La NASA pretende construir una tubería enorme para llevar oxígeno a la Luna, ¿cómo es el proyecto?
El proyecto se basa en montar una tubería capaz de canalizar el oxígeno y trasladarlo a una planta de almacenamiento próxima a una base lunar.
La agencia espacial estadounidense sabe que si quiere alcanzar la Luna, primero debe llevar a cabo distintas pruebas en la Tierra. Y una de esas tareas es cómo aprovisionar de oxígeno a los astronautas.
En este sentido, la NASA estudia la posibilidad de construir una enorme tubería desde el polo sur para alcanzar la Luna y alimentar a los astronautas con oxígeno de buena calidad y así poder colonizar el satélite.
El proyecto, denominado Lunar South Pole Oxygen Pipeline (L-SPoP), se basa en montar una tubería capaz de canalizar el oxígeno y trasladarlo hasta una planta de licuefacción y almacenamiento próxima a una base lunar.
Como señala el propio nombre del plan, su foco se centraría en el Polo Sur lunar, región que ha captado el interés de la agencia espacial estadounidense, al igual que la de China y Rusia, debido a sus recursos potenciales, incluido las reservas de hielo.
Con respecto al proyecto hay que aclarar que lógicamente es nuevo, sin embargo, su propósito no. En su momento, la NASA ya ha invertido importantes fondos en desarrollar la capacidad para extraer oxígeno del agua del hielo lunar para la supervivencia de los visitantes.
El recurso, a fin de cuentas, resulta clave para el hábitat de los humanos, sistemas de soporte vital para los astronautas, rovers o, incluso, los vehículos que partan de la Luna.
“Está previsto que estas tecnologías de extracción se demuestren a gran escala en la Luna a partir de 2024 y brinden apoyo directo a los astronautas de Artemis a partir de 2026”, subraya Peter Curreri, impulsor del proyecto, a través de una nota aportada por la NASA.
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Para ser más exigentes, con el paso de los años, la Nasa no solo trabajó en la posibilidad de obtener el oxígeno en la Luna, sino también en la posibilidad de llevarlo desde la Tierra.
El problema acá aparece, como dice Curreri, en que hasta ahora las estrategias han pasado por embotellar el oxígeno en tanques comprimidos o licuarlo y almacenarlo, pero cualquiera de estas soluciones exige transportarlo a bordo de una nave, lo que consume más energía aún.
“El transporte de este oxígeno en vehículos exploradores consume más energía que el proceso de extracción y se cree que es el aspecto más costoso en la obtención de oxígeno in situ para uso en la Luna, teniendo en cuenta las grandes distancias a las que se encontrará una zona de extracción de recursos desde un hábitat humano o planta de licuefacción”, explican desde la agencia espacial.
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Por este motivo, aparece la nueva solución de L-SPoP que propone una tubería de oxígeno en el Polo Sur de la Luna. “Nuestro concepto inicial es un gasoducto de cinco kilómetros para transportar oxígeno gaseoso desde una fuente de producción, por ejemplo nuestro centro de extracción por electrólisis de regolito fundido (MRE) o cualquier otra, hasta una planta de almacenamiento y licuefacción de oxígeno cercana a una base lunar”, detallan los impulsores de la iniciativa.
Para dar forma a la tubería se plantea el uso de segmentos fabricados in situ con aluminio obtenido en la propia Luna y otros materiales, como puede llegar a ser El Hierro.
El diseño sería modular, flexible y reparable gracias a las técnicas que permiten extraer recursos y fabricar en el satélite, características que sus impulsores creen que garantizarían una “larga vida útil” de la infraestructura.
Por último, la idea es que el gasoducto pueda construirse robóticamente con una cantidad mínima de material transferido desde la Tierra y que se pueda reparar con robots.
Su caudal de oxígeno rondaría los 2 kg/hora y ofrecería una “alta fiabilidad” con una vida útil de 10 años. ¿Nada mal, no?