PUBLICIDAD

La agenda del Gobierno para convertir al hidrógeno en generador de divisas

A través del Consejo Económico y Social (CES), se desarrollan estrategias para que el país pueda exportar por u$s15.000 millones, el equivalente a lo que el año pasado logró el complejo sojero.

La agenda del Gobierno para convertir al hidrógeno en generador de divisas

La idea de utilizar el hidrógeno como vector energético, almacenamiento de energía y combustible no es nueva. Ya en 1874, Julio Verne anticipó en su novela “La isla misteriosa” que un día el agua será un carburante, que el hidrógeno y el oxígeno que la constituyen, utilizados solos o conjuntamente, proporcionarán una fuente inagotable de energía y de luz, con una intensidad que el carbón no puede dado que sus reservas de carbón se agotarán. “El agua será el carbón del futuro”, predijo el escritor.

En la actualidad, el hidrógeno ha comenzado a ganar mayor atención por su potencial utilización como vector energético, como combustible y para el almacenamiento de energía. La no emisión de dióxido de carbono en su combustión podría significar un gran aporte para la transición energética hacia un mundo más descarbonizado.

//Mirá también: Hidrógeno Gris, Azul y Verde: cuáles son las diferencias en el llamado “combustible del futuro”

Además, el desarrollo de una economía del hidrógeno no sólo tiene beneficios ambientales, sino también importantes beneficios económicos y factores vinculados al reconocimiento del cambio climático como un problema global, la necesidad de avanzar en la búsqueda de energías limpias y sustentables, y el desarrollo tecnológico.

En este escenario, el gobierno argentino busca insertar al país entre los principales productores de hidrógeno del mundo de manera competitiva, lo que le permitirá generar divisas, y a su vez contribuir a la transición hacía una matriz energética renovable.

El territorio ya ofrece condiciones necesarias para que el país sea un proveedor de hidrógeno a gran escala al contar con grandes extensiones con vientos, radiación solar y aguas abundantes.

Esto le permite pensar en desarrollar la economía del hidrógeno en todas sus variedades. Desde el hidrógeno gris (que actualmente se produce pero sin tecnologías de captura de carbono), hasta hidrógenos más limpios como el azul (sobre la base de gas natural), el rosado (sobre la base de energía nuclear) o el verde (sobre la base de energías renovables).

Un informe elaborado por el Consejo Económico y Social (CES), que dirige Gustavo Béliz asegura que las ventajas comparativas del país son evidentes si consideramos nuestras fortalezas en materia de gas natural, un insumo clave en la producción del hidrógeno azul. Ocurre que el 57% de la energía que se produce anualmente en el país corresponde al gas natural, el más limpio de los combustibles fósiles.

Un informe elaborado por el Consejo Económico y Social (CES), que dirige Gustavo Béliz asegura que las ventajas comparativas del país son evidentes.

En términos de capacidades productivas, Argentina también cuenta con ventajas importantes al producirse ya 400.00 toneladas por año de hidrógeno gris, aunque aún sin la tecnología adecuada que permita capturar el carbono y reducir su impacto ambiental.

Con respecto al hidrógeno verde, el trabajo identifica un abanico de oportunidades como en el Noroeste, donde existen los más altos niveles de radiación solar del mundo, que prácticamente duplica la media mundial con 2800 kw/h por metro cúbico anuales. Y la Patagonia, por los fuertes vientos, que dispone de un potencial enorme a partir de la energía eólica.

“El desafío es la planificación energética para la formulación de políticas públicas acertadas. De allí la importancia que, desde la Mesa Ministerial de Hidrógeno, en el marco del Consejo Económico y Social, se emprendan estudios, análisis y consultas para poder recabar evidencia empírica sólida y con ella formular las correspondientes políticas públicas”, detalla Beliz en el documento.

Para el funcionario, el Gobierno debe contar con proyecciones nacionales, conocer las diversas tecnologías disponibles y necesarias para la producción, el almacenamiento, la conversión y el transporte del hidrógeno. También elaborar un análisis de los costos —tanto de producción como de logística— y los posibles precios que se van a suscitar fruto de la demanda mundial esperada.

Otra serie de estudios también considerados importantes deben estar referidos al marco regulatorio y a las normativas técnicas que se van a necesitar, así como normas para generación de empleo de calidad ya que se estima que la producción de hidrógeno puede crear 50.000 nuevos puestos de trabajo.

Más divisas

En materia de divisas, la mirada oficial está puesta en el comercio internacional teniendo en cuenta que, de cara al 2050, el país podría exportar por u$s15.000 millones, lo cual equivale a lo que el año pasado exportó el complejo sojero.

Los datos resumen la tarea que desde el CES se viene haciendo para avanzar en la construcción de una agenda y una estrategia de gran escala con miras al 2030.

Una estrategia para convertir a la Argentina en un actor importante en la producción mundial de hidrógeno, al punto que en el seno del organismo se creó un equipo de trabajo especial y se concretaron alianzas con varios países europeos y con Japón para avanzar en objetivos comunes.

El propio Beliz explica que para confeccionar un plan nacional es necesario articular políticas de largo plazo, en alianza con la industria, la innovación y el desarrollo.

En ese marco, el funcionario entiende que el CES “es una plataforma clave para coordinar acciones entre el sector público, el sector privado, la sociedad civil, los trabajadores y el sistema científico-tecnológico, con el fin de desarrollar las capacidades actuales, poner en marcha un motor industrial nacional y promover la inserción de Argentina en el mercado energético global”.

