Un informe empresario le responde a Milei sobre la importancia del cambio climático

Las empresas deben ver la acción climática y las estrategias de descarbonización no como un obstáculo para la rentabilidad, sino como una oportunidad. Existen áreas que presentan oportunidades de promover el progreso ambiental con resultados financieros positivos.

//Mirá también: Esta es la primera bodega argentina que emite bonos verdes: cómo van a redoblar la apuesta

Se deben analizare los retos como oportunidades para la innovación y el crecimiento, para la rentabilidad y para crear el futuro más brillante y sostenible que todos queremos para las empresas, para la sociedad y para el planeta.

Los tres preceptos forman parte de las conclusiones arribadas por los participantes del último Foro de Davos 2024 sobre cambio climático, descarbonización e impulso a las energías renovables.

Un foro del que participó Javier Milei como presidente de la Argentina y que se llevó a cabo entre el 15 y el 19 de enero pasados y en donde el Jefe de Estado local negó el cambio climático al sostener, en una parte de su discurso, que el socialismo plantea un conflicto entre el hombre y la naturaleza. “Sostienen que los seres humanos dañamos el planeta y que debe ser protegido a toda costa, incluso llegando a abogar por mecanismos de control poblacional o la tragedia del aborto”, manifestó el Presidente, generando bastante polémica entre los participantes del encuentro.

Lejos de la ideología

Sin embargo, el problema existe y va más allá de las ideologías entre las que actualmente se reparte el mundo y gobiernan los distintos países, como la Argentina que acaba de pasar de políticas de Estado regulatorias e intervencionistas a una economía de libre mercado como la que plantea el nuevo gobierno libertario.

De hecho, las incertidumbres económicas, las oscilaciones de los precios de la energía y las tensiones geopolíticas de los dos últimos años han generado que las acciones climáticas y de sustentabilidad se pongan en tela de juicio.

//Mirá también: La electromovilidad, lejos de la agenda del gobierno “libertario”

A tal punto que hay proyectos eólicos marinos y esfuerzos de los fabricantes de automóviles en materia de vehículos eléctricos y objetivos climáticos que se están reevaluando.

Por eso, desde el Foro de Davos plantean como “fundamental” que las empresas vean la acción por el clima y las estrategias de descarbonización no como un obstáculo para la rentabilidad, sino como una oportunidad.

El organismo se basa en estudios de la consultora McKinsey en los cuales se demuestra que la integración de sólidos principios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en las estrategias de crecimiento de las empresas “da lugar a resultados superiores en términos de crecimiento, rentabilidad y rendimiento para los accionistas”.

Entienden que poner mayor atención a los principios ESG “puede convertirse en un catalizador de la innovación, una mayor eficiencia, menores costes y crecimiento empresarial y crear una oportunidad para acceder a nuevos mercados, atraer a consumidores concienciados y reforzar la resiliencia a largo plazo”.

Ejemplo de integración

Una de las empresas que participó del Foro de Davos y que pretende liderar la lucha contra el cambio climático, es Schneider Electric, sociedad de origen francés que impulsa la transformación digital mediante la integración de tecnologías de procesos y energía; productos de conexión de terminales a la nube, controles, software y servicios que abarcan todo el ciclo de vida, lo que permite la administración integrada de empresas para hogares, edificios, centros de datos, infraestructura e industrias.

//Mirá también: Milei analiza apoyar una nueva ley para fomentar las energías renovables

Un documento elaborado por la compañía que fue presentando en Davos explica que “varias áreas presentan oportunidades para la acción climática y la mejora de los resultados finales” y asegura que la adopción de energías limpias es fundamental para combatir el cambio climático, aunque advierte que en los últimos cinco años la transición energética se ha estancado.

Según el documento, el consumo y la producción de energía representan dos tercios de las emisiones globales, y el 81% del sistema energético mundial se basa todavía en combustibles fósiles, el mismo porcentaje que hace 30 años.

Además, se está ralentizando la introducción de mejoras relacionadas con la intensidad energética de la economía mundial (la cantidad de energía utilizada por unidad de actividad económica). En 2018, la intensidad energética mejoró un 1,2 %, la tasa más baja desde 2010.

Para la compañía europea “se requieren políticas eficaces, iniciativas del sector privado y la cooperación entre los sectores público y privado para crear un sistema energético global más inclusivo, sostenible, asequible y seguro”.

