Test contra el Covid: 5 científicas del Conicet lo diseñaron y tiene 97% de efectividad
Es un kit serológico para detectar anticuerpos y ya fue aprobado por la ANMAT. Cuáles son las ventajas y en qué provincia se produce.
A comienzos de 2020 se desató la pandemia más importante de los últimos 100 años de historia de la humanidad y distintos grupos de científicos -de muchos países- pusieron manos a la obra para trabajar en una solución posible a la problemática.
Un grupo de cinco científicas consideraron que “hay una sola salud”: tanto la animal como la de los seres humanos, es la misma. Por ende, los patógenos, como el coronavirus, pueden afectar a los animales y ser transmitidos a los humanos. O al revés.
En este sentido, las cinco investigadoras que pertenecen al Conicet, el Instituto de Virología del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), y a la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPaz) desarrollaron un test que sirve para detectar los anticuerpos contra el Covid-19 y se puede utilizar en múltiples especies. El test se llama “Serocovid-Federal”.
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Se trata de un kit serológico de anticuerpos y ya obtuvo la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para su producción y comercialización.
Es un tipo de prueba que puede detectar los anticuerpos generados por el sistema inmune del organismo humano o animal luego de haberse infectado con el coronavirus.
Este kit es el primer producto médico en conseguir la licencia desde el Conicet para su producción y la comercialización a un laboratorio público.
El kit nacional ya empezó a ser producido por Laboratorios Chaqueños S.A., que se encuentra en Resistencia y es una empresa pública de la provincia de Chaco.
Producción del kit contra el Covid
Para hacer el desarrollo del test, las investigadoras recibieron un subsidio de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), que está bajo la órbita del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). También recibieron apoyo del Ministerio de Salud de la Nación.
“Somos amigas desde hace más de 20 años y cuando empezó la pandemia nos pusimos a pensar en aportar una solución. Queríamos desde el principio que el resultado de nuestro trabajo pudiera ser transferido a una empresa pública”, contó Alejandra Capozzo, del Conicet y el INTA, en diálogo con Infobae.
Para hacer el desarrollo del test se basaron en la técnica conocida como ELISA. Como antígeno, se usó una proteína que fue producida en laboratorios de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
“La proteína se utilizó como insumo para hacer el test. Colocamos la proteína en placas con diferentes pocillos. Lo que se hace es colocar las muestras de suero de la sangre de animales o de seres humanos en esas placas. Si el animal o la persona tuvo la infección por el coronavirus, el anticuerpo que se encuentra en el suero queda pegado a la placa. Después se hace un lavado y se revela a nivel colorimétrico”, explicó Bentancor.
Al analizar la reacción después del lavado se puede distinguir cuáles son las muestras que tienen anticuerpos que significan que el organismo ha estado expuesto al coronavirus.
Ventajas del test
En definitiva, a partir de una muestra de sangre de una persona o de un animal, se pueden medir la presencia de cualquier tipo de anticuerpo reactivo a la proteína Espiga del coronavirus que causa la enfermedad COVID-19. Un dato muy importante el test tiene 97% de eficacia.
Se puede usar para hacer una vigilancia epidemiológica para hacer estudios de cobertura inmunológica en una determinada región. Permitiría investigar los niveles de anticuerpos inducidos por las vacunas o por haber tenido la infección. “Dependiendo del tamaño del laboratorio se podrían chequear hasta 550 muestras en dos horas”, precisó la doctora Capozzo.
Otra ventaja es que permite detectar anticuerpos que se generan alrededor de tres días después de producida la infección. “Se podría usar el mismo kit para el desarrollo pre-clínico de una vacuna que quiera evaluar en animales y luego se puede emplear con las fases clínicas con los voluntarios humanos. Es una herramienta súper práctica”, resaltó Capozzo.