El gas y la energía nuclear son inversiones sostenibles y “verdes” en Europa
El Parlamento Europeo respaldó el sello verde de la Unión Europea. Alertan por el cumplimiento de las metas climáticas.
Tras idas y vueltas finalmente la plenaria del Parlamento Europeo aprobó el miércoles conceder el sello “verde” de la Unión Europea (UE) al gas y la energía nuclear, un proyecto resistido por algunos países por ser contrario a las metas climáticas pero que urge a otros por la dependencia del gas ruso.
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El controvertido texto, que había sido anunciado en enero por la Comisión Europea (CE), considera “sostenibles” las inversiones en centrales nucleares o de gas para la producción de energía eléctrica, siempre que utilicen las tecnologías más avanzadas.
Esta clasificación debería ayudar a movilizar fondos privados para estos proyectos y la iniciativa es parte del objetivo de la UE de alcanzar la neutralidad de carbono para el año 2050.
Francia y Alemania, mancomunadas
En la plenaria del Parlamento en Estrasburgo, en el noreste de Francia, el respaldo a la normativa recibió 328 votos a favor y 278 en contra, con 33 abstenciones, informó la agencia de noticias AFP.
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Cabe destacar que el proyecto tiene el firme apoyo de Francia (que en gran medida depende de la energía nuclear) y Alemania (que necesita gas).
Muchos países están temiendo una escasez de gas con la llegada del invierno debido a que Rusia, el principal proveedor a Europa, recortó sus envíos en represalia por las sanciones impuestas en su contra tras la invasión a Ucrania a fines de febrero.
El primer ministro de la República Checa, Petr Fiala, cuyo país asumió la presidencia semestral rotativa del Consejo Europeo, convocó a los legisladores a apoyar la controvertida medida. “No rechacen este frágil acuerdo que fue negociado muy cuidadosamente”, aseguró el checo.
Según Fiala, algunos países de la UE “únicamente podrán alcanzar sus metas climáticas como resultado de estos criterios”.
Rechazo al proyecto
El proyecto enfrentó la feroz resistencia de varios países del bloque y de una parte importante de los legisladores.
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“¿Cómo podemos pedir a otros países que reduzcan su uso de combustibles fósiles y su cantidad de desechos nucleares, si nosotros los clasificamos como verdes?”, preguntó en la sesión el eurolegislador neerlandés Bas Eickhout.
En tanto, desde Greenpeace España anunció que “emprenderá acciones legales contra la Comisión Europea por la inclusión del gas fósil y la energía nuclear en la lista de inversiones sostenibles de la UE, la taxonomía, después de que el Parlamento Europeo no haya reunido los votos suficientes para bloquear el controvertido plan de la Comisión”.
Ariadna Rodrigo, responsable de la campaña de finanzas sostenibles de Greenpeace en la UE, afirmó: “Es una política sucia y un resultado escandaloso etiquetar el gas y la energía nuclear como verdes y hacer que siga fluyendo más dinero a la caja de guerra de Putin, pero ahora lucharemos contra esto en los tribunales. Los vergonzosos acuerdos de la Comisión Europea en nombre de las industrias de los combustibles fósiles y la energía nuclear no les ayudarán. Nos sentimos inspirados por los activistas del clima aquí en Estrasburgo esta semana y confiamos en que los tribunales echarán por tierra este lavado verde con motivaciones políticas, ya que infringe claramente la legislación de la UE”.
“Esto es uno de los mayores lavados verdes de la historia europea, es increíble que el Parlamento europeo considere como sostenibles la energía nuclear y el gas fósil. Es lamentable que el Parlamento Europeo se haya doblegado a las presiones de algunos países y de los lobbies nucleares y gasísticos. Esto va a retrasar la tan necesaria transición energética”, afirmó Meritxell Bennasar, coordinadora de la campaña de Recuperación Verde y Justa en Greenpeace España.