Adoptó a una chanchita de 20 kilos y hoy pesa 120: le busca un refugio, pero nadie la acepta
Kiki Petrone, artivista (activista + actor) y vegano, adoptó a una chanchita y le cambió el nombre. Conocé su historia de vida y qué ocurrió en el barrio el día que la quiso llevar a castrar.
El artivista (activista + actor) y vegano Kiki Petrone habló sobre uno de sus mayores actos de amor que realizó en su vida: adoptar a una chanchita -Lambucia- y llevársela a vivir al patio de su casa.
A pocos semanas de que Lambucia cumpla 1 año de vida el pasado 23 de diciembre, Kiki se refirió a cuál es su dieta, dónde vive, cuánto pesa, el porqué del nombre y, además, recordó una anécdota de mal gusto que vivió cuando quiso sacar a pasear a la chanchita.
Lambucia -así se llama la chanchita- fue rescatada y estaba en tránsito en la casa de una amiga de él cuando decidió llevarla a su domicilio. Llegó con 20 kilos y hoy pesa unos 120 o 130 kilos. Pequeño cambio…
“Lo bueno es que su alimentación es muy variada y saludable, y el crecimiento es acorde a lo que su cuerpo y su desarrollo necesita. Sin un engorde acelerado como sabemos que sucede en los mataderos para su futura comercialización”, denuncia Petrone, en diálogo con Economía Sustentable.
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Además, para su mejora en la calidad de vida, Kiki explica que, “voy constantemente al fondo a jugar con ella, a mimarla. Así que tiene sus momentos libres y sus momentos en los que estamos juntos”.
Lambucia y Kiki, una historia de amor
La idea de adoptar a una chanchita, “surgió de una manera natural”, explica el artivista. Y agrega: “Soy vegano y me conecté con muchos refugios y santuarios de animales que constantemente comunican la importancia de la adopción y de salvar vidas”. Sin embargo, el momento puntual se dio cuando “una amiga me pidió que difundiera la adopción de una chanchita -Lambucia- de casi tres meses que había sido rescatada”, recuerda.
“Ella tenía en tránsito al animal en su casa, pero tenía urgencia por entregarla ya que no la podía sostener. Ahí fue que hice un click y decidí no solo difundir el mensaje, sino también actuar y me traje a Lambucia a vivir conmigo”, destaca.
“En aquel entonces, me informé y me contacté con quienes manejaban la adopción de la chanchita y la concretamos en menos de una semana aunque con una condición: cambiarle el nombre. Se llamaba Elvira y yo le puse Lambucia”, revela.
El porqué de la elección del nombre
“Lambucia en Venezuela significa ‘que come mucho’. Por ejemplo, si invitás a un amigo a tu casa y te come todo lo que tenés en la heladera, tranquilamente le podrías decir algo como: ‘¡che, sos un lambucio!’. Y en una radio que trabajé conocí a una amiga venezolana -Aurorita Luna- que me enseñó un montón de palabras y una de ellas fue esta. Y cuando apareció la chanchita, no dudé en ponerle este nombre”, explica.
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Cómo es la crianza de Lambucia
Kiki dice que, Lambucia “es muy tierna, dócil y tiene mucha inteligencia”. Además, “aprenden como si fueran humanos de 3 años” y asegura que “se estima que viven entre 10 y 15 años, mientras que otros dicen entre 15 y 20. Así que cerremos entre 10 y 20 años, depende el animal”.
El reconocido artivista cuenta que en su casa tiene un patio grande, donde hay tierra y pasto, que sirve para que Lambucia pueda moverse libremente. Para esto, “me puse las pilas y tuve que hacer algunas reformas para que sea lo más parecido a un hábitat natural y siento que lo logré”.
Para poder vivir, “solo necesitan tierra, barro, un buen espacio para moverse, comida y mucho amor. Además, le saqué todo lo que puede implicar un peligro para ella”.
Qué dieta tiene Lambucia
“Come muchas frutas y verduras. Es fanática de la papa y de la banana: se vuelve loca”, revela Kiki, sobre la alimentación que recibe Lambucia.
“En su bandejita de comida no pueden faltar la papa y la banana, y completo con manzanas, peras, lechugas, etc. Además, me ayuda a comer mejor a mí también, porque en casa ahora tengo muchas más frutas y verduras que antes”, remarca.
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“Le estoy enseñando a que coma su bandeja y se acostumbre a que ese es su límite cada vez que va a comer. Si le llevás y le das con la mano, podés estar un buen rato y no va a parar”, comenta, sobre las manías que hay que evitar para no mal acostumbrar a la chanchita.
“Pero para su salud y evitar sobrepeso, es bueno que tenga entre 2 y 4 comidas, variadas y balanceadas en cantidades y en opciones. Claramente esto tampoco lo sabía”, opina.
Experiencia de mal gusto
“Un día la quise llevar con un amigo a castrar, pero no pudimos. Se llenó de vecinos y vecinas la cuadra de mi casa y Lambucia se asustó al ver tanta gente alrededor suya. Cuando entró a casa nuevamente, se relajó y pudo dormir”, recuerda.
“Al otro día, recibí ‘chistes’ del estilo ‘entregala para Navidad’, ‘ojo que no llega a fin de año’, entre otros. Todas razones para entender que en casa iba a estar más segura”, confiesa.
Kiki vive con su familia y, por este motivo, “estoy buscándole un refugio o santuario de animales para acercarla aún más a su hábitat”. Además, “yo me quiero ir a vivir solo, pero antes necesito materializar el nuevo lugar para Lambucia”.
“He intentado en distintos lugares, pero están colapsos de animales rescatados. Seguiremos intentando… Así que si saben de algún lugar, se agradece la información”, avisa.
Proyecto de comida vegana
Al igual que muchas personas en distintas profesiones, la pandemia del coronavirus significó un parate total de su actividad y el rubro artístico no fue la excepción. Ante la falta de trabajo, Kiki se reinventó y abrió un proyecto de comida vegana: Tauro Vegan Food.
“Ahora solo es de empanadas. En su momento llegué a tener 18 productos de comida vegana, sin embargo, mi rubro se reactivó y decidí localizar el proyecto en lo que más pedían: las empanadas”, cuenta.
Kiki y sus trabajos
“Estoy conduciendo un programa de radio -La Tarde de la Uno- de lunes a viernes, de 13 a 17, en la FM 103.1. También estoy como locutor en la televisión, los sábados a las 20, en el programa conducido por Luis Rubio, en Net TV”, enumera.
Y, además, “estoy haciendo funciones todos los meses de #PACIENTE, mi nuevo Unipersonal, en Taburete Club de Comedia, en Palermo (CABA)”. Es un show de Stand Up, música, freestyle y la participación de #ElCoachDeWhatsapp, el personaje que nació en redes y que te ayuda a encarar en épocas de tanta comunicación virtual.
Por último, durante todo Marzo, “voy a estar protagonizando una hermosa obra en MicroTeatro, llamada “Claromecó”, junto a Jowy Sztryk, también autora del texto”. La dirección está a cargo de Mechi Bove y se podrá ver jueves y viernes.