La electromovilidad, lejos de la agenda del gobierno “libertario”

Si bien el mercado de autos eléctricos en la Argentina sigue siendo muy incipiente y con escasas operaciones anuales, la dinámica de crecimiento que tiene sigue siendo importante, más que nada teniendo en cuenta que la Ley de Promoción de Inversiones en la Industria Automotriz Autopartista y su Cadena de Valor, Ley Nº 27.686, incluye a la electromovilidad.

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De hecho, el artículo 2º de la norma señala como sexto objetivo primordial el impulso a las nuevas motorizaciones que incluye híbridos, eléctricos, a celda de combustible (hidrógeno), a gas y biocombustibles, entre otras.

En tanto que el 6º indica que la confección de Fomento a Nuevas Inversiones de la Industria Automotriz-Autopartista comprende inversiones en bienes de capital nuevos y obras de infraestructura realizadas por industrias radicadas en Argentina y destinadas a la producción de bienes y/o desarrollo de actividades que incluyen a la electromovilidad.

Pero, más allá de estas menciones lo cierto es que la Argentina carece de una normativa exclusiva para el sector, al punto que en el 2023 el Proyecto de Ley de Promoción de la Movilidad Sustentable perdió estado parlamentario.

Decreto caducado

Del mismo modo, a mediados del 2023 el anterior gobierno de Alberto Fernández decidió no prorrogar un Decreto que otorgaba a las automotrices cupo para importar 0km híbridos y eléctricos con incentivos para este tipo de modelos “ecológicos”, en el contexto de una política que colabore con la mejora del medio ambiente.

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La norma habilitaba la importación de estos modelos y establecía un beneficio arancelario para los autos que contaran con motorizaciones de menor contaminación que, por ejemplo, permitía pagar 5% de tributo de arancel aduanero a los modelos híbridos, mientras que los eléctricos sólo pagaban 2%, cuando el gravamen normal es de 35%, al tiempo que los modelos que se armen localmente estaban eximidos de este impuesto para el ingreso de componentes.

Por ahora, la gestión libertaria no ha demostrado interés o apuro por definir reglas para este sector que permitan un crecimiento más acelerado del parque de autos sin combustión, a pesar de que el kirchnerismo había establecido que, para el 2030, el 50% del parque nacional debía funcionar con combustibles limpios.

Ese objetivo fue trazado por las anteriores autoridades nacionales en el marco del llamado “Plan Nacional de Transporte Sostenible”, que tenía como objetivo principal trazar una hoja de ruta de cara al 2030, con acciones que busquen garantizar la transición energética y fomentar la utilización de energías más limpias.
La estrategia se basaba en la renovación y adaptación de flotas hacia el gas natural; la movilidad eléctrica y la incorporación de nuevas tecnologías para abastecer vehículos de carga y pasajeros.

Para ello, en una etapa inicial, se estimaba que el 10% de las nuevas unidades que se incorporen a la vía pública debían funcionar a gas natural y también eléctricas (1%), lo que permitía generar un ahorro anual de 41 millones de litros de nafta y 96 millones de litros de gasoil.

Se anticipaba el funcionamiento de 15.000 buses y 150.000 camiones a gas; el 15% del total del parque automotor a gas y el 50% de vehículos eléctricos en 2030 para alcanzar el 100% en 2050.

Sin beneficio

Además, se buscaba posicionar al país como proveedor de vehículos eléctricos y/o de tecnologías alternativas para generar beneficios en la balanza comercial, a pesar de que ninguna terminal fabrica un modelo EV o híbrido ni hay planes de hacerlo, menos ahora que dejaron de existir los beneficios impositivos a la hora de importar híbridos y eléctricos.

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Al haber dejado de regir este beneficio por caducidad del decreto que lo establecía, si una automotriz quiere importar hoy uno de estos vehículos debe afrontar el costo impositivo total ya que la norma, que se estableció, inicialmente, en 2017, no está, por ahora, en los planes del gobierno libertario, que apura la sanción de la llamada ley ómnibus por encima de cualquier otro plan o estrategia.

De hecho, la demanda está pisada precisamente por estas trabas impositivas y burocráticas, además de falta de infraestructura y dólares para importar al punto que desde el 2017, ingresaron más de 5.000 vehículos de este tipo al país.

