Cuál es el modelo de los dueños de Heineken para adecuar su negocio al cuidado del medio ambiente

La sustentabilidad, junto con la rentabilidad y crecimiento, forman los tres pilares estratégicos del grupo cervecero CCU, uno de los mayores a nivel global.
Es decir, integrar el desempeño económico, ambiental y social para asegurar su valor a largo plazo, teniendo en consideración el cuidado del medio ambiente y el desarrollo de sus marcas.

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Se trata de uno de los gigantes globales del mercado cervecero, con marcas locales y globales como Schneider; Heineken; Miller; Imperial; Amstel; Sol; Grolsch; Warsteiner; Isenbeck; Santa Fe; Salta y Córdoba.

También produce y comercializa Norte; Palermo; Bieckert; Salta Cautiva; Kunstmann; las sidras Real, La Victoria, y Sáenz Briones 1888; los licores El Abuelo; los vinos La Celia; los piscos Mistral, Control C; y hard seltzer Hard Fresh.

En Argentina emplea a más de 1.800 personas sólo de manera directa; posee cinco plantas industriales; seis centros de distribución propios y trabaja con una red de más de 170 distribuidores.

En el país, CCU formaliza su visión sustentable a través de su Modelo de Gestión Sustentabilidad compuesto por tres ejes como son “Personas que nos mueven”, que contempla la labor realizada con trabajadores, clientes, proveedores y comunidades; “Planeta por el que velamos”, que abarca la gestión de emisiones, residuos y consumo hídrico y, “Marcas que nos inspiran”, que aborda la innovación, la promoción del consumo responsable y la difusión del valor de las marcas frente a los consumidores.

El desarrollo de CCU para adecuar sus estrategias de negocios al cuidado del medio ambiente lo lleva a cabo el Comité de Sustentabilidad, órgano de gobernanza que dirige y articula transversalmente todas las iniciativas del modelo de gestión, analizando situaciones coyunturales, monitoreando nuevas regulaciones de la industria y llevando a la práctica la visión que tiene la sustentabilidad dentro de la estrategia de la compañía.

Revalorizar envases

Uno de los últimos programas puesto en marcha por una de las compañías de bebidas más importantes del país, la segunda más grande del mercado cervecero argentino, líder en el mercado de sidras y un actor relevante en licores, destilados y vinos, es el llamado ReCCUpero.

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Se trata de una iniciativa de economía circular que busca rescatar, valorizar y reutilizar envases de aluminio, vidrio, papel/cartón y plástico que se generan a partir de la producción de bebidas, para que vuelvan a estar en el ciclo de vida del producto y/o ser reutilizados.

ReCCupero se enmarca dentro de las Metas Ambientales 2030 de CCU que busca lograr envases 100% reciclables, reutilizables y/o compostables con un 50% de material reciclado para 2023.

El objetivo es recolectar los envases utilizados por la industria, evitando que terminen en basurales, reciclando el vidrio, aluminio, papel/cartón y plástico.
ReCCUpero tiene el apoyo de ONGs como Usina Eco; Cooperativa Correcamino; Asociación Dignidad y Vida Sana y la Fundación Ceos Sol y los gobiernos municipales de Santa Fe, Luján y Salta.

Según fuentes de la empresa, busca rescatar, valorizar y reinsertar envases de aluminio, vidrio, papel/cartón y plástico que se generan a partir de la producción de bebidas, para que vuelvan a estar en el ciclo de producto y/o ser reutilizados por la sociedad.

La acción se implementa desde mediados del 2022 y ya ha logrado recuperar más de 216.000 kilos de vidrio; 326.000 kilos de papel/cartón; 69.000 kilos de plástico y 5.000 kilos de aluminio.

Para este año planea incluir también puntos de venta en la Ciudad de Buenos Aires para continuar con la expansión y seguir aumentando la capacidad de recolección.

Ayudar a la gastronomía

Además de reducir el impacto ambiental, ReCCUpero también ayuda en la mejora de las condiciones de los colaboradores de las cooperativas: generando trabajos remunerados, mejorando los procesos, buscando mayor eficiencia, fomentando las herramientas de seguridad y ayudando a aumentar los ingresos de cada organización. Por otro lado, resuelve necesidades de los locales gastronómicos al darles un tratamiento adecuado a los residuos que generan.

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Actualmente, las latas están producidas con casi un 80% de insumos reciclados, las botellas un 30% y el cartón más del 70%. En este contexto, el próximo paso es aumentar la recolección de aluminio, un material que se puede reciclar el 100% y es valioso y seguro para la industria de alimentos.

Al respecto, Juan Pablo Barrale, gerente de Asuntos Corporativos de CCU, explica que se trata de un plan “que está dando sus primeros pasos y la idea es llevarlo cada vez a más localidades para lograr un impacto mayor en la circularidad de nuestros envases y embalajes. Es un gran ejemplo de trabajo conjunto entre empresa, municipios y las organizaciones de recuperadores”.

Por su parte, Mónica Zannier, presidente de Fundación Ceos Sol de Salta, agregó que “desde que trabajamos con ReCCUpero pudimos recuperar más de 30.000 kilogramos de vidrio, entre otros materiales que también este programa nos provee, por lo cual es muy importante que más empresas se sumen para cuidar el medio ambiente”.

Del mismo modo, Martín Brizuela, coordinador de la Cooperativa UsinaEco de Luján, “lo que marcó la diferencia en ReCCUpero es la aparición de CCU como impulsor del proyecto, lo que nos facilitó mucho poder tener contacto con muchos bares, con muchos restaurantes e instituciones que aportan a la cooperativa con materiales y eso tiene incluso un gran impacto a nivel social y ambiental”.

En este sentido, Ricardo Coco Niz, titular y Fundador Cooperativa el Correcamino, explicó que lo que se retira de CCU no es basura. “Son son productos 100% aprovechables para generar honorarios a los integrantes de la cooperativa. De esta manera podemos ilusionarnos con crecer, mejorando la calidad de trabajo de los colaboradores mientras cuidamos ecológicamente nuestro planeta”.