El “libro blanco” de un gigante tecnológico para reducir la huella de carbono
Presentó un conjunto de nuevas medidas para unificar junto a sus clientes la inteligencia de los datos de sustentabilidad, monitorear y reducir más fácilmente la huella ambiental.
Las grandes empresas tecnológicas también se suben a la moda de reducir las emisiones de gases del efecto invernadero (CO₂), en especial debido a que la creciente preocupación de la sociedad por el medio ambiente también afecta sus decisiones operativas.
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Con ese objetivo, en sus estructuras internas cada vez tienen más protagonismo las áreas vinculadas al desarrollo de estrategias de responsabilidad social corporativa; estudio de las nuevas legislaciones en materia de sustentabilidad, en especial las que surgen del llamado “Acuerdo de París” para limitar el aumento de la temperatura media del planeta y lograr cero emisiones en el 2050.
Es decir, a sumarse a la lucha contra el cambio climático, invirtiendo en desarrollo e infraestructura (I+D) y en energías renovables que les permitan compensar sus emisiones y ser más sostenibles.
En ese grupo se encuentra Microsoft que viene cumpliendo con las metas de reducción de emisiones de carbono propias y de sus empresas clientes a partir de los dictados de su “Libro Blanco” para mejorar la sustentabilidad del negocio.
“Sabemos que este es un esfuerzo a largo plazo y, para que tengamos éxito, debemos tener claros los fundamentos que nos permitirán alcanzar nuestros objetivos climático”, señala el trabajo.
El año pasado, el gigante del software aumentó su enfoque en la disciplina operativa, al establecer una base sólida en toda la empresa que, según sus ejecutivos, la ayudará a posicionarse para lograr sus metas ambientales establecidas para el 2030.
En ese marco, viene llevando a cabo un programa para reducir sus emisiones de Alcance 3, correspondientes a su cadena de valor completa, que han aumentado un 23% con respecto al año anterior, debido al crecimiento de su volumen de negocio.
En ese marco, hace unas semanas, presentó en el país un conjunto de nuevas medidas orientadas a sostener esa estrategia mediante la expansión de su modelo de datos Microsoft Cloud for Sustainability con el objetivo de ayudar a las organizaciones en todo el mundo a unificar la inteligencia de los datos de sustentabilidad, así como a monitorear y reducir más fácilmente la huella ambiental de sus operaciones y cadenas de valor.
La herramienta fue lanzada el año pasado y se trata de una nube específica para facilitar a las organizaciones de cualquier sector una gestión de sustentabilidad completa, integrada y automatizada, sin importar en qué etapa se encuentren en sus planes de sostenibilidad.
La presentación se desarrolló en el marco de Microsoft Ignite, el evento anual para desarrolladores y profesionales IT organizado por la compañía en Buenos Aires en el cual mostró su herramienta que le permite a las empresas reportar y monitorear de manera más eficiente los datos de emisiones directas e indirectas provenientes de sus cadenas de valor.
Según explicaron desde Microsoft a Economía Sustentable, los clientes pueden monitorear las emisiones de combustible y energía que emiten dentro de sus operaciones desde una instalación o activo alquilado; calcular las emisiones de acuerdo con la actividad; reportar las necesidades y definir objetivos para reducciones y eficiencias futuras.
“A través de esta herramienta, la compañía ofrece capacidades más completas para usabilidad, seguridad, seguimiento de objetivos que mejoran la asignación de roles del usuario y las capacidades de gestión de acceso, además de optimizar el manejo de errores con mensajes de alerta más fáciles de accionar”, explicó Shefy Manayil Kareem, gerente general de Microsoft Cloud for Sustainability, durante el encuentro.
La ejecutiva agregó que para analizar y entender mejor las emisiones, los usuarios pueden comparar el rendimiento mensual interanualmente y examinar las actividades y fuentes de emisiones por unidad organizacional y a seis niveles de profundidad a través de una nueva página de análisis profundo.
Como ejemplo, aseguró que se puede crear una regla para mostrar un objetivo como “en marcha” o “en riesgo” cuando las emisiones alcanzan un cierto nivel dentro de un periodo específico.
La actualización de este modelo de datos permite la incorporación de entidades personalizadas, sumando atributos como las emisiones filtradas de un laboratorio o las emisiones causadas por la modernización de la flota electrificada. “Esto permite a los clientes adaptar los cálculos para satisfacer sus necesidades comerciales”, agregó la ejecutiva.
