Por la pandemia, aumentaron las consultas por enfermedades mentales: casos en la Argentina
“No hay que olvidar que la depresión es una de las principales causas de enfermedad y discapacidad en los adolescentes en el mundo”, explica una especialista.
La pandemia por el Covid-19 puso en jaque el equilibro emocional de cada persona por distintas razones, entre las cuales aparecen la pérdida de un familiar a raíz de la infección, el miedo a contagiarse, la incertidumbre de la efectividad de la vacuna y el aislamiento social. Ante este panorama, aumentaron las consultas por trastornos de salud mental.
Un estudio reciente publicado en la revista médica The Lancet analizó la prevalencia mundial de la depresión y los trastornos de ansiedad en 204 países distintos en 2020 debido al coronavirus. Este reporte encontró que la salud mental disminuyó drásticamente durante dicho año, con un estimado de 53 millones de casos adicionales de trastornos depresivos mayores y 76 millones de casos adicionales de trastornos de ansiedad observados en todo el mundo.
Además, en el estudio publicado por la revista se encontró que las mujeres y las personas más jóvenes se vieron más afectadas que los hombres y los adultos mayores.
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Ante esta situación, la doctora Susana Baldini, directora médica de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME), subrayó que “visibilizar los trastornos de salud mental es el primer paso para que todos como sociedad tomemos conciencia de su relevancia y de la importancia de su adecuado diagnóstico y abordaje integral”.
“Sin duda, la pandemia ha llevado a un incremento en el número de adolescentes que reportan tener algún problema de salud mental”, señaló José Benjamín Guerrero, jefe departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“No hay que olvidar que la depresión es una de las principales causas de enfermedad y discapacidad en los adolescentes en el mundo”, agregó.
“De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos mentales representan el 16 % de la carga mundial de enfermedades y lesiones en adolescentes”, remarcó.
Por otro lado, el especialista aclaró que la pobreza, el abuso y la violencia en sus diferentes formas son factores que hacen a los jóvenes más vulnerables a los problemas de salud mental.
En Argentina, un estudio del CONICET de alcance nacional expuso el impacto que tuvo la pandemia en los problemas de salud mental y, según esa investigación, el 47,2% de las personas consultadas respondió que tuvo algún “trastorno de ansiedad”, seguido por la “depresión” (36,8%) y afecciones de tipo “psiquiátrico” (14,0%).
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El informe “Salud, bienestar, coronavirus y vacunas según región y adscripción religiosa”, estuvo dirigido por la doctora en Ciencias Sociales, Gabriela Irrazábal (UNLP-UBA), del centro de estudios CEIL-Piette de CONICET.
La investigación comprobó que los padecimientos mentales se constituyeron en un mal de época durante el último año de la pandemia. En este sentido, los participantes declararon haber padecido tres dificultades principales en su salud: las afecciones mentales, las alergias (42,3%) y los problemas de la piel (34,7%), un tema con poco lugar en el debate público.
Ley de Salud Mental en Argentina
El tratamiento médico de los trastornos y enfermedades mentales tiene un marco jurídico en Argentina, la Ley 26.657, promulgada en 2010. “En el último tiempo, profesionales y familiares de pacientes con diferentes patologías, solicitaron la revisión de la actual Ley de Salud Mental”, dijo Mario Clemente, presidente de la Fundación Observatorio para la Medicina Prehospitalaria, en diálogo con Infobae.
“Ya que establece que la internación debe ser una excepción, cuando en realidad debe ser una habitualidad en el equipo interdisciplinario, debe estar en el arsenal terapéutico, al igual que el tratamiento ambulatorio, la terapia contextual y la psicoterapia”, agregó.
La Ley 26.657, más conocida como Ley de Salud Mental, asegura el derecho a la protección de la salud mental de todas las personas, y los derechos humanos de aquellas con padecimiento mental.
Fue sancionada el 25 de noviembre de 2010 y promulgada el 2 de diciembre de 2010. El eje de la ley es la desmanicomialización, esto implica que las personas con padecimiento mental deben ser tratadas en hospitales comunes y que las internaciones deben ser breves y notificadas al juez.