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Turismo sustentable

Son argentinos y crearon un refugio de tiny houses sustentables en Chapadmalal: cuánto invirtieron y cuánto facturan

A menos de 200 metros de la playa, este acogedor complejo de tres tiny houses recibe huéspedes durante los 365 días del año. Cómo hicieron el proyecto.

refugio santa Isabel

A poco menos de dos kilómetros de la encantadora playa Cruz del Sur, entre paisajes que combinan la inmensidad del mar y la serenidad del campo, se erige el único refugio turístico de Chapadmalal que luce con orgullo el emblemático cartel: “Abierto todo el año”. Aunque detrás de esta postal late un relato que mezcla resiliencia, creatividad y, cacofonía mediante, un fuerte compromiso con la sostenibilidad.

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Son argentinos y crearon un refugio de tiny houses sustentables en Chapadmalal

Cómo dar vida a un sueño en tan solo 11 metros cuadrados

El argumento prometido inicia con un giro inesperado en el camino de Javier Monzón y Rocío Britez, una pareja de emprendedores que, previo a todo lo que viene a continuación, dirigían una empresa de eventos que ofrecía servicios para festivales, colaboraba con grandes cadenas de hoteles y llevaban a cabo ambiciosos proyectos en los principales shoppings de Buenos Aires.

Así comenzaron a preparar todo para construir.

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Sin embargo, como a tantos otros, la pandemia les cambió los planes de un día para otro, arrebatándoles su fuente de ingresos. Lejos de rendirse, decidieron adelantarse a sus sueños y emprender viaje hacia Chapadmalal. Sin dinero ni un modelo de negocios, pero con inquebrantable determinación, convirtieron literalmente la adversidad en oportunidad. Así dieron el primer paso para concretar el Refugio Santa Isabel.

En plena construcción de la primera tiny house.

Y acá la historia obliga a ejecutar un flashback: el comienzo de la incursión de esta pareja en el mundo constructivo se remonta a 2014, cuando llevaron adelante su primera tiny house, en un terreno emplazado a solo 10 minutos de donde se encuentra ahora el alojamiento turístico.

Impulsados por la firme idea de una rutina más simple y tranquila, comenzaron el emprendimiento reutilizando materiales recuperados de demoliciones que fueron aprovechados para diseñar los muebles y las terminaciones de cada una de las “miniaturas”. Tres años después, tras una inversión aproximada de 20.000 dólares, en 2017 adquirieron un nuevo lote e iniciaron los trabajos preliminares con la firme intención de dar forma al “albergue” que finalmente inauguraron en 2021.

Javier Monzón y Rocío Britez decidieron poner manos a la obra y crear un complejo de tiny houses.

Así son las tiny houses que conquistan el turismo en Chapadmalal

A solo 150 metros del mar, las tres tiny houses del complejo Santa Isabel, de 11 ˗“la más chica de la Argentina”, aseguran˗, 15 y 18 m2 están diseñadas para aprovechar al máximo el confort en espacios reducidos. Cada una equipada con cama queen, baño, cocina, televisión, wifi e incluyen sábanas, ideal para quienes buscan desconectar y disfrutar de la serenidad del entorno.

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Hoy el complejo tiene tres tiny houses.

Javier y Rocío no solo idearon el diseño arquitectónico, también se encargaron por completo de la construcción, el ensamblaje de los muebles y la decoración. Si bien no siguen un patrón, las tres tienen un tetris funcional, con estilos bien distintos: “Una, más playera, por los colores, los acabados y los muebles; otra es más industrial porque está construida con muchas maderas duras y hierro, y la tercera tiene un estilo más minimalista”, pormenoriza Britez.

Esa inspiración para el diseño de las minicasas surgió al observar ejemplos de otros lugares donde la vida se desarrolla de tal forma. “Con espacios compactos y livianos, sin la necesidad de contar con grandes metros cuadrados, lo que permite acceder más rápidamente a una vivienda propia”, señala Monzón. Más allá de lo que significa el acto de construir, subraya que lo esencial es que “una casa pequeña nos obliga a mantener un contacto constante con la naturaleza, a vivir liviano, porque la satisfacción la encontramos en el exterior”. ¿Y si el paisaje te cansa? Tan solo “tomás la tiny house y te desplazás adonde quieras», simplifica.

