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Calentamiento global

Hallaron reliquias milenarias del Ártico mientras el cambio climático amenaza su conservación

Los hallazgos en esta remota región desvelan los esfuerzos de antiguas civilizaciones para sobrevivir en un entorno extremo.

El Ártico, una de las zonas más aisladas y extremas de la Tierra, se presenta como un enorme museo natural que guarda artefactos intactos de miles de años. Estos vestigios, preservados en el hielo y el permafrost, proporcionan valiosas claves sobre las culturas antiguas que habitaron esta región y sobre su adaptación a los desafíos climáticos. No obstante, el cambio climático pone en riesgo este patrimonio invaluable, amenazando con borrar estos tesoros antes de que puedan ser completamente comprendidos.

Las costas del Ártico canadiense, Groenlandia y otras áreas del norte conservaron, casi sin alteraciones, los restos de civilizaciones milenarias. Entre los descubrimientos más destacados se encuentran herramientas, prendas y restos humanos que brindan una visión profunda sobre la vida diaria, la caza y la organización social de estos pueblos.

Hallaron reliquias milenarias del Ártico

“El Ártico es un lugar único donde el tiempo parece haberse detenido gracias a las bajas temperaturas”, afirmó Kaylee Baxter, arqueóloga especializada en la región a National Geographic.

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No obstante, esta preservación excepcional se encuentra ahora en grave riesgo: el calentamiento global provocó un deshielo acelerado y la degradación de estos artefactos.

El Ártico se está calentando a una velocidad hasta cuatro veces mayor que el promedio mundial. Este fenómeno está provocando la erosión de las costas y el deshielo del permafrost, procesos que dejan al descubierto artefactos que antes estaban protegidos, exponiéndolos a un entorno más cálido y al oxígeno, lo que acelera su deterioro.

Aka Simonsen, arqueóloga inuit, ha sido testigo de cómo antiguas tumbas que en su día contenían kayaks y momias, ahora solo muestran las huellas de los objetos originales. “Es imposible salvar toda la información”, expresó Bjarne Gronnow, investigador del Museo Nacional de Dinamarca, en una reflexión publicada por National Geographic, comparando esta pérdida con la tragedia de la quema de la Biblioteca de Alejandría.

“El Ártico es un lugar único donde el tiempo parece haberse detenido gracias a las bajas temperaturas”

Además, las tormentas más frecuentes y las olas de calor extremas están destruyendo asentamientos enteros. En Groenlandia, por ejemplo, nueve metros de un sitio Thule desaparecieron en solo una década, erosionados por olas más fuertes debido al deshielo marino que antes protegía la costa​.

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El registro arqueológico del Ártico abarca casi 5 mil años y refleja diversas oleadas culturales. Los paleoesquimales, antecesores de las culturas inuit y yupik, lograron sobrevivir en estas condiciones extremas mediante técnicas de caza y construcción adaptadas al clima.

Posteriormente, la cultura Thule introdujo innovaciones como el kayak y el norsaq, herramientas que les permitieron prosperar en la caza de grandes mamíferos marinos. Estas culturas vivían en estrecha relación con su entorno, adaptándose a los ciclos de calentamiento y enfriamiento, como el Período Cálido Medieval y la Pequeña Edad de Hielo.

Sin embargo, no todas las adaptaciones resultaron suficientes. La desaparición de los últimos pueblos Dorset, que dependían del hielo marino para cazar, podría estar relacionada con su incapacidad para ajustarse a los cambios del entorno.

Este fenómeno contrasta con la expansión de la cultura Thule, que adoptó métodos de caza y construcción más flexibles.

Explorar y conservar el patrimonio del Ártico enfrenta grandes desafíos. Las expediciones arqueológicas se ven restringidas por el clima extremo, la corta duración del verano ártico y la constante amenaza de los osos polares, los mayores carnívoros terrestres.

De acuerdo con National Geographic, arqueólogas como Aka Simonsen y Kaylee Baxter, que participan en expediciones a áreas remotas, dependen de embarcaciones y personal armado para asegurar su seguridad.

A pesar de estas complicaciones, su trabajo es crucial para documentar los artefactos antes de que desaparezcan​.

Las culturas árticas históricas demuestran que la adaptabilidad, la innovación y la sostenibilidad fueron esenciales para enfrentar los desafíos climáticos. Según Baxter, “en lugar de tratar de controlar y manipular el entorno para garantizar nuestra comodidad, debemos cambiar nuestra forma de existir en él”.

Por otro lado, Simonsen señaló que la resistencia al cambio cultural puede ser fatal, como sucedió con los nórdicos que desaparecieron en Groenlandia al no adaptarse a las nuevas condiciones climáticas.

Fecha de publicación: 01/01, 12:27 pm