Estrategias y fundamentos
El sistema de Microsoft Cloud for Sustainability se suma a otros modelos de mecanismos que viene desarrollando la tecnológica fundada por el magnate Bill Gates para avanzar en torno a la mejora de la sustentabilidad.
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Un caso es el de la compra de energía renovable, con el cual redujo sus emisiones de Alcance 1 (producidas por quema de combustibles), y de Alcance 2 (generadas por la electricidad consumida), en un 17%.
Otra herramienta que viene aplicando la compañía es la ampliación de la huella global de sus centros de datos para responder a la mayor demanda de servicios cloud y de las ventas de dispositivos, especialmente de Xbox y su uso asociado en parte por la pandemia del Covid-19.
“Microsoft es consciente de que se trata de un esfuerzo a largo plazo y que, para tener éxito, debe tener claros los fundamentos que les permitirán alcanzar sus objetivos en relación al clima”, agrega la compañía en su último reporte de sustentabilidad.
El trabajo asegura que adaptó la forma de establecer sus objetivos de reducción de carbono y aumentó la frecuencia y el alcance de sus informes internos para aportar una mayor transparencia y capacidad para tomar decisiones basadas en datos. También actualizó su Código de Conducta para Proveedores, en el que les exige que informen de sus emisiones.
Por otro lado, el año pasado, Microsoft realizó la mayor compra de eliminación de carbono del mundo, un total de 1,4 millones de toneladas métricas, y este año tiene el objetivo de superar esa cifra con la adquisición de 1,5 millones de toneladas métricas, comprometiéndose además a aumentar su volumen contratado año tras año hasta 2030.
Presionar a la cadena de valor
Al mismo tiempo, viene aplicando mecanismos similares para reducir sus emisiones de Alcance 3, que provienen de su cadena de valor y que no están bajo su control y que en el 2021 aumentaron un 23% con respecto al año anterior, empujadas precisamente por el crecimiento de los negocios de Microsoft en un 20% en el mismo período.
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En ese marco, adoptó nuevas medidas como:
- Acelerar el establecimiento de objetivos anuales en términos de carbono específicos para cada grupo de negocio.
- Reestructurar y aumentar su tasa interna de carbono para ayudar a promover medidas más agresivas, que reduzcan las emisiones de Alcance 3 y le permitan gestionar mejor el costo subyacente de la reducción de carbono. Por ejemplo, la tasa por viajes de negocios de Alcance 3 aumentará a u$s100 dólares por mtCO2e (absorciones netas de dióxido de carbono) en su próximo ejercicio fiscal, para apoyar la compra de combustible de aviación sostenible.
- Mejorar la eficiencia energética e introducir cambios de diseño para utilizar materiales que lleven aparejados menores emisiones de carbono.
- Contribuir a acelerar la homogeneización y adopción de las normas del sector para la contabilidad del carbono.
Colaborar para invertir
La tecnológica también puso en marcha una nueva iniciativa llamada Carbon Call, junto a varias organizaciones líderes, con las que colaborará para conseguir un futuro “cero neto”.
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Asimismo, ha invertido en el avance de importantes iniciativas climáticas, como los u$s100 millones en subsidios que otorgó a la firma Breakthrough Energy Catalyst para acelerar el desarrollo de las soluciones climáticas necesarias para alcanzar el nivel cero en todo el mundo en cuatro áreas clave como son hidrógeno limpio; captura directa de aire; almacenamiento de energía de larga duración; y combustible de aviación sostenible.
Del mismo modo, lleva asignados otros u$s471 millones de los u$s1.000 millones que invertirá en cuatro años a través de su Fondo de Innovación Climática, para acelerar el desarrollo global de tecnologías de reducción y eliminación de carbono, así como de soluciones climáticas para reducir el consumo de agua y la generación de residuos.
A esto le suma la tarea conjunta que lleva a cabo con clientes y socios, entre los que se encuentra la industria energética, a partir de la venta de tecnología de software y servicios en la nube para reducir las emisiones.
De igual modo, establecerá alianzas más estrechas con las empresas energéticas que tengan un objetivo “Cero Neto” para el 2050, en reconocimiento a su esfuerzo transformador por satisfacer las necesidades mundiales de energía renovable. “Este compromiso es una prioridad en todos y cada uno de los aspectos del negocio de Microsoft”, detalla el documento.