Condenan a 20 meses de prisión a los responsables de un derrame de petróleo en el océano Índico
Así lo determinó la justicia de Mauricio. El barco encalló y derramó más de mil toneladas de combustible que cubrieron corales y otros ecosistemas sensibles.
En una condena inédita, un tribunal de Mauricio condenó este lunes a 20 meses de cárcel al capitán y al segundo de a bordo del buque que encalló en julio de 2020 en aguas de la nación africano insular y derramó más de 1000 toneladas de petróleo.
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“El tribunal tomó en consideración el hecho de que ambos acusados se declararon culpables y pidieron disculpas. La sentencia decidida es de 20 meses de prisión”, señaló la jueza Ida Dookhy Rambarrun, según informó la agencia de noticias AFP.
El barco japonés con bandera panameña, “MV Wakashio”, viajaba de Singapur a Brasil con 3.800 toneladas de aceite y 200 toneladas de diésel el 20 de julio de 2020, cuando se accidentó y derramó más de mil toneladas de combustible en la costa de la isla Mauricio, que cubrieron manglares, corales y otros ecosistemas sensibles.
“Más de mil toneladas de aceite fueron vertidas al mar a través de una fisura en el casco del barco, antes de que los equipos de rescate pudieran recuperar el combustible restante”, agregó AFP.
Según Kushal Lobine, que representa a la aseguradora del barco, Japan P&I: “Las sentencias han sido conmutadas por el buen comportamiento de los detenidos y los 16 meses que ya pasaron en prisión, por lo que ambos podrán regresar a casa.
Y agregó “Su salida es inminente. El capitán regresará a India y el segundo, a Sri Lanka, sus respectivos países”.
Más que un daño ambiental
El accidente comprometió durante mucho tiempo la economía de la zona, basada en la pesca y, sobre todo, el turismo.
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En los días posteriores al accidente, miles de voluntarios se alinearon en la costa, protegidos por guantes de goma y botas, donde limpiaron rocas y colocaron cordones improvisados para contener la marea aceitosa, consignó por su parte la agencia de noticias ANSA.
Un trabajo complicado por las condiciones climáticas, con vientos de 50 kilómetros por hora, que bloquearon las operaciones durante días, y durante las cuales murieron tres marineros en el vuelco de un remolcador.
El primer ministro de Mauricio, Pravind Jugnauth, debió declarar el estado de emergencia y miles de personas salieron a las calles en los meses siguientes para protestar contra la reacción del Gobierno ante el desastre, considerada demasiado lenta y mal organizada.
