Autos que consumen menos: 5 trucos para manejar, ahorrar combustible y ser más sustentable

Con el precio de los combustibles cada vez más caros, llenar el tanque de nafta de un auto chico implica desembolsar en promedio unos $6.200 si es el combustible más económico, y casi $7.500 si es Premium. En el caso de una camioneta o SUV, el gasto promedio se eleva a 10.000 pesos.

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Depende la autonomía del vehículo, la carga puede durar apenas una semana, y gastará más si circula en ciudad o en lugares de mucho tránsito donde se acelera y se frena a cada rato.

Para los dueños de vehículos este dato no pasa desapercibido ya que el mantenimiento mensual de un modelo base supera los $40.000, contemplando seguro y patente además del alto porcentaje tiene que ver con el combustible.

Es por eso que conocer cuáles son los autos que menos consumen y cómo se puede gastar menos nafta al manejar, es cada vez más importantes para los conductores. Además, son útiles los pequeños “trucos” que pueden hacer ahorrar algún litro por mes, acumulando un monto importante al finalizar el año.

Trucos para gastar menos nafta

Muchas veces, cuando se transitan largas distancias en algún lugar despoblado, empieza a bajar la nafta y no hay estaciones de servicio a la vista, automáticamente los conductores toman medidas para gastar menos.

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La primera, y que todos conocen de forma intuitiva, es aminorar la velocidad. Este dato es clave: no es lo mismo manejar a 100, a 110 que a 130. El gasto de combustible aumenta en todos los autos, y también cualquier frenada de emergencia, y retomar el ritmo una vez que se aminoró la marcha, hace que se gaste mucho más combustible.

Esta es la medida más simple para ahorrar, a la cual se suma otra muy sencilla, pero que muchos no tienen en cuenta. Hay que manejar más suave. Eso no quiere decir lento, sino evitar aceleraciones y frenadas bruscas. Si se circula por la ciudad, también las pastillas de freno se gastan menos. La mejor opción es acelerar de forma gradual y estar siempre atento para que, en caso de tener que desacelerar, no sea de golpe.

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Otra técnica vinculada directamente es usar el freno motor. ¿Qué significa? Anticiparse es la clave en la conducción eficiente. Si un semáforo está en rojo a 200 metros, o si algo está bloqueando la calle, es mejor ir desacelerando de a poco que frenar de golpe a pocos metros. En estos casos, la mecánica no inyecta un solo mililitro de combustible, aunque el cuentavueltas supere las 5.000 rpm. De esta forma, el consumo se reduce hasta en un 2 por ciento.

El control de los neumáticos

Otra de las formas de optimizar el consumo de nafta es siempre estar atento a la presión de los neumáticos. Si tienen baja presión aumentarán el consumo de combustible, y se desgastarán de forma irregular.

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Se deben usar siempre los neumáticos a la presión recomendada por la marca, o un par de décimas por encima. También es clave, si se tiene algún portaequipaje en el techo (no solo las barras, sino las valijas), sacarlo si no se usa. Este tipo de objetos aumenta la resistencia aerodinámica del motor, incrementando el consumo de combustible hasta en un 20%.

Además de no llevar cosas innecesarias en el techo, lo mismo en el baúl. El auto cargado gasta más.

El aire gasta más nafta: ¿mito o realidad?

Muchas veces se apaga el aire acondicionado cuando queda poco combustible y falta mucho para llegar a una estación de servicio. Pero acá hay dos cosas que tener en cuenta.

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El aire hace gastar más combustible porque si se circula a baja velocidad, entra en escena el compresor, un aparato que se acopla al motor y hace que tenga que trabajar más cuando. Entonces, el vehículo consume más.

Sin embargo, en autopista, el aire acondicionado será una mejor opción que abrir las ventanillas porque eso afecta la aerodinámica. El viento entra en el interior del vehículo y la resistencia contra el aire es mayor. Es ahí donde el consumo de combustible va a aumentar. Lo recomendable es que, en verano, si es en ciudad, se baje la ventanilla (siempre que sea seguro), pero en lugar llevar el aire.

Todas estas técnicas se suman a los controles periódicos de los autos, desde el service tradicional hasta cualquier detalle que uno sienta que está funcionando mal.

Y otro detalle: planificar bien la ruta. Un viaje bien planificado no solo permitirá llegar a destino de la manera más rápida sino que, alargar 10 minutos el trayecto de una hora puede provocar un aumento del consumo de combustible de hasta 14 por ciento.

Motores más económicos

Ante la importancia que fue tomando el consumo de combustible en los usuarios de autos, por el costo que conlleva, en los últimos años surgió una tendencia hacia el uso de motores más chicos, con menor número de cilindros, que permiten ahorrar manteniendo la potencia con un turbocompresor.

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Así fueron llegando diferentes modelos al mercado local, entre los que se destacan algunos de los siguientes por su eficiencia.

• Fiat Mobi: tiene un motor Fire de 999 cm3, inyección electrónica multipunto y caja manual de 5 velocidades. Necesita 5,5 litros a 100 km/h, 7,3 litros a 130 km/h y, en ciudad, unos 7,6 litros.

• Chevrolet Onix: tiene motor 1.0 turbo de tres cilindros y 116 cv, acoplado a una caja manual de cinco velocidades. Consume 5 litros a 100 km/h, 7.4 litros a 130 km/h y 9,3 litros en ciudad.

• Toyota Etios: tiene un motor 1.5 de 103 cv, con el sistema de variación inteligente de sincronización de válvulas. Gasta 5,8 litros a 100 km/h, 8,5 litros a 130 km/h y 8,7 litros en ciudad. Tiene caja manual de seis marchas.

• Peugeot 208: tiene una versión 1.2 de tres cilindros y 82 cv, con caja manual de cinco velocidades. Consume 5 litros a 100 Km/h, 7,2 litros a 130 km/h y 8,7 litros en ciudad.

• Fiat Cronos: tiene un motor 1.3 de 99 cv, que consume 5,3 litros a 100 km/h, 7,4 litros a 130 km/h y 8 litros en ciudad.