Falta de voluntad

Así como el presidente Milei no le dio importancia al cambio climático y privilegió una libertad de mercado sin restricciones de tipo ambientales para la Argentina, el índice de transición energética del Foro Económico Mundial, que clasifica a 115 economías según su capacidad de equilibrar el acceso y la seguridad energéticos con la sostenibilidad y la asequibilidad ambientales, muestra que el mayor reto de la transición es la falta de voluntad de los mayores emisores del mundo, como Estados Unidos, China, India y Rusia. Es decir, los 10 países con más predisposición pero que representan tan solo el 2,6 % de las emisiones mundiales anuales.

//Mirá también: Ley ómnibus: qué está en juego con las modificaciones en el mercado de semillas

Es por eso que desde el informe de Schneider Electric se le da importancia a la estabilidad empresarial, a la que se califica como “crucial” en la búsqueda de la sostenibilidad y para cumplir los objetivos de 2050, desplegando tecnologías eficientes y limpias entre tres y cinco veces más rápido que los planes actuales.
“Las medidas relacionadas con la oferta -cómo se genera la energía- son una parte clave de la ecuación, y la rápida expansión de las energías renovables en los últimos años es un hecho positivo”, destaca el documento.

Mayor despliegue

Como contexto, se describe la aceleración del cambio climático, las tensiones geopolíticas, la oscilación de los precios de la energía y la presión de las partes interesadas para hacer frente a estos riesgos, y se asegura que estos problemas han llevado a la sostenibilidad medioambiental y a la resiliencia energética a los primeros puestos de la agenda empresarial y política en los últimos años.

//Mirá también: En Davos, Milei negó el cambio climático y criticó la «agenda del feminismo radical»

En línea con esto, Peter Herweck, CEO de Schneider Electric, afirmó que: “Dado que la energía representa el 80 % de las emisiones de carbono, la transición energética es fundamental para la descarbonización”.

Asímismo, enfatizó en la intervención del sector privado como clave para reducir las emisiones como las más de 4200 empresas de todo el mundo que ya se han fijado objetivos de reducción de emisiones validados por la iniciativa Science Based Targets (SBTI).

“No debemos olvidar que las tecnologías existentes (tanto la generación de energía renovable como las herramientas digitales y de electrificación que reducen la demanda de energía y hacen que los emplazamientos y las operaciones sean mucho más eficientes energéticamente), pueden reducir drásticamente las emisiones ahora. No hay tiempo para esperar a las soluciones del mañana cuando se puede conseguir mucho más con lo que tenemos hoy”, agregó el Director Ejecutivo de Schneider Electric.

Otra cuestión clave para los ejecutivos del grupo francés es abordar las emisiones indirectas generadas por las actividades de las empresas, es decir que se producen como consecuencia de sus actividades, pero se encuentran por fuera de su control.
Se trata de las emisiones de “Alcance 3”, que se conocen así porque proceden de sus cadenas de valor ascendentes y descendentes, y representan la mayor parte de las emisiones de carbono de una empresa: más del 70 %, según el Pacto Mundial de las Naciones Unidas.

Planificar la descarbonización

Del mismo modo, las alteraciones de la cadena de suministro mundial de los últimos años han contribuido a que este tema ocupe un lugar más destacado en la agenda empresarial.

//Mirá también: Salvá las Leyes Ambientales, la iniciativa que busca frenar los avances sobre bosques y glaciares

Más de dos tercios de los líderes empresariales entrevistados el año pasado para un informe de Schneider Electric en colaboración con Women Action Sustainability (WAS), afirmaron que la presión normativa les empujaba a iniciar la planificación de la descarbonización con los socios de la cadena de suministro. Los encuestados también afirmaron que estaban observando un aumento de la demanda de información sobre la descarbonización de la cadena de suministro por parte de inversores o entidades financieras.

En este sentido, Olivier Blum, vicepresidente ejecutivo de Gestión de la Energía de Schneider Electric, asegura que las empresas que se toman en serio la descarbonización deben tener en cuenta no sólo sus propias operaciones, sino toda su cadena de valor. “Asimismo, deben comprender que animar y ayudar a sus proveedores, clientes y otros socios comerciales a esforzarse por lograr una mayor eficiencia energética (a través de la electrificación y las tecnologías digitales) y una adquisición de energía más limpia, es una parte fundamental del compromiso”, agregó el ejecutivo.