Día Mundial de los Humedales: de una narrativa ambientalista a un proyecto sostenible
Por Manuel Saurí, director ejecutivo de Proyecto Agua Segura que analiza la importancia de la conservación y restauración de estos ecosistemas para detener la crisis climática global.
A pocos días de la culminación del Foro Económico de Davos, se renueva el debate por la necesidad y urgencia en la transición energética, para proteger y restaurar el mundo en que vivimos. La crisis climática es parte central de la narrativa de políticos, empresarios, medios de comunicación y académicos de todos los rincones del planeta, sin embargo el compromiso sigue siendo escaso. Es necesario pasar de los discursos a la acción, de las buenas intenciones, a las pequeñas y grandes inversiones.
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Como muestra de la importancia de abordar las transformaciones pendientes, alcanza con reflexionar sobre el impacto social y humano que trae la crisis del agua. El modo de producción que hoy sigue moviendo el mundo, afecta seriamente los ecosistemas y profundiza la desigualdad y la pobreza.
Sabemos que el agua es esencial para el desarrollo individual y comunitario, sin embargo, en un nuevo Día Mundial de los Humedales, la ONU advierte que el 35% de los humedales del planeta han desaparecido en los últimos 50 años. Con este retroceso, hemos perdido su inmensa biodiversidad, aumentando el calentamiento global y obligando a muchas comunidades a emigrar y encontrar otras fuentes productivas para subsistir. Más de 1000 millones de personas, una octava parte de la población terrestre, que viven en zonas rurales y urbanas de todo el mundo, dependen de ellos para garantizar su techo y comida.
Cuando hablamos de humedales, estamos hablando de aquellos ecosistemas en los que el agua es el principal factor que controla el entorno y la vida en él. Algunos son de agua dulce, otros son marinos y costeros, como los lagos y ríos. En cualquier caso, son los sumideros de carbono más eficaces de la Tierra, encargándose de capturar y almacenar el doble de carbono que todos los bosques del mundo juntos.
Cómo construir un modelo productivo sostenible
Entonces, ¿cómo abordamos el desafío de construir un modelo productivo que aporte al crecimiento de la economía circular y transforme esta crisis en una oportunidad? En primer lugar, es preciso informarnos y educar a la sociedad sobre la importancia de la conservación y restauración de nuestros ecosistemas para detener esta crisis global. Nadie defiende lo que no conoce.
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En segundo lugar, saber que en nuestras manos está la solución. En manos de los Estados, de las grandes corporaciones, de los pequeños emprendimientos y de los consumidores. Las soluciones basadas en la naturaleza son acciones y políticas destinadas a aprovechar el poder de nuestros entornos naturales, para dar respuestas a desafíos sociales urgentes, como la falta de acceso a agua segura, inundaciones e incluso la inseguridad alimentaria.
Invertir en proyectos sostenibles, no solo es actuar responsablemente con el presente y futuro del planeta, también representa un buen negocio. Los humedales proporcionan más de mil millones de empleos y servicios por un valor estimado anual de 47 billones de dólares de los EE. UU y en América Latina son fuente de vida, trabajo, turismo, recreación, energía y alimento de millones de habitantes.
Transformar esta crisis en una oportunidad para mejorar la calidad de vida de todos, es invertir en proyectos sostenibles, es apostar a soluciones verdes, es confiar en el poder de la naturaleza y en la sabiduría de muchas comunidades para restaurar sus entornos.
Es transformar una narrativa ambientalista en un emprendimiento verdaderamente sostenible.
*El autor es Director Ejecutivo de Proyecto Agua Segura, entidad que desarrolla, gestiona e implementa proyectos de acceso a agua, saneamiento e higiene (WASH) y medioambientales de agua que generan impacto positivo en el negocio, en la eficiencia del recurso y en las comunidades.