Bombachas menstruales y reutilizables: por qué son un beneficio para el medioambiente
Tienen una vida equivalente a 3 o 4 tampones clásicos y se pueden lavar a mano o en el lavarropas. El valor oscila entre 2 y 4 mil pesos.
En tiempos donde todo cambian, las bombachas menstruales no son la excepción y se transforman en una opción más que eficiente para lo que se denomina “regla consciente”. No solo protegen el ambiente, al evitar desechos, sino también que pueden ser reutilizables, ya que acompañan el ciclo modo sostenible y resultan más económicas.
En ese sentido, un estudio realizado por un equipo del Instituto Universitario de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol i Gurina confirmó que hasta un 22,2% de las participantes reportaron que no tuvieron acceso a productos mensuales en algún momento de su vida, ya que no podían costearlos. En paralelo, hasta un 39,9 de esas mujeres sostuvieron que no pudieron usar el producto que habían deseado.
Según expertos, las diferencias al acceso a la educación y a los productos sanitarios durante el ciclo remarcan una evidente “inequidad menstrual” y, por lo tanto, contribuyen a que haya personas menstruantes que viven situaciones de discriminación, “limitando su participación social, comunitaria, política y económica”.
//Mirá también: Una plataforma llega a la Argentina con el objetivo de transformar el acceso al sistema de salud
Beneficios de las bombachas menstruales
Ante el impacto maligno que tienen los productos menstruales, aparece la utilización de las bombachas menstruales, que son reutilizables y cuentan con varias capas que drenan líquidos, evitan fugas, absorben el flujo, neutralizan olores y son antibacteriales. Además, son sostenibles ya que están confeccionadas, en su mayoría, con hilos orgánicos, como el algodón.
Más claves de la “regla consciente”
- Tienen un valor de entre 2 mil y 4 mil pesos
- Se pueden usar durante todo un día o una noche
- Absorben entre 15 y 2 ml y duran el equivalente a 3 o 4 tampones regulares
- Se pueden lavar en lavarropas o a mano
Otras de las cifras del citado estudio marcan la importancia de poner en valor el aprendizaje menstrual. Casi un 60% de las personas que participaron confesó que no había tenido ningún tipo de educación menstrual o que fue ineficiente antes de que les bajase la regla por primera vez.
Y más del 42% señaló haber sufrido discriminación menstrual alguna vez. Lo que revela lo fundamental que es poder desestigmatizar la menstruación y hablar sobre el tema sin tabúes.