La interseccionalidad, una aliada en la construcción de una sociedad con igualdad de derechos y oportunidades

Marzo es un mes que convoca a visibilizar la desigualdad de género, a revisar el camino recorrido hasta ahora y a promover la acción a favor de la equidad con una mirada estratégica y activa hacia el futuro.

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Hemos dado muchos pasos, hemos alcanzado muchos logros en cuestión de género, pero en 2022 la falta de equidad sigue siendo uno de los mayores obstáculos en el mundo laboral, donde la pandemia, los nuevos roles y hasta la tecnología están impactando positivamente en el progreso de las mujeres de todos los ámbitos de maneras diferentes.

En este escenario, en este nuevo paradigma, las nuevas tendencias apuntan a aprovechar las virtudes de la interseccionalidad, una herramienta novedosa que también resulta valiosa para poder trabajar en defensa de la igualdad.

Resignificar el rol de la mujer

Desde que el mundo padeció el impacto del coronavirus nos vimos empujadas por la velocidad de los cambios y ese impulso nos llevó a resignificar el rol de la mujer en la economía productiva.

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En los últimos años la participación de las mujeres en puestos de liderazgo tomó un gran protagonismo tanto en el ámbito público como en el privado, pero todavía es evidente que convivimos con una baja participación de las mujeres en puestos directivos, y que aún cuando alcanzan altas posiciones gerenciales, en muchos casos, los salarios son inferiores o no se equiparan a los de los hombres.

Sin embargo, este 8 de marzo es un nuevo punto de partida. Y como tal, una nueva oportunidad. Con esta mirada, la interseccionalidad no solo es una herramienta para la justicia de género sino también para la justicia económica.

La transversalidad es una lógica que frente a este escenario ayuda a abordar las desigualdades, las toma en su contexto y permite analizarlas para demandar y planificar mejores políticas de empleo, mejores programas de formación o inclusión y también más acciones concretas a favor de la igualdad de derechos y oportunidades, desde lo local hasta lo global.

Hoy se ve a la mujer empoderada. Solo debe animarse y tomar riesgos, esa es la clave. Las mujeres estamos demostrando nuestras fortalezas en cada uno de los roles que cumplimos: en empresas, en el sistema financiero, en organizaciones públicas y no gubernamentales, en comunidades de emprendedoras, en el desarrollo de nuevas tecnologías, en el mundo académico y en todas las áreas donde hoy desempeñamos empujando la fuerza laboral en el país.

Formación y liderazgo femenino

En HSBC acompañamos esta mirada a través de nuestro programa Mujeres al Mundo (MaM), que junto con distintos aliados como Endeavor, UCEMA, Mercer, entre otros, y reconocidas profesionales desarrollamos acciones para potenciar el desarrollo económico y el liderazgo femenino.

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MaM aborda el género de manera transversal: a través de la capacitación y formación, coaching y financiamiento como la línea de préstamos de hasta $10.000 millones que la compañía acaba de lanzar para respaldar a las mujeres que hoy son protagonistas en la reactivación económica local y regional.

Aquí estamos, hoy y ahora. Nos reconocemos con distintas identidades, vivimos en diversidad, pero sabemos con convicción que esas fuerzas, aún muy diferentes entre sí, pueden empujar hacia el mismo objetivo.

En HSBC ese también es nuestro desafío compartido: colaborar para encontrar el punto en común, construir desde nuestras comunidades para poder fortalecernos y trabajar a la par para lograr mejores oportunidades no solo para esta generación, también para las jóvenes del futuro.

*La autora es Directora de la Banca de Empresas de HSBC Argentina.