio marítimo.
En este sentido, crecieron las instalaciones de granjas eólicas, frente a las costas de países europeos y asiáticos. En paralelo, Estados Unidos, uno de los países detractores de esta tecnología, ahora tiene muchísimos proyectos en proceso.
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Para realizar este procedimiento de alimentar a los barcos con energía limpia, algunas compañías están desarrollando boyas de amarre, similares a las estaciones de carga de vehículos eléctricos que se balancean y que están unidas a los parques eólicos a través de cables submarinos.
Los barcos que queman diesel pueden conectarse a estos dispositivos para mantener sus luces encendidas. A medida que más embarcaciones eléctricas llegan al agua, pueden conectarse para recargar sus baterías en el mar.
Proyecto de “gasolineras flotantes”
Al menos tres proyectos de viento a barco están programados para comenzar sus pruebas piloto en 2022 en el Reino Unido, que hasta hace poco tenía la mayor cantidad de capacidad eólica marina total instalada en el mundo, con casi 10,4 gigavatios a fines de 2020. Hoy, ese lugar lo ocupa China.
La energía eólica marina “es un lugar realmente oportuno para comenzar a analizar el desafío de descarbonizar el transporte marítimo”, dijo Stuart Barnes de Offshore Renewable Energy Catapult, un centro de investigación y desarrollo con sede en Glasgow, Escocia.
Maersk está detrás de uno de los primeros proyectos que persiguen este concepto, y va por la ruta de la boya. En enero, la división de servicios marítimos en alta mar de Maersk lanzó una nueva empresa, llamada Stillstrom, para desarrollar y comercializar su estación de carga.
La compañía estima que aproximadamente 3.500 embarcaciones comerciales están parando sus motores en cualquier momento en todo el mundo, emitiendo gases que provocan calentamiento de la tierra.