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Cambio climático

El océano Austral es un sumidero de carbono por excelencia para el CO2 humano: cuál es el motivo

Según los científicos, este mecanismo se da en el océano Austral que con la ayuda de microorganismos, absorbe el CO2 antes de volver a hundirse.

Las emisiones de CO2 generadas por el hombre ingresan a la atmósfera y parte de ese gas es absorbido por el océano en un proceso complejo que tiene el potencial de servir como ayuda para paliar los efectos del cambio climático. Según un grupo de expertos, este mecanismo tiene su origen en el agua fría que se encuentra en el Austral.

Según los científicos, este mecanismo se da en el agua fría y rica en nutrientes de la superficie del océano Austral, que con la ayuda de los microorganismos, absorbe el CO2 antes de volver a hundirse.

Estudio de la NASA

Un estudio reciente de la NASA puso de manifiesto que esta gran cantidad de agua se presenta como un potencial sumidero de carbono y que beneficia a la humanidad. “Con una mayor absorción en verano y menos desgasificación en invierno de lo que han indicado otras observaciones recientes”, explica el informe.

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En este sentido, la novedad del estudio es que por primera vez han dicho una cifra casi exacta de la cantidad de CO2 atmosférico que absorben las aguas heladas que rodean el continente antártico.

El informe indica que el 40% del dióxido de carbono producido por la humanidad fue absorbido originalmente por el océano Austral. En cuanto a su papel como sumidero, señalan que las aguas de la región absorbían aproximadamente 0,53 petagramos más (530 millones de toneladas métricas) de carbono de lo que liberaban cada año.

“Las mediciones en el aire muestran una reducción de dióxido de carbono en la atmósfera inferior sobre la superficie del Océano Austral en verano, lo que indica la absorción de carbono por el océano”, explica Matthew Long, autor principal del estudio y científico del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR).

Medir el CO2

Los autores comentan que medir el flujo o intercambio de CO2 del aire al mar ha sido un desafío muy grande pero que permite tener mayores precisiones sobre el cambio climático. 

“No se puede engañar a la atmósfera. Si bien las mediciones tomadas desde la superficie del océano y desde la tierra son importantes, son demasiado escasas para proporcionar una imagen confiable del flujo de carbono entre el aire y el mar. Sin embargo, la atmósfera puede integrar flujos en grandes extensiones”, comenta Matthew Long.

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Mediciones aéreas

Los investigadores utilizaron mediciones aéreas de tres experimentos de campo: ATom, HIPPO y ORCAS. En conjunto, los experimentos de campo capturaron una serie de instantáneas del cambio vertical en el dióxido de carbono en varias altitudes de la atmósfera y en varias estaciones.

“Nuestro análisis tiene implicaciones importantes para el monitoreo efectivo del sumidero de carbono del océano Austral”, explican.

Océano Austral

Y agregan: “Un programa regular de observaciones de aeronaves podría proporcionar un enfoque rentable para mejorar drásticamente las estimaciones del presupuesto de carbono para el océano Austral y a nivel mundial”.

De esta manera, se estaría “ayudando a cumplir con un requisito social de una comprensión clara de los mecanismos que impulsan la variación en el CO2 atmosférico”, concluyen los expertos.

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Fecha de publicación: 07/01, 4:54 pm