Decisión estratégica: ¿qué hacen las empresas de moda para ser más sustentables?
Los datos indican que los clientes comenzaron a consumir moda de una forma más responsable. La crisis climática está llevando a un proceso de reinvención.
El modelo de consumo de ropa de “usar y tirar” está perdiendo fieles cada día. Pero, ¿qué están haciendo los grandes conglomerados del sector para afrontar el futuro?
Senén Ferreiro es socio director de Valora Consultores, uno de los pocos evaluadores homologados por la SAC, Sustainable Apparel Coalition.
Se trata de algo parecido a un “lobby global en sostenibilidad” con más de 250 miembros entre los que hay firmas como Inditex, Camper o Mango pero también empresas como Burberry, Adidas o Levi’s.
Según palabras del propio Ferreiro, en este momento, la SAC “es una de las iniciativas más potentes y con mayor poder de transformación que existe”.
El objetivo de la SAC es que todos los líderes mundiales de sportwear, outdoor, textil, fashion y sector industrial, trabajen juntos y compartan prácticas y conocimientos que den con criterios comunes para abordar la transformación del sector. Una de las formas para conseguirlo es establecer criterios comunes para evaluar a proveedores de las cadenas de producción a nivel global.
“Esto permitirá garantizar el mismo estándar de cumplimiento en fábricas y que se pueda reducir los costes globales de apoyar su transformación”, señala el experto.
El otro gran objetivo en el que está trabajando la SAC es una vieja reclamación de los consumidores que, según Ferreiro, ya está en marcha: se busca “disponer de un sistema de etiquetado común de producto, basado en un índice que evalúe la calidad sostenible de los productos”.
“Sin duda, una etiqueta común para todas las marcas -como ya existe, por ejemplo, en el sector de los electrodomésticos- sería un gran salto para dar opciones al consumidor. Es un proceso complejo, alineado con la política europea, pero en el que se han dado avances importantes”, agrega.
Los retos del sector
En primera instancia, lo primero que se deben preguntar las empresas es si las prácticas actuales se pueden revertir. En este sentido, Ferreiro estima cuánto tiempo puede llevar la transformación del sector.
“Sí, sin duda se pueden revertir las prácticas actuales y ya hemos visto algunos avances en los últimos años. El crecimiento mundial de la producción de fibras sostenibles como el algodón orgánico o las fibras de madera, por poner algún ejemplo, ha sido muy notable”, explica.
Y agrega: “También se han avanzado en tecnologías para algunos productos que reducen el uso de químicos, agua y energía en la producción. Se han eliminado ciertos químicos con el acuerdo de la industria. Se han aumentado los esfuerzos e inversiones para mejorar las cadenas de suministro”.
El socio de Valora Consultores explica que es difícil saber cuánto tardará la industria en adaptarse al cambio sostenible y matiza que, aunque solemos observar qué hacen las multinacionales, “existen miles de empresas y fabricantes pequeños que todavía no han empezado el proceso de cambio. Vamos a necesitar varios años de inversión y trabajo cooperativo”.
Respecto a los retos, el experto señala que la dimensión, la complejidad y la variabilidad de las cadenas de suministros globales dificultan las soluciones técnicas y económicas que garanticen un sistema de producción y uso circular.
Además, señala que existe un gran riesgo de greenwashing de compañías que piensen que con un mensaje en contra de los plásticos es suficiente. Hay que trabajar en la cadena de suministro, en las tiendas, en la reducción de emisiones, en economía circular, en el control de químicos.