De cara al 2050, Argentina podría exportar por u$s15.000 millones.

El organismo acaba de dar un paso más hacia esos objetivos a partir del inicio de un proceso de contratación abierto para la realización de tres grandes estudios, que luego se convertirán en insumos para el desarrollo de la llamada “Estrategia Nacional del Hidrógeno”.

Los estudios deberán estar encuadrados en tres ejes: “Perspectivas de la Producción de Hidrógeno en Argentina”; “Perspectivas de la Demanda de Hidrógeno en Argentina”; y “Normas y Regulaciones Técnicas Necesarias para el Desarrollo del Hidrógeno en Argentina”. Y podrán presentarse instituciones de investigación del sistema científico tecnológico, del ámbito universitario y del sector privado.

A partir de los estudios ganadores y de la estrategia nacional de desarrollo del hidrógeno el Gobierno pretende:

  • Contar con una visión compartida
  • Coordinar esfuerzos e inversiones
  • Complementar recursos y capacidades
  • Alinear acciones regulatorias y de incentivos al sector
  • Desarrollar infraestructuras comunes
  • Crear alianzas internacionales para la promoción de inversiones.
  • Posicionar a la Argentina como actor global relevante en transición energética.

Con el estudio sobre las perspectivas de la producción de hidrógeno se pretende establecer una proyección de la producción futura, teniendo en cuenta el potencial energético, los costos y las inversiones necesarias para su desarrollo, basándose en los diversos tipos de hidrógeno bajos en carbono.

A partir del trabajo sobre la demanda potencial se intentará evaluar el estado actual del mercado de hidrógeno, las potencialidades de desarrollo interno y exportador. También, estimar los usos como fuente de sustitución y nuevos usos asociados a la evolución del hidrógeno, así como las posibles demandas con destino a la exportación, sus precios estimados, y una hoja de ruta para avanzar en su desarrollo.

En cuanto al estudio de las normas y regulaciones técnicas, la idea oficial es relevar y analizar toda la normativa relacionada al hidrógeno y posibles escenarios futuros. Además, se deberá incorporar la normativa de otros países relacionadas con el uso en todas sus formas del hidrógeno y su producción, transporte, distribución y almacenamiento. También alcanzará a la normativa de captura y almacenamiento físico o de otro tipo del CO2.

Plataforma exportadora

Los trabajos académicos deberán servir como fuente de consulta del consorcio público privado que ya viene trabajando en el potencial del hidrógeno.

Es decir, el Consorcio H2AR, creado por Y-TEC, la empresa tecnológica liderada por la petrolera estatal YPF que busca formar espacios de trabajo colaborativo entre empresas que permite innovar y promover el desarrollo de la economía del hidrógeno.

Con más de 30 compañías miembro, el Consorcio trabaja en ocho células de trabajo transversales a la cadena de valor del hidrógeno a partir de considerar que el país tiene una gran oportunidad de crear una plataforma exportadora -de alta escala- de energía baja en carbono.

La tarea del Consorcio se extiende también a darle profundidad y amplitud a la agenda para el 2030 con la confección de estudios que le den cronometría a las decisiones, además de abordar otros temas clave como la certificación del hidrógeno; el almacenamiento del CO2 bajo tierra o el recambio de las locomotoras.

//Mirá también: Un informe revela que el hidrógeno sería el 25% de la energía utilizada en 2050

Una tarea que el Gobierno viene articulando con empresas automotrices; generadoras de energía eléctrica; transportadoras y distribuidoras de gas natural; refinadoras de petróleo; productoras y consumidoras de H2; grandes consumidores de energía y otras empresas de tecnología.

Con más de 30 compañías miembro, el Consorcio trabaja en ocho células de trabajo transversales a la cadena de valor del hidrógeno.

En mayo pasado, el Consorcio participó del evento organizado por el CES donde se analizaron las potencialidades de desarrollo de una matriz energética inclusiva y sustentable a través del hidrógeno.

Se trató del foro “Hacia una estrategia nacional Hidrógeno 2030”, que se llevó a cabo el lunes 17 de mayo en el Museo del Bicentenario y contó con el cierre a cargo del presidente, Alberto Fernández.

En ese marco, Santiago Sacerdote, gerente General de Y-TEC y el Consorcio H2ar, participó del panel “Hidrogeno: articulaciones público-privadas y potencialidades de los encadenamientos productivos en Argentina”.

En su exposición sostuvo que el objetivo del Consorcio es “ser un actor dinamizador que le de profundidad y amplitud a la agenda. Profundidad sobre cada temática, bajar varios niveles, hacer los estudios pertinentes, que le den granulometría a las decisiones; y también ampliarla, y empezar a tocar los temas que vamos a tener que abordar entre todos, como la certificación del H2, dónde vamos a almacenar CO2 bajo tierra y cómo es el recambio en las locomotoras. Son proyectos que están en marcha y ayudan a darle complejidad a esa mirada”.

Consideró también que en los últimos seis meses la Argentina “ha ganado mucho margen tomando la iniciativa desde distintos espacios”. Y sobre las ventajas que tiene el país para afrontar esta oportunidad puntualizó sobre “la doble ventaja de abundancia y calidad de recursos en Argentina.

Una gran oportunidad de crear una plataforma exportadora de alta escala de energías baja en carbono. Y ese debería ser el norte sobre el cual construir una estrategia”.

Fecha de publicación: 04/10, 12:19 pm