De hecho, sigue rigiendo el mecanismo de cupos por terminal que el decreto caducado había establecido en 6.000 unidades bajo esta norma, a dividir entre las distintas automotrices.

Mientras la norma estuvo vigente, en 2022 el mercado empezó a despegar, con un crecimiento del 30% con respecto a 2021 y el año pasado creció un 36,4%, porcentaje que se repartían las 15 automotrices que venden hoy 38 modelos electrificados en el mercado local, desde Toyota (líder del segmento híbrido) y Nissan hasta marcas premium como Mercedes-Benz, Audi y Volvo.

La ventaja de los híbridos

Luego de que el decreto dejó de existir, los únicos modelos que pueden ingresar electrificados sin tributar el 35% son las automotrices con producción regional (una sola en este caso, Toyota).

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Las demás optan entre importar vehículos de combustión tradicional, que se venden más, o los electrificados, que representan apenas el 2% de los patentamientos totales, cuando el mundo busca fomentar el uso de los autos eléctricos en pos de lograr la carbono neutralidad para 2050.

Sin embargo, y por la falta de interés del actual gobierno en renovar el decreto o reimpulsar la ley de electromovilidad solamente se siguen importando los autos híbridos (HEV), con algún escaso avance de eléctricos urbanos que ya forman un mercado en sí mismos.

Según un informe de ACARA, la cámara que agrupa a las concesionarias locales, el año pasado se patentaron en Argentina 9.601 vehículos híbridos y eléctricos, pero el 85% fue de la primera tecnología HEV.

Esta cifra de patentamientos representa una suba del 21,3% respecto de 2022, pero sigue siendo entre baja y estable para los objetivos que se plantean a mediano y largo plazo.

Según el documento, los vehículos Mild-Hybrid Electric Vehicle (MHEV) crecieron 274% el año pasado, de la mano de una oferta de gama alta que comenzaron a incorporar esta tecnología por defecto en los vehículos de serie, no como opción, sino como parte del equipamiento base.

El año pasado unas 16 marcas tuvieron 38 modelos en oferta con tecnología hibrida o eléctrica y al menos cinco unidades patentadas en el año. Es decir, durante 2023, solo tres marcas y 10 modelos se sumaron al mercado argentino, oferta que se distribuye entre MHEV (32%), HEV (25%), BEV (25%) y PHEV (17%), en cantidad de modelos.

Por otro lado, en patentamientos, la distribución es muy diferente, ya que los vehículos provenientes de Brasil (con arancel de importación 0% y no sujetos a cupo) se apropian del 75% del total siendo todos vehículos HEV.

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En el caso de la incipiente incursión de los vehículos 100% eléctricos (BEV), aparece de la mano de autos nacionales con prestaciones urbanas y enfocados en la movilidad de corta distancia.

Una nota especial tienen también los vehículos eléctricos pequeños y urbanos, que avanzaron hasta casi el 4% de los patentamientos, de la mano del Coradir Tito que se ubicó como el cuarto modelo más vendido del año.

“Aun en un mercado incipiente y muy pequeño, hay muchos jugadores en todos los segmentos del mercado”, menciona de manera optimista el informe de ACARA que aclara que en el país “existen cuatro tecnologías para elegir, como como son Mild hybrid o microhíbrido, de 24V o 48V.

Tiene un pequeño generador-motor eléctrico que ayuda al motor térmico. La batería es muy pequeña y no permite circular en modo eléctrico. Generalmente, funciona en el arranque.

El híbrido, enchufable, con una batería de mayor capacidad y que se puede cargar enchufando el auto a una fuente externa de energía eléctrica, como una toma de corriente doméstica o un punto de carga habilitado. Se pueden recorrer en el mejor de los casos hasta 60 o 70 km en modo eléctrico.

El eléctrico o vehículos impulsados por uno o más motores eléctricos que se alimentan de la energía almacenada en una batería eléctrica.
De acuerdo a los últimos datos de ACARA, en 2023 las ventas de autos híbridos y eléctricos crecieron 21% frente al 2022, llegando casi a las 10.000 unidades.