El interior de esta tiny house.

Otra de las singularidades del proyecto es el uso de materiales reciclados provenientes de los mismos stands para eventos que en otra época ellos mismos organizaban. Esta práctica no solo redujo costos, también promovió la sostenibilidad al darle una segunda vida útil a materiales que de otro modo habrían sido descartados. Por su parte, las casas fueron construidas en seco mediante el sistema wood frame, que emplea madera como estructura base, combinada con revestimientos exteriores de chapa y madera.

Más que un refugio sustentable

El Refugio Santa Isabel también se transforma en un rincón lleno de humanidad y calidez. Sus anfitriones aseguran que su hospedaje es el destino perfecto para las parejas que buscan una burbuja de serenidad.

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Ubicado en un punto estratégico, a solo cinco cuadras de un mercado local y con fácil acceso desde la terminal de micros, a tan solo 900 metros, los turistas disfrutan de la comodidad sin perder la esencia del aislamiento de una escapada.

El Refugio Santa Isabel también se transforma en un rincón lleno de humanidad y calidez.

Para aquellos que viajan en micro, Javier y Rocío siempre están pendientes. Con un toque especial de hospitalidad, “los vamos a buscar a la terminal para que no tengan que preocuparse de nada”.

Además, para garantizar que cada estancia sea única, “ofrecemos pequeños detalles y sorpresas personalizadas”, prometen. La estadía (mínimo 3 noches) en temporada cuesta $120.000 y, para quienes quieran quedarse más de 5 jornadas, ofrecen descuentos más allá de las promociones a lo largo del año, que llegan a alcanzar hasta un 50% de descuento.

Pequeñas casitas, grandes sueños: la evolución del Refugio Santa Isabel

Con ingresos anuales que superan los $30.000.000, el complejo de tres tiny houses (en la cuarta viven los “propietarios”) ya ha recibido a más de 600 visitantes y mantiene una ocupación de 230 días al año. En gran parte por aquella singularidad mencionada en el comienzo: es el único alojamiento de la zona que permanece operativo las cuatro estaciones.

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En retrospectiva, para recuperar aquella inversión inicial de 20.000 dólares Javier y Rocío decidieron ofrecer en su momento tarifas un 30% por debajo del promedio de la zona, lo que les permitió atraer rápidamente a los primeros huéspedes. Comenzaron con una tiny house, y al siguiente año sumaron la segunda; y un año más tarde ya tenían la tercera.

Las tiny están equipadas con todo lo que se necesita para pasar unos días cerca de la playa.

¿Lo que sigue a continuación? «Queremos incorporar una experiencia gastronómica en el predio, para ofrecer algo aún más especial», revelan, con la intención de brindar un servicio más completo. Además, están decididos a superar sus propios logros, con la construcción de una tiny aún más pequeña de la que ya consideran la más pequeña del país. «No solo queremos ofrecer un hospedaje, sino que buscamos que los visitantes disfruten de la experiencia desde todos los ángulos», refuerzan.

El sueño de la casa propia a través de la autoconstrucción

Muchas veces, el sueño de la casa propia parece inalcanzable, pero las tiny houses son una opción real. “El modelo de autoconstrucción que llevamos a cabo tiene un valor de 8.000 dólares”, explica Javier. A esa cifra, aclara, se debe sumar el costo del equipamiento.

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El interior de una de las tiny house.

En la actualidad, existe gran cantidad de información acerca de materiales y calidades, tutoriales y sobre muchas parejas en todo el planeta que están haciendo lo mismo. “Gracias a eso, hay un sinfín de recursos para capacitarse, lo que nos permite motivar a otros a apostar por esta tendencia y hacer realidad su sueño”, suma Rocío.

La pareja expresa su deseo de difundir este tipo de proyectos a lo largo del país: «La última tiny house la construimos en solo 56 días, por lo que queremos inspirar a las personas a vivir la experiencia de habitar una minicasa. Pretendemos motivarlos a apostar por la autoconstrucción, porque en este ámbito hay mucha gente dispuesta a brindar ayuda y asesoramiento».

Fecha de publicación: 27/01, 3:59 pm