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Ciencia

La cantidad de años que le quedan a la Vía Láctea y qué sucederá con la vida humana

Si bien aún le quedan miles de millones de años a nuestra galaxia, a través de distintos estudios ya se sabe que terminará por chocar contra Andrómeda.

Según informes recientes, las galaxias en el futuro, tal y como las conocemos en la actualidad, no sobrevivirán. Sin embargo, no hay que alarmarse, ya que todo cambio lleva un proceso y esto se dará en el transcurso de miles de millones de años.

Ahora, Andrómeda y la Vía Láctea están separadas a unos 2,5 millones de años luz. Propulsadas por la gravedad, ambas galaxias se están acercando a unos 400 mil kilómetros por hora. Sin embargo, a esta velocidad, no se encontrarán hasta dentro de 4000 millones de años.

Cuando ocurra el encuentro, las dos galaxias colisionarán y volarán una a través de la otra, dejando un bucle estrellado y gaseoso en sus estelas. Hasta que unos miles de años después, las dos galaxias se fusionen por completo.

Luego de este suceso, el sistema solar tendrá una nueva dirección cósmica: una galaxia elíptica gigante, formada por el choque y la fusión de la Vía Láctea y Andrómeda.

Si bien esta situación puede parecer sacada de una película de ciencia ficción, distintos estudios indican que es una predicción científica real. “Utilizando solamente las leyes de gravitación de Newton, los astrónomos podemos predecir de manera fiable que dentro de varios millones de años nuestra galaxia hogar, la Vía Láctea, se fusionará con nuestra galaxia vecina Andrómeda”, dice el presentador de Cosmos, Neil DeGrasse Tyson, que se transmite por National Geographic.

A la Vía Láctea solo le quedan 4000 millones de años de vida

“Como las distancias entre las estrellas son enormes en comparación con sus tamaños, pocas de las estrellas de alguna de las galaxias colisionarán realmente. Ninguna de las vidas de esos futuros mundos remotos estaría a salvo, pero estarían asistiendo a un increíble espectáculo de luz de miles de millones de años de duración”, agrega.

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Alrededor de 2007, el astrofísico Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, decidió revisar la pregunta de la llegada de Andrómeda. “La mayoría de los teóricos están interesados en reproducir sistemas de nuestro pasado que se observan hoy, y son reacios a hacer previsiones sobre lo que se probará dentro de millones de años”, explicó Loeb. “Lo racional no es claro para mi; estoy tan intrigado en el futuro como lo estoy con el pasado”, aclaró.

Primero Loeb, y luego el posdoctorado T.J. Cox, simularon la próxima colisión y fusión de Andrómeda y la Vía Láctea y los resultados mostraron una posibilidad muy buena de contar con un sistema solar dirigido a las afueras de la galaxia elíptica resultante, que fue denominado por Loeb como “Lactómeda”.

Luego, en 2012, un equipo de astrónomos con base en el Space Telescope Science Institute hicieron nuevamente los cálculos pero con los movimientos propios de Andrómeda. 

Finalmente, el equipo fue capaz de conseguir estas medidas con el telescopio espacial Hubble y mediante una campaña de observación que utiliza años de datos, empezando por las imágenes sacadas en 2002.

“Comparamos las imágenes tomadas en momentos diferentes con el telescopio espacial Hubble, y medimos cuánto se habían movido las estrellas de Andrómeda en relación con las galaxias borrosas del fondo lejano”, explicó el astrónomo Sangmo Tony Sohn. “Esto nos da un sentido de lo rápido que se mueven las estrellas de Andrómeda a través del cielo”, agregó.

El equipo concluyó que el movimiento propio de Andrómeda era minúsculo y que la colisión frontal era prácticamente inevitable. Esto debería de sonar traumático, pero no todo es inusual que las galaxias se fusionen. 

El telescopio espacial Hubble capturó algunas imágenes gloriosas de fusiones y colisiones lejanas, y el astrónomo Halton Arp incluyó una serie de interacciones galácticas en su Atlas de Galaxias Peculiares, publicado en 1966. 

Las buenas noticias es que, como afirma Tyson, las estrellas se encuentran a tanta distancia que aunque las galaxias vayan a colisionar, las probabilidades de colisiones estelares son pequeñas. 

Por ello, el Sol y sus planetas probablemente sobrevivan al nacimiento de Lactómeda, aunque la Tierra ya no podrá llamar “casa” a la Vía Láctea.

Por último, hay que aclarar que para cuando este suceso ocurra, ya no habrá ni rastro de la vida humana tal como la conocemos hoy en la Tierra, debido a que dejará de ser habitable dentro de unos 1000 millones de años porque el Sol aumentará su brillo paulatinamente y será imposible de adaptarse al cambio.

Fecha de publicación: 23/01, 1:23 pm