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Triple impacto

Una marca de ropa argentina diseña prendas sustentables y reforesta la Patagonia

Se trata de Trown, que comenzó en 2018 con gorras y hoy venden todo tipo de vestimentas. Conocé la historia y quiénes son sus aliados.

La sustentabilidad dejó de ser una moda y pasó a ser una tendencia que cada vez más personas consideran que es el único camino para vivir en un entorno amigable. En este sentido, las marcas de ropa también lo saben y hay algunas, como es el caso de Trown, que entienden que es indispensable realizar un cambio concreto en la manera de consumir.

Trown se lanzó en 2018 como una marca de gorras con un propósito ambiental: reforestar los bosques incendiados de la Patagonia; y hoy de la mano de profesionales del rubro textil alineados con su misión, lograron llevar a cabo los diseños inspirados en la flora y la fauna y tener triple impacto.

Historia de Trown

Según indica su página web, se describen como “una marca que busca promover un estilo de vida más simple, sustentable y comprometido con el medioambiente. Compensar nuestra huella de carbono no es suficiente; tenemos que generar algo concreto”.

Para esto, “En Trown, intentamos devolver y fomentar el espíritu de una vida al aire libre y así también concientizar y salvaguardar esta maravillosa tierra de las marcas que el hombre deja en ella”.

Una de las iniciativas principales de la firma es que con cada compra de sus productos, el cliente está ayudando a reforestar los bosques autóctonos, restaurando así, el agua, el aire y el suelo en proceso de degradación.

“Nací en Bariloche y con un socio que es un hermano de la vida que se dedica al rubro textil en Buenos Aires me dijo ‘qué pasa si nos metemos en el mundo textil pero con triple impacto y que el propósito esté ligado a la reforestación de bosques nativos’”, comenta Tomás Mejía, fundador de Trown, en diálogo con Economía Sustentable.

Y agrega: “Y esto sucedió porque de chico estuve en contacto con muchos incendios y entiendo desde el lugar que nos toca vivir hoy. Somos el noveno país con más territorio y el más despoblado y es difícil de abarcar y los incendios no son fáciles de controlarlos”.

“Por eso entré en este negocio, pero no para plantearlo como marketing sino que realmente la facturación y la rentabilidad esté atado a un propósito ambiental. Así que, comenzamos a vender gorras y esto luego derivó en otras prendas”, recuerda.

“Con impacto cero, no alcanza”

“Cuando comenzamos este negocio, había muchas marcas que se tomaban el cambio climático como una moda; pero hoy ya es una realidad. Ya no alcanza con que las empresas tengan impacto cero, sino que tienen que hacer algo más por el medioambiente como lo hacemos nosotros”, remarca.

En este sentido, “tenemos de aliados a Jeep, Stanley, Garming y a la cervecería Patagonia, que son las firmas que nos apoyan en la reforestación, en la limpieza de playas y otras actividades”, asegura Mejía. “Somos el vehículo para que puedan ingresar al mundo de la sustentabilidad”, añade.

Productos ecológicos

Uno de los mayores escollos que tienen las empresas argentinas para sumarse a la sustentabilidad son la falta de importadores certificados en sus procesos. “No es tan fácil conseguir productos ecológicos en los importadores, pero así y todo, nos la rebuscamos para ofrecer buena calidad”, apunta.

“Por ejemplo, nuestras gorras están hechas con poliéster reciclado y ahora lanzamos una línea de remera con algodón orgánico. Todos los años vamos sumando distintos productos, proveedores con conciencia y nos hacemos cargo de esta transición ecológica”, revela.

Impacto social

Para ser una empresa con triple impacto, no alcanza solamente con ocuparse de lo económico y lo sustentable, sino también hacer hincapié en lo social. “Tenemos un equipo que está interiorizado en los procesos. Si no estamos todos alineados, es muy difícil”, comenta.

Además, hacia afuera de la empresa “trabajamos con distintas fundaciones que necesitan, por ejemplo, indumentaria. Entonces, lo que hacemos es tomar todo el descarte de la industria textil, acondicionarlo y ofrecerlo a quienes no pueden acceder a la ropa de montaña para que sí lo hagan y puedan vivir la experiencia”.

Una de las fundaciones que está en contacto con Trown es Fundación San José Obrero, ubicada en Bariloche, y que trabaja con chicos en situación de calle y “que también nos ayudan con la reforestación de los bosques nativos”, agrega.

Para esto, “Parques Nacionales nos dice dónde y cómo plantar los árboles. En cada excursión, se plantan unos cinco mil; y hasta el momento ya llevamos 35 mil”, finaliza.

Quienes quieran sumarse a la campaña, pueden hacerlo enviando un mail a la siguiente dirección: [email protected] 

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Fecha de publicación: 24/08, 4:24 pm